sábado, 31 de julio de 2010

Tú eres mi jardinero... yo soy tu rosa

TÚ ERES MI JARDINERO


Tú eres mi rosa...

mi hermosa rosa fragante.

J.R.


A veces

yo no sé lo que soy

pero

puesto que tú lo dices

soy tu rosa.


¡Ojalá

solo fuera una rosa

y tú

mi jardinero!


¡Ojalá

con el tiempo

aprendieras

a evitar mis espinas!


¡No quisiera

tenerlas

para no pincharte!


¡Solo fragancia,

solo suavidad al tacto

quisiera tener para ti!


Pero

yo no soy una rosa

aunque

quisiera serlo

para ti.


Pedro Casas Serra (22-02-2001,01)

 

 

YO SOY TU ROSA


¿Quién conoce la rosa

mejor que el jardinero?


En tu jardín secreto,

con amor

me riegas y estercolas.


Mi pequeño capullo,

por amor

se acrecienta y señorea.


Yo soy tu rosa:

la de más alto tallo,

la de más bello color,

la de más suave fragancia,

la de más aterciopelados pétalos.


Tú eres mi jardinero.


Pedro Casas Serra (22-02-2001,02)

 

viernes, 30 de julio de 2010

Navegar hacia ti

NAVEGAR HACIA TI


¿Para qué ser músico

.............................oyendo,

................pintor

.............................viendo,

................escultor...................la Naturaleza?

.............................tocando,

................poeta

.............................sintiendo


¿Dónde encontrar más naturaleza

...........................sino en la Unión

..............................................entre Tú y Yo

..............................................................por el Amor?

 

Por eso

.........dedico a buscarte

..............................lo mejor...........esfuerzo,

.........................................de mi

..............................lo mayor..........tiempo.

 

Porque nada

..............que yo pinte,

.......................esculpa,

.......................componga,

.......................escriba,

..............me satisfará más

...................................que la mirada,

..................................... .....caricia,

...........................................palabra,

...........................................beso,

...................................con que respondas a los míos.

 


Ninguna obra de arte,

..........recompensa,

.........................igualará

...................................la línea de tu sonrisa,

...................................el brillo de tu mirada,

...................................el calor de tu roce,

...................................el timbre de tu voz,

...................................(cuando los obtenga).


NO HAY MÁS ARTE

NI MÁS VIDA

NI OTRO VIAJE.........QUE NAVEGAR HACIA TI.


NI OTRA PLAYA

NI OTRO PUERTO

NI OTRO OCASO

NI OTRA MUERTE

NI OTRO CIELO.........QUE ENCONTRARTE.


Pedro Casas Serra (09-08-1999)

jueves, 29 de julio de 2010

La confusión

LA CONFUSIÓN


¡Qué molesto resulta que la gente me tome por mí!

Cierto que hay motivos de semblanza,

pero yo bien sé que soy muy diferente,

que no tengo ni punto de comparación.


¡Cuánto tiempo pierdo en aclarar que yo no soy yo,

ese ser ruin, cobarde, miserable y mentiroso

al que los demás confunden conmigo

tan fácilmente!


Por un instante se me ocurre

¡qué terrible sería que yo fuera yo

y qué paciencia no habría de tener para aguantarme,

tan aburrido, soso, derrotado!


Pero enseguida salgo de mi error,

pues no deja de ser un disparate

en el que solo pueden caer otros,

esos que no me conocen tan bien como yo mismo.


Pedro Casas Serra (07-05-1991,02)

miércoles, 28 de julio de 2010

Cuando yo era pequeño...

CUANDO YO ERA PEQUEÑO...


Cuando yo era pequeño

era bastante bobo.


En horas de recreo,

con mi amiguito Polo,

morábamos palacios

con puertas de zafiro,

ventanas de esmeralda,

suelos de lapislázuli,

comíamos manjares

sobre servicios de oro

regados con elíxires

en copas de diamante,

vestíamos ropajes

bordados con las perlas

del fondo de los mares,

calzábamos chinelas

de las pieles más finas,

dormíamos en camas

de altísimos doseles,

con colchones de nubes,

bajo colchas de alas.

Éramos reyes, príncipes.

