jueves, 27 de diciembre de 2012

"Da felicidade" de Mario Quintana


Quantas vezes a gente, em busca da ventura,
Procede tal e qual o avozinho infeliz:
Em vão, por toda parte, os óculos procura,
Tendo-os na ponta do nariz!

Mario Quintana (Espelho Mágico, 1951)


De la felicidad

Cuantas veces la gente, en busca de ventura,
Obra del mismo modo que el abuelo infeliz:
En vano, en todas partes, busca él su montura,
¡Cuándo la lleva en la nariz!

Mario Quintana (Espelho Mágico, 1951)
(Versión de Pedro Casas Serra)

lunes, 24 de diciembre de 2012

"Da amizade entre mulheres" de Mario Quintana


Dizem-se amigas... Beijam-se... Mas qual!
Haverá quem nisso creia?
Salvo se uma das duas, por sinal,
For muito velha, ou muito feia...

Mario Quintana (Espelho Mágico, 1951)


De la amistad entre mujeres

Dícense amigas... Bésanse... ¡Y qué!
¿Quién esto habrá que crea?
Salvo, si de las dos, una, por seña,
Fuese vieja, o muy fea...

Mario Quintana (Espelho Mágico, 1951)
(Versión de Pedro Casas Serra)

viernes, 21 de diciembre de 2012

"Das idéias" de Mario Quintana


Qualquer idéia que te agrade
Por isso mesmo... é tua.
O autor nada mais fez que vestir a verdade
Que dentro em ti se achava interamente nua...

Mario Quintana (Espelho Mágico, 1951)


De las ideas

Cualquier idea que te agrade
Por eso mismo... es tuya.
El autor no hizo más que vestir la verdad
Que en tu interior se hallaba totalmente desnuda...

Mario Quintana (Espelho Mágico, 1951)
(Versión de Pedro Casas Serra)

miércoles, 19 de diciembre de 2012

"Do exercício da filosofia" de Mario Quintana


Como o burrico mourejando à nora,
A mente humana sempre as mesmas voltas dá...
Tolice alguma nos ocorrerá
Que não a tenha dito um sábio grego outrora...

Mario Quintana (Espelho Mágico, 1951)


Del ejercicio de la filosofía

Como el borrico volteando la noria,
Siempre la mente humana las mismas vueltas da...
Frase alguna se nos ocurrirá
Que no haya dicho un sabio griego ya...

Mario Quintana (Espelho Mágico, 1951)
(Versión de Pedro Casas Serra)

martes, 18 de diciembre de 2012

"Dos sistemas" de Mario Quintana


Já trazes, ao nascer, tua filosofia.
As razões? Essas vêm posteriormente,
Tal como escolhes, na chapelaria,
A fôrma que mais te assente...

Mario Quintana (Espelho Mágico, 1951)


De los sistemas

Ya, al nacer, traes tu filosofía.
¿Las razones? Llegan posteriormente,
Como eliges, en la sombrerería,
La horma que mejor te sienta...

Mario Quintana (Espelho Mágico, 1951)
(Versión de Pedro Casas Serra)

lunes, 17 de diciembre de 2012

"Do sabor das coisas" de Mario Quintana


Por mais raro que seja, ou mais antigo,
Só um vinho é deveras excelente:
Aquele que tu bebes calmamente
Com o teu mais velho e silencioso amigo...

Mario Quintana (Espelho Mágico, 1951)


Del sabor de las cosas

Por más raro que sea, o más antiguo,
Sólo un vino es de veras excelente:
Aquel que bebes tú tranquilamente
Con tu más viejo y silencioso amigo...

Mario Quintana (Espelho Mágico, 1951)
(Versión de Pedro Casas Serra)

viernes, 14 de diciembre de 2012

"Do pranto" de Mario Quintana


Não tentes consolar o desgraçado
Que chora amargamente a sorte má.
Se o tirares por fim do seu estado,
Que outra consolação lhe restará?

Mario Quintana (Espelho Mágico, 1951)


Del llanto

No intentes consolar al desgraciado
Que llora por su amarga mala suerte.
Si por fin lo sacaras de su estado,
¿Qué otra consolación le quedaría?

Mario Quintana (Espelho Mágico, 1951)
(Versión de Pedro Casas Serra)

miércoles, 12 de diciembre de 2012

"Da eterna procura" de Mario Quintana


Só o desejo inquieto, que não passa,
Faz o encanto da coisa desejada...
E terminamos desdenhando a caça
Pela doida aventura da caçada.

Mario Quintana (Espelho Mágico, 1951)


De la eterna búsqueda

Sólo el deseo inquieto, que no pasa,
Encanto da a la cosa deseada...
Y acabamos desdeñando la pieza
Por la loca aventura de la caza.

Mario Quintana (Espelho Mágico, 1951)
(Versión de Pedro Casas Serra)

martes, 11 de diciembre de 2012

"Dos nossos males" de Mario Quintana


A nós nos bastem nossos próprios ais,
Que a ninguém sua cruz é pequenina.
Por pior que seja a situação da China,
Os nossos calos doem muito mais...

Mario Quintana (Espelho Mágico, 1951)


De nuestros males

A nosotros nos bastan nuestros males,
Para nadie su cruz es pequeñita.
Por mal que esté la situación en China,
Nuestros callos nos duelen mucho más...

Mario Quintana (Espelho Mágico, 1951)
(Versión de Pedro Casas Serra)

lunes, 10 de diciembre de 2012

Un balbuceo

UN BALBUCEO


Que mi último verso

sea como el primero:

un balbuceo.


Pedro Casas Serra (28-11-2012)

miércoles, 28 de noviembre de 2012

"Das ilusões" de Mario Quintana


Meu saco de ilusões, bem cheio tive-o.
Com ele ia subindo a ladeira da vida.
E, no entretanto, após cada ilusão perdida...
Que extraordinária sensação de alívio!

Mario Quintana (Espelho Mágico, 1951)


De las ilusiones

Mi saco de ilusiones, lleno tuve.
Subiendo iba con él la cuesta de la vida.
Y, sin embargo, tras cada ilusión perdida...
¡Que extraordinaria sensación de alivio!

