FÉNIX
Quién como tú pudiera renacer de cenizas
y emprender nuevo vuelo al llegar al final,
mas para mi desgracia yo lo llevo fatal,
hundido y aplanado cual granizo a hortalizas.
Mi malparado ingenio, como el de las rabizas,
ya no está para trotes ni elevarse a los cielos,
y aunque por reanimarlo uses dulces señuelos
no me veo de nuevo gozar del paraíso:
no malgastes tu canto - cuida que ya te aviso -
guarda tus arrumacos para los pajaruelos.
Pedro Casas Serra (21-11-2015,01)
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