Servidores, atentos

a cualquier deseo nuestro,

tendían a nuestro paso

alfombras de damasco,

nos bañaban con agua

perfumada de rosas,

secaban nuestros cuerpos

con abrigadas mantas.

Cantaban nuestros pájaros,

reían nuestros pajes,

llovían golosinas...

Y para los viajes

usábamos carrozas

revestidas de ágatas.


Cuando yo era pequeño

era bastante bobo,

ahora no soy pequeño

y sigo siendo bobo.


Pedro Casas Serra (12-11-1999)

martes, 27 de julio de 2010

Nuestro amor

NUESTRO AMOR


¿Te has parado a pensar alguna vez

la suerte que tenemos de querernos?

Nuestro amor solo es amor.

Ni fundamento de la sociedad,

ni núcleo de la familia,

ni garantía de la perpetuación de la especie,

solo es cariño entre los dos:

ingenuo, infantil, impulsivo, perverso,

como es todo amor que merece la pena.

Estamos juntos porque nos queremos,

a nadie más importa,

y si nos separamos

a nadie haremos desgraciado,

ni hundiremos empresas ni peligrarán dinastías.

¿Te das cuenta?

Entonces, vuelve a la cama que aún es pronto.


Pedro Casas Serra (29-07-1992,01)

lunes, 26 de julio de 2010

Canción de cuna del duende de la fuente

CANCIÓN DE CUNA

DEL DUENDE DE LA FUENTE


Niña, no bebas, no,

no bebas de la fuente de la dehesa,

que en su interior un duende de alma traviesa

al beber de su caño te tiene presa.


Niña, más vale, sí,

más vale de la charca el agua espesa

que la clara del caño de la dehesa,

que es su clara apariencia falsa promesa.


Niña, tu madre atiende,

tu madre que a sus brazos te acuna y besa,

que nueve meses hace, de ardor posesa,

fresca bebió del agua del dulce caño de la dehesa.


Pedro Casas Serra (26-07-2000)

domingo, 25 de julio de 2010

¡Estar enamorado!

¡ESTAR ENAMORADO!


No me importa no tener dinero

ni ser un perdedor.

Me importa no estar enamorado.


No preciso tener un coche nuevo

ni un chalet en el campo.

Preciso estar enamorado.


No quisiera viajar a Miami

ni vestir como un dandi.

Quisiera estar enamorado.


Enamorado, sí,

para sentirme entero,

para reconocerme,

para apreciar la vida,

para saciarme,

para diferenciarme de mi sombra,

para apreciar matices y colores,

para sentirme alto y guapo

y rubio y de ojos azules

y listo y buena persona

y enamorado.


Enamorado

para compartir

un lenguaje de gestos y miradas,

para forjar

proyectos de un instante,

escapadas sin necesidad de levantarse,

largas esperas de segundos breves

y breves segundos de largos encuentros,

y esa sensación de totalidad,

de estar completo,

que convierte la vida en un paseo

y cualquier época en primavera.


(Quien ha conocido esa sensación

y la ha perdido

se siente como Adán expulsado del Paraíso.)


Pedro Casas Serra (11-05-1992,01)


sábado, 24 de julio de 2010

La luna

LA LUNA


Como la luna

nuestro cariño crece

y luego disminuye

y desaparece.


Hijo soy de la luna,

enamorado

de una estrella profunda,

de un gran lago.


A la luz de la luna

poseerte,

y con su suave manto

envolverte.


Te bañaré en la luna,

amado mío,

aclararé tu piel

con el rocío.


Con la luna me asomo

a tu ventana,

y con la luna llego

hasta tu cama.


Con la luna recorro

tu figura,

y con la luna admiro

tu hermosura.


Con la luna te baño

de luz plateada,

y te impregno de esencia

enamorada.


Amor lunar,

emergiendo de un pozo

de aguas profundas

para nuestro gozo.


Pedro Casas Serra (12-07-1992)



A LUA


Como a Lua

nosso carinho cresce

e depois

diminui e desaparece.



Filho sou da Lua,

apaixonado

por uma estrela profunda,

de um grande lago.



À luz da Lua,

possuir-te

e com seu suave manto

envolver-te.



Te banharei na Lua,

meu amado.

clarearei tua pele

com o orvalho.