Mario Quintana (Espelho Mágico, 1951)
(Versión de Pedro Casas Serra)

martes, 27 de noviembre de 2012

"Dos milagres" de Mario Quintana


O milagre não é dar vida ao corpo extinto,
Ou luz ao cego, ou eloqüencia ao mudo...
Nem mudar água pura em vinho tinto...
Milagre é acreditarem nisso tudo!

Mario Quintana (Espelho Mágico, 1951)


De los milagros

Milagro no es dar vida al cuerpo extinto,
O luz al ciego, o elocuencia al mudo...
Ni cambiar agua pura en vino tinto...
¡Milagro es que creyeran todo eso!

Mario Quintana (Espelho Mágico, 1951)
(Versión de Pedro Casas Serra)

lunes, 26 de noviembre de 2012

"Un hecho chusco"

UN HECHO CHUSCO


Iba en el coche de su amigo José María, cuando este le propuso ir a ducharse a su gimnasio. Ya lo había acompañado alguna vez y sabía que disponía de baño privado. Aceptó. Llegaron y se entretuvo en el vestuario, de modo que salió después de él. Al hacerlo, lo vio de lejos cerrar una puerta, se acercó, la abrió y entró. Era una habitación grande, llena de cosas, y que tenía, en medio, una enorme bañera. Se quitó la toalla y se metió. Estaba empezando a enjabonarse, cuando advirtió que cerca de él, en el suelo, había un niño pequeño jugando. ¿Qué haces aquí? - le dijo - ¿dónde está tu madre?, ¿se han olvidado de ti? Diez ojos le miraron bajo sus turbantes de toalla. ¡Estaba en un baño colectivo y había cinco mujeres en él! Por fortuna se dieron cuenta de su confusión y haciendo caso omiso de su bochorno, fueron muy amables, iniciando una conversación.


Pedro Casas Serra (24-11-2012)

viernes, 23 de noviembre de 2012

"Das corcundas" de Mario Quintana


As costas de Polichinelo arrasas
Só porque fogem das comuns medidas?
Olha! Quem sabe não serão as asas
De um Anjo, sob as vestes escondidas...

Mario Quintana (Espelho Mágico, 1951)


De las jorobas

¿La espalda de Polichinela aplanas
Porque se escapa a la común medida?
¡Cuida! Quién sabe si serán las alas
De un Ángel, bajo ropas escondidas...

Mario Quintana (Espelho Mágico, 1951)
(Versión de Pedro Casas Serra)

miércoles, 21 de noviembre de 2012

"Hojas de calendario", nuevo poemario


He publicado un nuevo libro de poemas: "Hojas de calendario", que comprende mis últimos poemas inéditos. Podéis bajaroslo gratuitamente en:

martes, 20 de noviembre de 2012

"Dos mundos" de Mario Quintana



Deus criou este mundo. O homem, todavia,
Entrou a desconfiar, cogitabundo...
Decerto não gostou lá muito do que via...
E foi logo inventando o outro mundo.

Mario Quintana (Espelho Mágico, 1951)


De los mundos

Dios creó este mundo. El hombre, sin embargo,
Empezó a recelar, meditabundo...
No apreció mucho de lo que veía...
Y fue pronto inventando el otro mundo.

Mario Quintana (Espelho Mágico, 1951)
(Versión de Pedro Casas Serra)



viernes, 16 de noviembre de 2012

"Do cuidado da forma" de Mario Quintana


Teu verso, barro vil,
No teu casto retiro, amolga, enrija, pule...
Vé depois como brilha, entre os mais, o imbecil,
Arredondado e liso como um bule!

Mario Quintana (Espelho Mágico, 1951)


Del cuidado de la forma

Tu verso, barro vil,
En tu casto retiro, abolla, encrespa, pule...
Vé como brilla, entre las manos, el imbécil,
¡Redondeado y liso como un cazo!

Mario Quintana (Espelho Mágico, 1951)
(Versión de Pedro Casas Serra)

miércoles, 14 de noviembre de 2012

"Das belas frases" de Mario Quintana


Frases felizes... Frases encantadas...
Ó festa dos ouvidos!
Sempre há tolices muito bem ornadas...
Com há pacóvios bem vestidos.

Mario Quintana (Espelho Mágico, 1951)


De las bellas frases

Frases felices... Frases encantadas...
¡Fiesta de los oídos!
Siempre habrá tonterías adornadas...
Como habrá lerdos bien vestidos.

Mario Quintana (Espelho Mágico, 1951)
(Versión de Pedro Casas Serra)

martes, 13 de noviembre de 2012

"Do estilo" de Mario Quintana


Fere de leve a frase... E esquece... Nada
Convém que se repita...
Só en linguagem amorosa agrada
A mesma coisa cem mil vezes dita.

Mario Quintana (Espelho Mágico, 1951)


Del estilo

Hiere leve la frase... Y olvida... Nada
Conviene se repita...
Sólo en el lenguaje amoroso agrada
La misma cosa cien mil veces dicha.

Mario Quintana (Espelho Mágico, 1951)
(Versión de Pedro Casas Serra)

lunes, 12 de noviembre de 2012

"Da observação" de Mario Quintana


Não te irrites, per mais que te fizerem...
Estuda, a frio, o coração alheio.
Farás, assim, do mal que eles te querem,
Teu mais amável e sutil recreio...

Mario Quintana (Espelho Mágico, 1951)


De la observación

No te irrites, por mucho que te hicieren...
Estudia, en frío, el corazón ajeno.
Harás, así, del mal que ellos te quieren,
Tu más amable y más sutil recreo...

Mario Quintana (Espelho Mágico, 1951)
(Versión de Pedro Casas Serra)

viernes, 9 de noviembre de 2012

"No silêncio terrível" de Mario Quintana


No silêncio terrível do Cosmos
Há de ficar uma última lâmpada acesa.
Mas tão baça
Tão pobre
Que eu procurarei, às cegas, por entre os papéis revoltos,
Pelo fundo dos armários,
Pelo assoalho, onde estarão fugindo inmundas ratazanas,
O pequeno crucifixo de prata
- O pequenino, o milagroso crucifixo de prata que tu me deste um dia
Preso a uma fita preta.
E por ele os meus lábios convulsos chorarão
Viciosos do divino contato da prata fria...
Da prata clara, silenciosa, divinamente fria - morta!
E então a derradeira luz se apagará de todo...