Com a Lua venho

a tua janela,

e com a Lua chego

até a tua cama.



Com a Lua

percorro tua figura,

e com a Lua admiro

tua formosura.



Com a Lua te banho

de luz prateada,

e de essência te impregno

apaixonada.



Amor lunar,

emergindo de um poço

de águas profundas

para nosso gozo.



(Versión de Maria Lua)

viernes, 23 de julio de 2010

Volver a empezar

VOLVER A EMPEZAR


No es posible volver a empezar

ni recorrer otra vez el camino,

todo ha cambiado,

y los ojos no pueden recuperar

esa mirada clara que infunde la ilusión.


Eras descubridor,

caminabas con porte seguro,

sabías lo que eras, a donde ibas,

los nombres de las cosas

y el espacio que habías recorrido.


Luego todo se hundió,

perdiste la inocencia que te hacía gustarte,

la que simplificaba todo

ahorrándote tiempo

y permitiéndote avanzar un paso tras de otro.


Todo es ahora más difícil

al tener que volver a bautizar las cosas:

probar de nuevo el pan,

beber el agua, ensayar la sonrisa...

para luego quizá volver a utilizarlas.


La confianza es la base de la vida

y sobre ella avanzamos,

pero ¿qué pasa

si hay que aprender de nuevo cada cosa

y aprendernos a nosotros mismos?


Al margen es difícil ser feliz,

pero entrar cuesta mucho

cuando has salido medio muerto,

porque no sabes que te llama

y que debes hacer.


Pedro Casas Serra (07-05-1991,03)

jueves, 22 de julio de 2010

En mi interior hay un océano...

EN MI INTERIOR HAY UN OCÉANO...


En mi interior hay un océano

que golpea contra mis paredes,

por mis ojos veréis si está agitado o en calma,

yo no puedo dormir cuando se agita

ni sonreír si está en calma.


En mi interior hay un océano

con playas doradas donde las cometas

bailan abrazadas sus amores furtivos,

y con abismos que atesoran los restos

de amores naufragados.


En mi interior hay un océano

donde la balsa del niño que fui

tropieza con la del joven enamorado

y con la del adulto enfermo y desengañado

buscando la salida de las lágrimas.


En mi interior hay un océano

atravesado por corrientes,

las frías congelan mis sentimientos,

las calientes los enardecen,

mi cuerpo es su recipiente de ebullición.


En mi interior hay un océano

rodeado de cuerpo por todas partes,

abrazadme y notaréis su oleaje,

besadme y gustaréis su sal,

uniros a mí y las olas os vestirán con su espuma.


En mi interior hay un océano,

un océano tan inmenso que rebasa el cuerpo que lo contiene,

tan inmenso que fluye por todos sus orificios

necesitando unirse a otros océanos

para así formar el Océano Universal.


Pedro Casas Serra (19-01-2001)



EM MEU INTERIOR HÁ UM OCEANO...

Em meu interior há um oceano
que golpeia contra minhas paredes,
pelos meus olhos verão se está agitado ou em calma,
eu não posso dormir quando se agita,
nem sorrir se está em calma.

Em meu interior há um oceano
com praias douradas, onde os cometas
dançam abraçados a seus amores furtivos,
e com abismos, que entesouram os restos
de amores naufragados.

Em meu interior há um oceano
onde a balsa do menino que fui,
tropeça com a do jovem apaixonado
e com a do adulto doente e desenganado,
buscando a saída para as lágrimas.

Em meu interior há um oceano
atravessado por correntes,
as frias congelam meus sentimentos,
as quentes os avivam,
meu corpo é seu recipiente de ebulição.

Em meu interior há um oceano
rodeado de corpo por todas partes,
abracem-me e notarão sua ressaca,
beijem-me e gostarão de seu sal,
unam-se a mim e as ondas lhes vestirão com sua espuma.

Em meu interior há um oceano,
um oceano tão imenso que ultrapassa o corpo que o contém,
tão imenso, que flui por todos seus orifícios
necessitando unir-se a outros oceanos
para assim formar o Oceano Universal.

 

Pedro Casas Serra (19-01-2001)

(Versión de Maria Lua)

miércoles, 21 de julio de 2010

El flamenco

EL FLAMENCO


Buscando estoy mi amado

y como peregrino

penitente de un castigo divino,

desgrano mi rosario

contemplando los rostros de la gente

en busca de una mirada transparente

que atrape mi mirada soñadora

en el transcurso de mi camino diario.


Gacela ruborosa

que se refugia en la espesura más frondosa,

huye mi amado de mi alcance,

temeroso no fuera depredadora fiera.


A veces veo a alguien que de espaldas

me parece mi amado,

y corro presuroso y al verle de perfil,

decepcionado, veo

que no tiene de mi amado la figura.


Mi amado es un flamenco de plumaje rosado

posado en una pata, indiferente al mundo.


En sueños veo a mi amado encadenado

en un rincón de la ciudad oscuro,

atado a un oficio sin futuro,

la cara sucia, el pelo despeinado,

colmado de sudor, desaseado.


Entonces sueño que lo lavo

con jabón de romero,

que froto fuertemente con mis manos

su parte de delante y su nalguero

con esponja marina,

para secarlo luego con esmero

envolviéndolo en toalla grande, suave y fina,

que le perfumo con lavanda el pelo,

le afeito la barba de tres días

y con loción su cara masajeo.


Después, contemplo a mi amado,

apuesto y bien plantado,

alzándose desnudo

de cuerpo entero

y siento lo que Dios posiblemente

sentiría al contemplar a Adán el primer día.


Luego visto a mi amado lentamente

cubriendo su natura con calzoncillos blancos,

con camiseta blanca sus costillas,

con blanco pantalón sus pantorrillas,

con camisa blanca sus musculosos brazos

y sus ligeros pies... con blancas zapatillas.


Resultando mi amado

obra enteramente mía,

que lo he encontrado,

lavado, vestido y perfumado.


Y tal como lo he hecho lo deshago

desvistiéndolo y dejándolo desnudo

en toda la belleza de su hombría,

gacela trashumante que pasó por delante

y atrapó mi mirada palpitante un día.


Pedro Casas Serra (17-06-1992)



O FLAMINGO

Buscando estou o meu amado,
e como peregrino
penitente de um castigo divino,
debulho meu rosário
contemplando os rostos de toda a gente,
na busca de um olhar transparente
que prenda meu olhar sonhador
no transcurso do meu caminho diário.

Gazela enrubescida
que se refugia na espessura mais frondosa,
meu amado foge ao meu alcance,
temeroso que seja depredador feroz.

Às vezes, vejo a alguém que, de costas,
me parece meu amado,
e corro pressuroso e ao ver-lhe de perfil,
decepcionado, vejo
que não tem do meu amado a figura.

Meu amado é um flamingo de plumagem rosada,
pousado em uma perna, indiferente ao mundo.

Em sonhos, vejo a meu amado preso
em um canto escuro da cidade,
atado a um ofício sem futuro,
o rosto sujo, o cabelo despenteado,
besuntado de suor, sem asseio.

Então, sonho que o lavo
com sabonete de alecrim ,
que esfrego fortemente com minhas mãos
sua parte da frente, e seu cruzeiro
com esponja marinha,
para secá-lo depois com esmero
envolvendo-o uma em toalha grande, suave e fina;
e perfumo-lhe o pelo com alfazema,
faço-lhe a barba de três dias
e com loção seu rosto massageio.

Depois, contemplo a meu amado
enfeitado e de belo tipo,
levantando-se nu,
de corpo inteiro,
e sinto o que Deus possivelmente
sentiria ao contemplar Adão no primeiro dia.

Depois, visto meu amado lentamente,
cobrindo a sua natureza com cuecas brancas,
com camiseta branca os seus mamilos,
com calça branca as suas panturrilhas,
com camisa branca os seus musculosos braços,
e os seus ligeiros pés... com brancas sapatilhas.

Resulta o meu amado
obra inteiramente minha,
que o vejo,
lavado, vestido e perfumado.

E tal como o fiz, o desfaço,
despindo-o e deixando-o nu
em toda a beleza de sua masculinidade,
gazela transumante que passou diante de mim
e prendeu o meu olhar palpitante um dia

Pedro Casas Serra (17-06-1992)

(Versión de Maria Lua)

martes, 20 de julio de 2010

Faunos

FAUNOS


Esta tarde vente conmigo al río,

a ese recodo que conozco al que no llega nadie.