Mario Quintana (O Aprendiz de Feiticeiro, 1950)


En el silencio terrible 

En el silencio terrible del Cosmos
Quedará una última lámpara encendida.
Pero tan débil
Tan pobre
Que buscaré, a ciegas, entre los papeles revueltos,
En el fondo de los armários,
En el sollado, por donde huirán las ratas inmundas,
El pequeño crucifijo de plata
- El pequeñito, el milagroso crucifijo de plata que tú un día me diste
Prendido de una cinta negra.
Y sobre él mis labios convulsos llorarán
Deseosos del divino contacto de la plata fría...
De la plata clara, silenciosa, divinamente fría - ¡muerta!
Y entonces la postrera luz se apagará del todo...

Mario Quintana (O Aprendiz de Feiticeiro, 1950)
(Versión de Pedro Casas Serra)

miércoles, 7 de noviembre de 2012

¡Catalanes y turbios, los 62 son buenos años!

CATALANES Y TURBIOS, LOS 62 SON BUENOS AÑOS


El matrimonio gay ya es un derecho con aval constitucional.” (De los periódicos)


Aquel hombre había sido muy atractivo. Hacía veinte años, cuando él solo tenía 20 y se acercaba tímido a la playa nudista, lo había visto, por primera y única vez en todo su esplendor. Entonces era el centro de atención de muchos y no se atrevió a acercársele. Luego pasaron muchos años sin que lo volviera a encontrar. Hoy volvía a verlo, y esta vez solo. Era más mayor pero aún conservaba parte de su arrogancia. Miró a su alrededor y vio hombres de muy diversas edades: desde jóvenes de belleza radiante, hasta ancianos que daba pena mirarlos. Pensó para sí: ¡catalanes y turbio, los 62 son buenos años! Y fue caminando hacia él.


Pedro Casas Serra (07-11-2012)

martes, 6 de noviembre de 2012

"Ao longo das janelas mortas" de Mario Quintana


Ao longo das janelas mortas
Meu passo bate as calçadas.
Que estranho bate!... Será
Que a minha perna é de pau?
Ah, que esta vida é automática!
Estou exausto de gravitação dos astros!
Vou dar um tiro neste poema horrível!
Vou apitar chamando os guardas, os anjos, Nosso Senhor, as prostitutas, os mortos!
Venham ver a minha degradação,
A minha sede insaciável de não sei o quê,
As minhas rugas.
Tombai, estrelas de conta,
Lua falsa de papelão,
Manto bordado do céu!
Tombai, cobri com a santa inutilidade vossa
Esta carcaça miserável de sonho...

Mario Quintana (O Aprendiz de Feiticeiro, 1950)


A lo largo de las ventanas muertas

A lo largo de las ventanas muertas
Mis pasos suenan en la calzada.
¡Qué extraño suenan!... ¿Será
que mi pierna es de palo?
¡Ah, qué automática es esta vida!
¡Estoy exhausto de la gravitación de los astros!
¡Voy a pegar un tiro a este horrible poema!
¡Voy a pitar llamando a los guardias, los ángeles, Nuestro Señor, las prostitutas, los muertos!
Vengan a ver mi envilecimiento,
Mi sed insaciable de no sé qué,
Mis arrugas.
¡Caed, estrellas de mentira,
Falsa luna de cartón,
Manto bordado del cielo!
Caed, cubrid con vuestra santa inutilidad
Este armazón miserable de sueño...

Mario Quintana (O Aprendiz de Feiticeiro, 1950)
(Versión de Pedro Casas Serra)

lunes, 5 de noviembre de 2012

"Obsessão do Mar Oceano" de Mario Quintana


Vou andando feliz pelas ruas sem nome...
Que vento bom sopra do Mar Oceano!
Meu amor eu nem sei com se chama,
Nem sei se é muito longe a Mar Oceano...
Mas há vasos cobertos de conchinhas
Sobre as mesas... e moças nas janelas
Com brincos e pulseiras de coral...
Búzios calçando portas... caravelas
Sonhando imóveis sobre velhos pianos...
Nisto,
Na vitrina do bric o teu sorriso, Antínous,
E eu me lembrei do pobre imperador Adriano,
De su'alma perdida e vaga na neblina...
Mas como sopra o vento sobre o Mar Oceano!
Se eu morresse amanhã, só deixaria, só,
Uma caixa de música
Uma bússola
Um mapa figurado
Uns poemas cheios de beleza única
De estarem inconclusos...
Mas como sopra o vento nestas ruas de outono!
E eu nem sei, eu nem sei como te chamas...
Mas nos encontramos sobre o Mar Oceano,
Quando eu também já não tiver mais nome.

Mario Quintana (O Aprendiz de Feiticeiro, 1950)


Obsesión del Océano

Voy andando feliz por las calles sin nombre...
¡Qué buen viento sopla del Océano!
Mi amor no sé como se llama,
Ni sé si está muy lejos del Océano...
Pero hay jarrones cubiertos de conchitas
Sobre las mesas... y mozas en las ventanas
Con pendientes y pulseras de coral...
Caracolas calzando puertas... caravelas
Soñando inmóviles sobre viejos pianos...
En esto,
En el escaparate de la tienda tu sonrisa, Antínoo,
Y me acordé del pobre emperador Adriano,
De su alma perdida y vaga en la neblina...
¡Pero cómo sopla el viento en el Océano!
Si yo muriera mañana, sólo dejaría, sólo,
Una caja de música
Una brújula
Una carta marina
Unos poemas llenos de la única belleza
De estar inacabados...
¡Pero como sopla el viento en estas calles de otoño!
Y yo ni siquiera sé, ni siquiera sé como te llamas...
Pero nos encontraremos en el Océano,
Cuando yo tampoco tenga nombre.

Mario Quintana (O Aprendiz de Feiticeiro, 1950)
(Versión de Pedro Casas Serra

martes, 30 de octubre de 2012

"O poema do amigo" de Mario Quintana


Estranhamente esverdeado e fosfóreo,
Que de vezes já o encontrei, em escusos bares submarinos,
O meu calado cúmplice!

Teríamos assassinado juntos a mesma datilógrafa?
Encerráramos um anjo do Senhor nalgum escuro calabouço?

Éramos necrófilos
Ou poetas?
E aquele segredo sentava-se ali entre nós todo o tempo,
Como um convidado de máscara.
E nós bebíamos lentamente a ver se recordávamos...
E através das vidraças olhávamos os peixes maravilhosos e terríveis cujas complicadas formas eram tão difíceis de compreender como os nomes com que os catalogara Marcus Gregorovius na sua monumental Fauna Abyssalis.