Allí chapotearemos como locos

para después tomar el sol, echados

sobre las piedras planas del ribazo.

¡Verás cómo te gusta!

El agua está muy fresca allí y solo se oyen pájaros

y el murmullo del agua

al chocar con las rocas más grandes.

Es un lugar ideal para aprender a amarnos,

como niños, jugando,

descubrir nuestros cuerpos hechos para el amor,

y para perseguirnos, como faunos,

corriendo por el bosque entre los árboles

hasta caer en brazos el uno del otro.


Pedro Casas Serra (29-07-1992,02)

lunes, 19 de julio de 2010

Ámame

ÁMAME


Si entenderme no puedo,

si a mí mismo me cuesta comprenderme,

¿cómo voy a decirte que te quiero

y esperar que me creas?


Si el agua, que acoge nuestros cuerpos y nos lava

calmando nuestro ardor,

es la misma que hunde nuestros barcos;

si el aire, que aleja nuestras voces y nos seca

oreando nuestros cuerpos,

es el mismo que abate nuestras casas;

si el fuego, que alumbra nuestros rostros y nos lame

paliando nuestro frío,

es el mismo que incendia nuestros bosques...


¿Por qué yo

que acojo, alejo y alumbro tus desdichas,

no puedo ser el mismo

que hunda, abata o incendie tus venturas?


Pedro Casas Serra (09-1990,04)

domingo, 18 de julio de 2010

Vivir

VIVIR


Disfrutar del momento, ser consciente

de que quizá no se repita nunca más:

la caricia del sol, la sensación del aire golpeándote...

¡Estar vivo!, como la hierba o el insecto.


No saber el porqué ni el hasta cuándo

pero es dulce vivir este momento

porque está aquí, sin más,

y quizá no vuelva a presentarse.


Sorber la vida lentamente

como quien bebe la cicuta,

observarla como desde dentro de un buzón

y no entender gran cosa

porque en su vértigo

ríes cuando se ha ido el sol

y lloras cuando amanece.


Lo que más vale no tiene precio

y puedes recogerlo al paso,

pero no preguntes por ello

porque a su nombre huye,

cógelo - si lo encuentras - y ya está.


Pedro Casas Serra (06-05-1991,02)

sábado, 17 de julio de 2010

Carta a mi hija Escarlata

CARTA A MI HIJA ESCARLATA


Quererte a ti no es nada fácil, ¿sabes?

Hay que elegir la forma de ayudarte

y de lejos, resulta muy difícil.


Me alegra tu alegría, verte llena

de intereses, de amigos, de ilusiones,

que te sientas a gusto en tu colegio.


Tú diviértete mucho que hace falta

que ahora de pequeña seas muy niña,

para que de mayor seas muy mujer.


Aprende con pasión todas las cosas,

pues saberlas te hará hacerlas bien

y hacerlas bien te hará sentir contenta.


Piensa bien de la gente en un principio,

pues no conocerás gente estupenda

si no empiezas pensando bien de ella.


En el mundo hay de todo: feos y guapos,

ricos y pobres, vagos y currantes,

listos y tontos, tramposos y honrados.


Por eso tú fíjate bien en todos,

que todos tienen algo que enseñarte

si tú no dejas de fijarte bien.


Defiende a los pequeños de los grandes

procurando que a ti no te hagan daño

para así resultar más eficaz.


Di mentiras tan solo cuando puedan

evitar que alguien sufra, ten en cuenta

que no siempre callar es ser hipócrita.


Si hacen algo que te gusta dilo,

pues si te gusta tanto lo que hacen

también te gustarán quienes lo hacen.


El dinero no sirve para todo,

lo mejor de la vida no está en venta

ni las buenas personas tienen precio.


Espera cada día ilusionada

y piensa que si algo sale mal,

con el tiempo se solucionará.


Piensa al sentir, observa lo que ves,

aspira, saborea, palpa, escucha...

Y así te sentirás mucho más viva.


Hay días que podrás pensar mejor,

hoy yo puedo pensar bastante bien,

ayer en cambio me dolía el alma.


Pedro Casas Serra (1989,02)

viernes, 16 de julio de 2010

Versos para mis amigos

VERSOS PARA MIS AMIGOS


Estoy cansado, amigos, estoy cansado,

cansado de deseo insatisfecho.


Prestadme vuestros ojos,

prestadme vuestro pecho

para seguir mirando,

para seguir sintiendo.


Prestadme vuestra risa,

prestadme vuestro aliento,

la palabra precisa,

el gesto cierto.


He derrochado, amigos, he derrochado,

derrochado mi cuerpo limitado.


Los ojos en el agua,

en el aire la boca,

en la tierra la mano

y el corazón en fuego.


Mi risa quedó en rosas,

mi pecho en el océano,

mi vista en las palomas,

mi corazón en todo.


Quedo en vosotros, amigos, quedo en vosotros,

en vosotros para seguir viviendo.


Reír con vuestros hijos,

jugar con vuestro perro,

besar con vuestra boca,

llorar con vuestros muertos.


Cantar con vuestros pájaros,

soñar con vuestros sueños,

pensar con vuestra mente,

amar con vuestro cuerpo.


A vuestra puerta llamo, amigos, a vuestra puerta llamo,

a vuestra puerta llamo a través de estos versos.


Pedro Casas Serra (10-05-1999,01)

jueves, 15 de julio de 2010

El balancín

EL BALANCÍN


Es nuestra vida como una brisa suave

que apenas se levanta ya se apaga,

miramos hacia atrás y vemos la mañana,

miramos adelante y ya no vemos nada.


No ha mucho tiempo éramos solo niños

inseguros al dar nuestros primeros pasos,

pronto otra vez iremos inseguros

y necesitaremos apoyo de otros brazos.


Aprendimos a amar mientras mamábamos,

nuestros cuerpos de adultos entregamos,

lo que quisieron darnos recibimos,

y si algo nos queda, al fin lo exhalaremos.


No contaba el futuro cuando todo lo era,

vivimos luego eterno y estruendoso presente,

apareció el dolor y con él el pasado

y aprendimos a ver y a escuchar hacia adentro.


Íbamos proyectados por un impulso ciego,

todo lo resumían cuatro verdades ciertas,

llegaron las caídas y las desilusiones

y nos fuimos frenando al surgir las preguntas.


En la memoria queda la piel cálida y fresca,

los miembros que se estiran, los huecos que se llenan,

las mentes que se incendian, los sexos que gotean,

las sombras que se acortan cuando tan solo la memoria queda.


Pedro Casas Serra (02-11-1992)

miércoles, 14 de julio de 2010

El circo

EL CIRCO


Esta noche he soñado con ella,

he soñado que abría la caravana

y me llamaba,

que su voz, inconfundible,

alegre me decía:

"Pedro, he venido

porque temía que te olvidaras

de las entradas

que compré para el circo."

He soñado que me despertaba

y que abría los ojos incrédulo,

que parpadeando la miraba

y que estaba allí,

con su expresión juguetona,

y que sus pezones oscuros me apuntaban.

Entonces he soñado que soñaba...

y me he puesto a llorar.


Pedro Casas Serra (10-1990)

martes, 13 de julio de 2010

La excursión

LA EXCURSIÓN


Salí del camping muy temprano,

mi perra por delante.

Tomé la carretera junto al río

hacia su cabecera.

A un lado veía el río

al fondo de un barranco,

al otro

trigales salpicados de amapolas,

y en los arcenes

copudos árboles

formaban casi un túnel.

Llegado al puente

donde la carretera cruza el río

y se aleja hacia el valle vecino,

donde la zona de acampada

entonces vacía,

tomé la pista

que por su margen derecho

sigue el río.

Pasé el canal de la central eléctrica

con su gorgoteo de agua al deslizarse,

llegué a la presa rota,

la que forma un remanso de aguas frías

donde me he chapuzado algunas veces,

avisté la masía abandonada

y la pequeña ermita en la colina,

alcancé la casa de colonias

y en la fuente de enfrente

bebí un trago.

Dejé la pista

y cogí un sendero

al lado de otro río

- si menos caudaloso más bravío -

y primero entre prados

- otrora cultivados

por los habitantes del molino en ruinas -

y después

entre matorrales y arbustos,

fui subiendo.