Mario Quintana (O Aprendiz de Feiticeiro, 1950)


El poema del amigo

Extrañamente verdoso y fosforescente,
Que encontré a veces, en escusados bares submarinos,
¡Mi callado cómplice!

¿Habríamos asesinado juntos a la misma mecanógrafa?
¿Habríamos encerrado a un ángel del Señor en algún oscuro calabozo?

¿Éramos necrófilos
O poetas?
Y aquel secreto estaba siempre entre nosotros,
Como un invitado enmascarado.
Y bebíamos lentamente para ver si recordábamos...
Y a través de los cristales mirábamos los peces maravillosos y terribles cuyas complicadas formas eran tan difíciles de comprender como los nombres con que los catalogara Marcus Gregorovius en su monumental Fauna Abyssalis.

Mario Quintana (O Aprendiz de Feiticeiro, 1950)
(Versión de Pedro Casas Serra)

lunes, 29 de octubre de 2012

"O poema" de Mario Quintana


Um poema como um gole dágua bebido no escuro.
Como um pobre animal palpitando ferido.
Como pequenina moeda de prata perdida para sempre na floresta noturna.
Um poema sem outra angústia que a sua misteriosa condição de poema.
Triste.
Solitário.
Único.
Ferido de mortal beleza.

Mario Quintana (O Aprendiz de Feiticeiro, 1950)

El poema

Un poema como un sorbo de agua bebido en la oscuridad.
Como un pobre animal palpitando herido.
Como una pequeña moneda de plata perdida para siempre en la floresta nocturna.
Un poema sin más angustia que su misteriosa condición de poema.
Triste.
Solitario.
Único.
Herido de mortal belleza.

Mario Quintana
(Versión de Pedro Casas Serra)

viernes, 26 de octubre de 2012

"Quando eu morrer e no frescor de lua..." de Mario Quintana


Quando eu morrer e no frescor de lua
Da casa nova me quedar a sós,
Deixai-me em paz na minha quieta rua...
Nada mais quero com nehum de vós!

Quero é ficar com alguns poemas tortos
Que andei tentando endireitar em vão...
Que lindo a Eternidade, amigos mortos,
Para as torturas lentas da Expressão!...

Eu levarei comigo as madrugadas,
Pôr de sóis, algum luar, asas em bando,
Mais o rir das primeiras namoradas...

E um dia a morte há de fitar com espanto
Os fios de vida que eu urdi, cantando,
Na orla negra do seu negro manto...

Mario Quintana (A Rua dos Cataventos, 1940)


Cuando yo muera y a la fresca luna...

Cuando yo muera y a la fresca luna
De la nueva casa me quede solo,
Dejadme en paz en mi tranquila calle...
¡Nada quiero con nadie de vosotros!

Quedaré con algunos versos sueltos
Que anduve enderezando vanamente...
¡Qué linda Eternidad, amigos muertos,
Para las lentas formas de Expresión!...

Conmigo llevaré las madrugadas,
Puestas de sol, las alas en bandadas,
Más el reír de las primeras novias...

Y observará la muerte con espanto
la vida en hilos que yo urdí, cantando,
En la orla negra de su negro manto...

Mario Quintana (A Rua dos Cataventos, 1940)
(Versión de Pedro Casas Serra)

lunes, 22 de octubre de 2012

"Que bom ficar assim, horas inteiras..." de Mario Quintana


Para Reynaldo Moura

Que bom ficar assim, horas inteiras,
Fumando... e olhando as lentas espirais...
Enquanto, fora, cantam os beirais
A baladilla ingênua das goteiras

E vai a névoa, a bruxa silenciosa,
Transformando a Cidade, mais e mais,
Nessa Londres longínqua, misteriosa
Das poéticas novelas policiais...

Que bom, depois, sair por essas ruas,
Onde os lampiões, com sua luz febrenta,
São sóis enfermos a fingir de luas...

Sair assim (tudo esquecer talvez!)
E ir andando, pela névoa lenta,
Com a displicência de um fantasma inglês...

Mario Quintana (A Rua dos Cataventos, 1940)


Qué bien quedarse así, horas enteras...

Para Reynaldo Moura

Que bien quedarse así, horas enteras,
Fumar... y mirar las espirales...
Mientras, afuera, cantan los aleros
La baladilla ingenua de goteras

Y va la niebla, bruja silenciosa,
Cambiando la Ciudad, cada vez más,
De Londres, tan lejana y misteriosa,
De poéticas novelas policiales...

Que bien, después, salir por esas calles,
Donde faroles, de luz cenicienta,
Son tristes soles que se fingen lunas...

Salir así (¡todo olvidar tal vez!)
E ir andando, por la niebla lenta,
Con displicencia de fantasma inglés...

Mario Quintana (A Rua dos Cataventos, 1940)
(Versión de Pedro Casas Serra)

viernes, 19 de octubre de 2012

"Sobre a coberta o lívido marfim..." de Mario Quintana


Sobre a coberta o lívido marfim
Dos meus dedos compridos, amarelos...
Fora, um realejo toca para mim
Valsas antigas, velhos ritornelos.

E esquecido que vou morrer enfim,
Eu me distraio a construir castelos...
Tão altos sempre... cada vez mais belos!...
Nem D. Quijote teve morte assim...

Mas que ouço? Quem será que está chorando?
Se soubésseis o quanto isto me enfada!
...E eu fico a olhar o céu pela janela...

Minh'alma louca há de sair cantando
Naquela nuvem que lá está parada
E mais parece um lindo barco a vela!...

Mario Quintana (A Rua dos Cataventos, 1940)


Sobre la colcha el lívido marfil...

Sobre la colcha el lívido marfil
De mis dedos delgados, amarillos...
Fuera, un realejo toca para mí
Valses antiguos, viejos ritornelos.

Y sin pensar que moriré por fin,
me distraigo en construir castillos...
¡Tan altos siempre!... ¡cada vez más bellos!...
Ni Don Quijote tuvo muerte así...

¿Pero qué oigo? ¿Quién está llorando?
¡Si supierais cuánto ésto me enfada!
...Quedo mirando el cielo en la ventana...