El tiempo iba pasando en el esfuerzo

y el sol, siempre más alto,

golpeaba mis espaldas

ahogándome en calor.

Sudaba.

Por eso,

me quité la camisa

y la metí en la bolsa que llevaba

con un libro, la crema y la toalla.

Pronto,

los pantalones y la camiseta

hicieron compañía a la camisa.

En slip y alpargatas

continué el camino.

Ahora el sendero

se hundía entre los árboles

formándose un ambiente

umbrío y húmedo

- era agradable.

Solo se oía el agua

y el trino de algún pájaro,

y a veces,

entre los matorrales,

vislumbraba el torrente.

Estaba entre semana,

en un sendero ignoto

inaccesible para los automóviles,

por eso

me quité el bañador y las alpargatas

y me quedé desnudo.

Y seguí caminando

desnudo.

Mis pies

me transmitían el pulso de la tierra,

mis oídos estaban

listos al menor ruido

y mi vista escrutaba el territorio

para librarme de cualquier tropiezo,

en tanto mis pulmones

se llenaban de la humedad del bosque;

y estaba todo sensibilizado,

en tensión,

y andaba presuroso,

saltando y brincando,

casi corriendo,

sintiéndome radiante,

lleno de fuerza y vida, liberado

de ataduras y angustias,

como formando parte

de un espacio naciente

que hollara yo el primero

descendiendo

genéticamente

por el árbol de la especie...

Alcancé el viejo puente

y bajé hasta un recodo del torrente

donde el margen de piedra

lavado por el agua

forma un solárium natural.

Allí pasé el día.

Retocé como un niño

deslizándome por las bruñidas losas,

sumergiéndome en hoyos

en que el frío

me cortaba el aliento

para luego tenderme

a secar en la orilla,

los miembros extendidos como un cristo,

abrazando ora el sol

ora la tierra;

y otra vez remojones

y otra vez secados,

adormilándome y desperezándome,

hasta que el sol se subió a la montaña

dejando el río en sombras.

Entonces, de regreso,

bajé por el torrente

dejándome llevar

hasta la casa de colonias,

puse allí pie en la orilla,

extraje de mi bolsa

toda mi indumentaria,

me vestí,

bebí un trago en la fuente...

y regresé hacia el camping,

mi perra por delante.


Pedro Casas Serra (05-06-1992)

domingo, 11 de julio de 2010

Llanto sobre el Rhin

LLANTO SOBRE EL RHIN


........................I


¿No oís sus voces? Suenan airadas

apagando el eco de vuestras canciones.

Vienen en tropel, de todas partes

surgen emergiendo del lodo.


Mientras los días transcurren placenteros

acecha el monstruo y de sus fauces

brotan llamas que abrasan.

Miras y no ves sino desesperación.


¿Valía la pena tañer campanas?,

¿las palabras solemnes?, ¿los himnos marciales?

Los jardines con cruces no contestan,

con su dulce silencio resignado.


Si aún te quedan fuerzas, acércate al río,

métete en el agua, hunde tu cabeza

y reza una oración,

así probablemente conocerás la respuesta.


........................II


He visto saltar las techumbres

entre truenos de bombas y rojas llamaradas,

y a las gentes, como chinches,

abandonar sus casas.


Hoy suenan de nuevo las campanas

y enamorados enlazados

me contemplan: arcángel

al que un arzobispo anidó en su torre.


Cualquier día me echaré a volar,

yo también necesitado de otro

que imagino me aguarda

al otro lado del pináculo.


También yo necesito de su sangre

y de que sacie sus apetitos en mí,

mordisqueándome las alas

hasta alcanzar el orgasmo.


........................III


El río transcurre placentero

arrastrando indolente las barcazas,

entre viejos castillos

que ríen desdentados su soberbia.


Él da la razón a los niños

que chapotean desnudos sus orillas,

y a los enamorados que bajo los sauces

tienden mantas sobre las que yacer.


¡Que no crezcan esos niños dorados

que aparecen y desaparecen entre sus aguas!

¡Que no cesen los amantes en sus juegos!

¡Que no pase el tiempo!


Pues recordad esos días odiosos

en que bajo las botas

temblaban los puentes,

y aun las piedras lloraban.


Pedro Casas Serra (11-08-2003)