Mi alma loca ha de salir cantando
En esa nube que está allí parada
¡Y más parece un barquito de vela!...

Mario Quintana (A Rua dos Cataventos, 1940)
(Versión de Pedro Casas Serra)

martes, 16 de octubre de 2012

"Gadêa... Pelichek... Sebastião..." de Mario Quintana


Gadêa... Pelichek... Sebastião...
Lobo Alvim... Ah, meus velhos camaradas!
Aonde foram vocés? Onde é que estão
Aquelas nossas ideais noitadas?

Fiquei sozinho... Mas não creio, não,
Estejam nossas almas separadas!
Às vezes sinto aqui, nestas calçadas,
O passo amigo de vocês... E então

Não me constranjo de sentir-me alegre,
De amar a vida assim, por mais que ela nos minta...
E no meu romantismo vagabundo

Eu sei que nestes céus de Porto Alegre
é para nós que inda S. Pedro pinta
Os mais belos crepúsculos do mundo!...

Mario Quintana (A rua dos Cataventos, 1940)


Gadêa... Pelichek... Sebastião...

Gadêa... Pelichek... Sebastião...
Lobo Alvim... ¡Ah, mis viejos camaradas!
¿Dónde fueron ustedes? ¿Dónde están
Aquellas convicciones tan guardadas?

Solo quedé... Pero no creo, no,
¡Se encuentren nuestras almas separadas!
A veces siento aquí, en estas calzadas,
El paso amigo de ustedes... Y entonces

No me reprimo de sentirme alegre,
De amar la vida así, por más que ella nos mienta...
Y en mi romanticismo vagabundo

Yo sé que en el azul de Porto Alegre
San Pedro aquí, para nosotros pinta
¡Los más bellos crepúsculos del mundo!...

Mario Quintana (A rua dos Cataventos, 1940)
(Versión de Pedro Casas Serra)

jueves, 11 de octubre de 2012

"Da vez primeira em que me assassinaram..." de Mario Quintana


Da vez primeira em que me assassinaram
Perdi um jeito de sorrir que eu tinha...
Depois, de cada vez que me mataram,
Foram levando qualquer coisa minha...

E hoje, dos meus cadáveres, eu sou
O mais desnudo, o que não tem mais nada...
Arde um toco de vela, amarelada...
Como o único bem que me ficou!

Vinde, corvos, chacais, ladrões da estrada!
Ah! Desta mão, avaramente adunca,
Ninguém há de arrancar-me a luz sagrada!

Aves da Noite! Asas do Horror! Voejai!
Que a luz, trêmula e triste como um ai,
A luz do morto não se apaga nunca!

Mario Quintana (A Rua dos Cataventos, 1940)


De la primera vez que asesinaron...

De la primera vez que asesinaron
Perdí aquel sonreír que yo tenía...
Después, de cada vez que me mataron,
Fueron llevando alguna cosa mía...

Y hoy, de mis cadáveres, yo soy
El más desnudo, quien no tiene nada...
Arde un trozo de vela, muy menguada...
¡Como el único bien que me quedó!

¡Venid, cuervos, chacales en manada!
¡Ah! ¡De esta mano, avaramente adusta,
Nadie me arrancará la luz sagrada!

¡Nocturnas Aves! ¡Alas de Desdicha!
La luz, trémula y triste como un ay,
¡La luz del muerto no se apaga nunca!

Mario Quintana (A Rua dos Cataventos, 1940)
(Versión de Pedro Casas Serra)

miércoles, 10 de octubre de 2012

"O dia abriu seu pára-sol bordado..." de Mario Quintana


Para Erico Verissimo

O dia abriu seu pára-sol bordado
De nuvens e de verde ramaria.
E estava até um fumo, que subia.
Mi-nu-ci-o-sa-men-te desenhado.

Depois surgiu, no céu azul arqueado,
A Lua - a Lua! - em pleno meio-dia.
Na rua, um menininho que seguia
Parou, ficou a olhá-la admirado...

Pus meus sapatos na janela alta,
Sobre o rebordo... Céu é que lhes falta
Pra suportarem a existência rude!

E eles sonham, imóveis, deslumbrados,
Que são dois velhos barcos, encalhados
Sobre a margem tranqüila de um açude...

Mario Quintana (A Rua dos Cataventos, 1940)


El día abrió su parasol bordado...

Para Erico Verissimo

El día abrió su parasol bordado
De nubes y de verde varillaje.
Y había incluso un humo, que subía.
Muy mi-nu-cio-sa-men-te dibujado.

Después salió, en el cielo azul arqueado,
La Luna - ¡Luna! - en pleno mediodía.
En la calle, un pequeño que corría
Paró, y quedó mirándola asombrado...

Coloco mis zapatos en la alta
Ventana... ¡Cielo es lo que les falta
Para aguantar tanta existencia ruda!

Y ellos sueñan, inmóviles, cegados,
Que son dos viejos barcos, encallados
Sobre el margen tranquilo de una azuda...

Mario Quintana (A Rua dos Cataventos, 1940)
(Versión de Pedro Casas Serra)

martes, 9 de octubre de 2012

Aparición

APARICIÓN


Joven de mirada clara,

palabra suave y sonrisa fresca,

que tienes una tibia proximidad

que enamora

y que hace tintinear mi corazón,

que, por un instante,

despierta al aroma de tu juventud.


Pedro Casas Serra (06-10-2012)

lunes, 8 de octubre de 2012

"Dentro da noite alguém cantou..." de Mario Quintana


Dentro da noite alguém cantou.
Abri minhas pupilas assustadas
De ave noturna... E as minhas mãos, velas paradas,
Não sei que frêmito as agitou!

Depois, de novo, o coração parou.
E quando a lua, enorme, nas estradas
Surge... dançam as minhas lâmpadas quebradas
Ao vento mau que as apagou...

Não foi nenhuma voz amada
Que, preludiando a canção notâmbula,
No meu silêncio me procurou...

Foi minha própria voz, fantástica e sonâmbula!
Foi, na noite alucinada,
A voz do morto que cantou.

Mario Quintana (A Rua dos Cataventos, 1940)


En la profunda noche alguién cantó...

En la profunda noche alguien cantó.
Y yo abrí mis pupilas asustadas
De ave nocturna... Y mis manos, velas aquietadas,
¡No sé que estremecer las agitó!

Luego, de nuevo, el corazón paró.
Y al ver la luna, enorme, en las calzadas
Salir... bailan mis lámparas quebradas
Al viento malo que las apagó...

No fue ninguna voz amada
La que, anunciando la canción noctámbula,
En mi silencio me buscó...

¡Fue mi propia voz, fantástica y sonámbula!
Fue, en la noche alucinada,
La voz del muerto que cantó.

Mario Quintana (A Rua dos Cataventos, 1940)
(Versión de Pedro Casas Serra)

jueves, 4 de octubre de 2012

"Este silêncio é feito de agonias..." de Mario Quintana


Este silêncio é feito de agonias
E de luas enormes, irreais,
Dessas que espiam pelas gradarias
Nos longos dormitórios de hospitais.

De encontro à Lua, as hirtas galharias
estão paradas como nos vitrais
E o luar decalca nas paredes frias
Misteriosas janelas fantasmais...

O silêncio de quando, em alto mar,
Pálida, vaga aparição lunar,
Como um sonho vem vindo essa Fragata...

Estranha Nau que não demanda os portos!
Com mastros de marfim, velas de prata,
Toda apinhada de meninos mortos...

Mario Quintana (A Rua dos Cataventos, 1940)


Este silencio está hecho de agonías...

Este silencio está hecho de agonías
Y de lunas enormes, irreales,
De esas que espían por las celosías
En largos dormitorios de hospitales.

Ante la Luna, abruptas espesuras
vienen a detenerse en los cristales
Y su luz abre en las paredes frías
Misteriosas ventanas fantasmales...

El silencio de cuando, en alta mar,
Pálida, ambigua aparición lunar,
Como un sueño se acerca esa Fragata...

¡Extraña Nao que no demanda puertos!
Con palos de marfil, velas de plata,
Abarrotada de niñitos muertos...

Mario Quintana (A Rua dos Cataventos, 1940)
(Versión de Pedro Casas Serra)

miércoles, 3 de octubre de 2012

"Eu faço versos como os saltimbancos..." de Mario Quintana


Eu faço versos como os saltimbancos
Descojuntam os ossos doloridos.
A entrada é livre para os conhecidos...
Senta! Amadas, nos primeros bancos!

Vão començar as convulsões e arrancos
Sobre os velhos tapetes estendidos...
Olhai o coração que entre gemidos
Giro na ponta dos meus dedos brancos!

"Meus Deus! Mas tu não mudas o programa!"
Protesta a clara voz das Bem-Amadas.
"Que tédio!" o coro dos Amigos clama.

"Mas que vos dar de novo e de imprevisto?"
Digo... e retorço as pobres mãos cansadas:
"Eu sei chorar... Eu sei sofrer... Só isto!"

Mario Quintano (A Rua dos Cataventos, 1940)


Hago versos como los saltimbanquis...

Hago versos como los saltimbanquis
Descoyuntan sus huesos doloridos.
La entrada es libre para conocidos...
¡Llenad, Amadas, los primeros bancos!

Van a empezar contorsiones y saltos,
Sobre viejos tapices extendidos...
Mirad el corazón que entre gemidos
¡Giro en la punta de mis dedos blancos!

"¡Dios mío! ¡No renuevas el programa!"
Protestan en voz alta las Amadas.
"¡Que tedio!" el coro de Amistades clama.

"¿Mas qué daros de nuevo y de imprevisto?"
Digo... y alzo mis manos fatigadas:
"Yo sé llorar... Yo sé sufrir... Sólo eso!"

Mario Quintano (A Rua dos Cataventos, 1940)
(Versión de Pedro Casas Serra)

martes, 2 de octubre de 2012

Tu amor

TU AMOR


A lo más alto llevaré tu amor

- águila, estrella, ermita -

en lo más alto brillará.

Los ríos rodarán a tus pies,

leones, gacelas, ciervos

pastarán a tu sombra.


No traigo sino mi voz cansada

para cantar tu amor,

voz que se eleva una y otra vez

diciendo ¡te amo! ¡te amo! ¡te amo!


Quisiera ser montañero

para ascender hasta tu amor

y lanzarme luego en parapente,

que tu amor me llevara

sobre valles, ríos, bosques y lagunas.


Porque pensar en ti, amor,

es un colchón de espuma

en el que vuelo

sin brida ni pedal, tregua o cuartel.

Porque te quiero.


Pedro Casas Serra (22-09-2012)

lunes, 1 de octubre de 2012

"É a mesma a ruanzinha sossegada..." de Mario Quintana


Para Emilio Kemp

É a mesma a ruanzinha sossegada,
Com as velhas rondas e as cançoes de outrora...
E os meus lindos pregões da madrugada
passam cantando ruanzinha em fora!

Mas parece que a luz está cansada...
E, não sei como, tudo tem, agora,
Essa tonalidade amarelada
Dos cartazes que o tempo descolora...

Sim, desses cartazes ante os quais
Nós às vezes paramos, indecisos...
Mas para quê?... Se não adiantam mais!...

Pobres cartazes por aí afora
Que inda anunciam: - ALEGRIA - RISOS
Depois do Circo já ter ido embora!...

Mario Quintana (A Rua dos Cataventos, 1940)


Es la misma calleja sosegada...

Para Emilio Kemp

Es la misma calleja sosegada,
Con viejas rondas y cantos de otrora...
Y mis pregones en la madrugada
¡pasan cantando callecita afuera!

Pero parece está la luz cansada...
Y, no sé como, todo tiene, ahora,
Esa tonalidad amarfilada
De letreros que el tiempo decolora...

Tal como ésos, delante de los cuales
Nos paramos a veces, indecisos...
¿Mas para qué?... ¡Si ya no dicen nada!...

Pobres letreros, tiesos ahí afuera
Que aún anuncian: - ALEGRÍA - RISAS
¡Incluso cuando el Circo ya se ha ido!...

Mario Quintana (A Rua dos Cataventos, 1940)
(Versión de Pedro Casas Serra)

domingo, 30 de septiembre de 2012

"Avocinha Garoa vai cantando..." de Mario Quintana


Avocinha Garoa vai cantando
Suas lindas histórias, à lareira.
"Era uma vez... Um dia... Eis senão quando..."
Até parece que a cidade inteira

Sob a garoa adormeceu sonhando...
Nisto, um rumor de rodas em carreira...
Clarins, ao longe... (É o Rei que anda buscando
O pezinho da Gata Borralheira1)

Cerro os olhos, a tarde cai, macia...
Aberto em meio, o livro inda não lido
Inutilmente sobre os joelhos pousa...

E a chuva um'outra história principia,
Para embalar meu coração dorido
Que etá pensando, sempre, em outra cousa...

Mario Quintana (A Rua dos Cataventos, 1940)


La vecina Llovizna va cantando...

La vecina Llovizna va cantando
Sus bonitas historias, en la hoguera.
"Era una vez... Un día... De repente..."
Parece que hasta la ciudad entera

Bajo la lluvia se durmió soñando...
Pronto, un rumor de ruedas de carruaje...
Clarines... (¡Es el Rey que anda buscando
El piececito de la Cenicienta!)

Cierro los ojos, cae la tarde, blanda...
Abierto en medio, el libro no leído
Inútilmente en las rodillas posa...

Y la llovizna nueva historia inicia,
Con que acunar mi corazón dolido
Que está pensando, siempre, en otra cosa...

Mario Quintana (A Rua dos Cataventos, 1940)
(Versión de Pedro Casas Serra)

viernes, 28 de septiembre de 2012

"Na minha rua há um meninho doente..." de Mario Quintana


Na minha rua há um meninho doente.
Enquanto os outros partem para a escola,
Junto à janela, sonhadoramente,
Ele ouve o sapateiro bater sola.

Ouve também o carpinteiro, em frente,
Que uma canção napolitana engrola.
E pouco a pouco, gradativamente,
O sofrimento que ele tem se envola...

Mas nesta rua há um operário triste:
Não canta nada na manhã sonora
E o menino nem sonha que ele existe.

Ele trabalha silenciosamente...
E está componendo este soneto agora,
Pra alminha boa do menino doente...

Mario Quintana (A Rua dos Cataventos, 1940)


En mi calleja hay un niñito enfermo...

En mi calleja hay un niñito enfermo...
Cuando los otros van para la escuela,
En la ventana, soñadoramente,
Él oye al zapatero clavar suela.

Oye también al carpintero, enfrente,
Que una canción napolitana entona.
Y poco a poco, así, gradualmente,
El sufrimiento que padece vuela...

Pero en la calle hay un obrero triste:
En su mañana no hay canción sonora
Y el niño ni imagina que él existe.

Él permanece silenciosamente...
Y está escribiendo este soneto ahora,
Para la almita buena del doliente...

Mario Quintana (A Rua dos Cataventos, 1940)
(Versión de Pedro Casas Serra)

martes, 25 de septiembre de 2012

"Eu nada entendo da questão social..." de Mario Quintana


Eu nada entendo da questão social.
Eu faço parte dela, simplesmente...
E sei apenas do meu próprio mal,
Que não é bem o mal de toda a gente.

Nem é deste Planeta... Por sinal
Que o mundo se lhe mostra indiferente!
E o meu anjo da Guarda, ele somente,
É quem lê os meus versos afinal...

E enquanto o mundo em torno se esbarronda,
Vivo regendo estranhas contradanças
No meu vago País de Trebizonda...

Entre os Loucos, os Mortos e as Crianças,
É lá que eu canto, numa eterna ronda,
Nossos comuns desejos e esperanças!...

Mario Quintana (A Rua dos Cataventos, 1940)


Nada entiendo de la cuestión social...

Nada entiendo de la cuestión social.
Formo parte de ella, simplemente...
Conozco apenas de mi propio mal,
Que no es el bien o el mal de la otra gente.

Ni es de este Planeta... Por señal,
¡Que el mundo se le muestra indiferente!
Mi ángel de la Guardia, solamente,
Es quien lee mis versos al final...

Y en tanto el mundo en torno se desfonda,
Voy dirigiendo extrañas contradanzas
En mi libre País de Trebizonda...

Entre Locos, Fallecidos e Infancia,
Es donde canto, en una eterna ronda,
¡Los comunes deseos y esperanzas!...

Mario Quintana
(versión de Pedro Casas Serra)

viernes, 21 de septiembre de 2012

"Quando meus olhos de manhã se abriram" de Mario Quintana


Quando meus olhos de manhã se abriram,
Fecharam-se de novo, deslumbrados:
Uns peixes, em reflexos doirados,
Voavam na luz: dentro de luz sumiram-se...

Rua em rua, acederam-se os telhados.
Num claro riso as tabuletas riram.
E até no canto onde os deixei guardados
Os meus sapatos velhos refloriram.

Quase que eu saio voando céu em fora!
Evitemos, Senhor, esse prodígio...
As famílias, que haviam de dizer?

Nenhum milagre é permitido agora...
E lá se iria o resto de prestígio
Que no meu bairro eu inda possa ter!...

Mario Quintana (A Rua dos Cataventos, 1940)


Cuando mis ojos temprano se abrieron

Cuando mis ojos temprano se abrieron,
Se cerraron de nuevo, deslumbrados:
Unos peces, en reflejos dorados,
Por la luz iban: en la luz se hundieron...

Calle a calle, asintieron los tejados.
Los letreros con claridad rieron.
Y en el rincón donde dejé guardados
Mis zapatos gastados florecieron.

¡Casi salgo volando cielo afuera!
Evitemos, Señor, ese prodigio...
Las familias, ¿que habrían de decir?

Milagro alguno me es posible ahora...
¡Con él se iría el resto del prestigio
Que en mi barrio pudiera aún lucir!...

Mario Quintana
(versión de Pedro Casas Serra)

miércoles, 19 de septiembre de 2012

"A vida verdadeira" de Thiago de Mello


Pois aqui está a minha vida.
Pronta para ser usada.

Vida que não se guarda
nem se esquiva, assustada.
Vida sempre a serviço da vida.
Para servir ao que vale
a pena e o preço do amor.

Ainda que o gesto me doa,
não encolho a mão: avanço
levando um ramo de sol.
Mesmo enrolada de pó,
dentro da noite mais fria,
a vida que vai comigo é fogo:
está sempre acesa.

Vem da terra dos barrancos
o jeito doce e violento
da minha vida: esse gosto
da água negra transparente.
A vida vai no meu peito,
mas é quem vai me levando:
tição ardente velando,
girassol na escuridão.

Carrego um grito que cresce
Cada vez mais na garganta,
cravando seu travo triste
na verdade do meu canto.

Canto molhado e barrento
de menino do Amazonas
que viu a vida crescer
nos centros da terra firme.
Que sabe a vinda da chuva
pelo estremecer dos verdes
e sabe ler os recados
que chegam na asa do vento.
Mas sabe também o tempo
da febre e o gosto da fome.

Nas águas da minha infância
perdi o medo entre os rebojos.
Por isso avanço cantando.

Estou no centro do rio,
estou no meio da praça.
Piso firme no meu chão,
sei que estou no meu lugar,
como a panela no fogo
e a estrela na escuridão.

O que passou não conta?
indagarão as bocas desprovidas.
Não deixa de valer nunca.
O que passou ensina
com sua garra e seu mel.
Por isso é que agora vou assim
no meu caminho.
Publicamente andando.

Não, não tenho caminho novo.
O que tenho de novo
é o jeito de caminhar.
Aprendi (o caminho me ensinou)
a caminhar cantando
como convém a mim
e aos que vão comigo.
Pois já não vou mais sozinho.

Aqui tenho a minha vida:
feita à imagem do menino
que continua varando
os campos gerais
e que reparte o seu canto
como o seu avô
repartia o cacau
e fazia da colheita
uma ilha de bom socorro.

Feita à imagem do menino
mas à semelhança do homem:
com tudo que ele tem de primavera
de valente esperança e rebeldia.

Vida, casa encantada,
onde moro e mora em mim,
te quero assim verdadeira
cheirando a manga e jasmim.
Que me sejas deslumbrada
como ternura de moça
rolando sobre o capim.

Vida, toalha limpa,
vida posta na mesa,
vida brasa vigilante
vida pedra e espuma,
alçapão de amapolas,
o sol dentro do mar,
estrume e rosa do amor:
a vida.

Há que merecê-la.

Thiago de Mello


La vida verdadera

Pues aquí está mi vida.
Lista para ser usada.

Vida que no se protege
ni se escabulle, asustada.
Vida siempre al servicio de la vida.
Para servir a lo que merece la pena
y el precio del amor.

Aunque el gesto me entregue,
no retiro la mano: avanzo
llevando un ramo de sol.
Aún envuelta de polvo,
en la noche más fría,
la vida que va conmigo es fuego:
está siempre encendida.

Viene de la tierra de los barrancos
la forma de ser dulce y violenta
de mi vida: ese gusto
de agua negra transparente.
La vida va en mi pecho,
pero es quien me lleva:
tizón ardiente velando,
girasol en la oscuridad.

Cargo un grito que crece
Cada vez más en la garganta,
clavando su traba triste
en la verdad de mi canto.

Canto mojado y fangoso
de niño del Amazonas
que vio la vida crecer
en medio de tierra firme.
Que sabe llega la lluvia
por el temblor de los verdes,
sabe leer los recados
que trae en alas el viento.
Mas sabe también el tiempo
de fiebre y el gusto a hambre.

En las aguas de mi infancia
perdí el miedo entre los trozos.
Por eso avanzo cantando.

Estoy en medio del río,
en el centro de la plaza.
Piso seguro en mi suelo,
sé que estoy en mi lugar,
como la olla en el fuego,
la estrella en la oscuridad.

¿No cuenta lo que pasó?
indagaron las bocas desprovistas.
No deja de valer nunca.
Lo que pasó nos enseña
con su garra y con su miel.
Por eso ahora voy así
por mi camino.
Públicamente andando.

No, no tengo camino nuevo.
Lo que sí tengo de nuevo
es la manera de andar.
Aprendí (el camino me enseñó)
a caminar cantando
cómo me conviene a mí
y a los que conmigo van.
Pues ya no voy nunca solo.

Aquí tengo mi vida:
hecha a imagen del niño
que continúa varando
los campos comunes
y que reparte su canto
como su abuelo
repartía el cacao
y hacía de la cosecha
una isla del buen socorro.

Hecha a imagen del niño
pero a semejanza del hombre:
con todo lo que tiene de primavera
de valiente esperanza y rebeldía.

Vida, casa encantada,
donde vivo y vive en mí,
te quiero así verdadera
oliendo a mango y jazmín.
Que dejes encandilado
como ternura de moza
rodando sobre el capín.

Vida, toalla limpia,
vida lugar en la mesa,
vida brasa vigilante
vida piedra y espuma,
escotillón de amapolas,
el sol dentro de la mar,
estiercol y rosa del amor:
la vida.

Hay que merecerla.

Thiago de Melo
(Versión de Pedro Casas Serra)

martes, 18 de septiembre de 2012

"Dorme, ruanzinha... É tudo escuro..." de Mario Quintana


Dorme, ruanzinha... É tudo escuro...
E os meus passos, quem é que pode ouvi-los?
Dorme o teu sonho sossegado e puro,
Com teus lampiões, com teus jardins tranquilos...

Dorme... Não há ladrões, eu te asseguro...
Nem guardas para acaso persegui-los...
Na noite alta, como sobre um muro,
As estrelinhas cantam como grilos...

O vento está dormido na calçada,
O vento enovelou-se como un cão...
Dorme, ruanzinha... Não há nada...

Só os meus passos... Mas tão leves são
Que até parecem, pela madrugada,
Os da minha futura assombração...

Mario Quintana (A Rua dos Cataventos, 1940)


Duerme, calleja... todo está oscuro...

Duerme, calleja... todo está oscuro...
Y hasta mis pasos, ¿quién puede oírlos?
Duerme tu sueño sosegado y puro,
Con tus faroles, árboles tranquilos...

Duerme... que no hay ladrones, te aseguro...
Ni guardias para acaso perseguirlos...
En la alta noche, cual sobre un muro,
Las estrellitas cantan como grillos...

El viento está dormido en la calzada,
El viento se ha ovillado como un can...
Duerme, calleja... No pasa nada...

Sólo mis pasos... Mas tan leves son
Que hasta parecen, por la madrugada,
Los de mi próxima aparición...

Mario Quintana
(versión de Pedro Casas Serra)

lunes, 17 de septiembre de 2012

"Escrevo diante da janela aberta..." de Mario Quintana


Escrevo diante da janela aberta.
Minha caneta é cor das venezianas:
Verde!... E que leves, lindas filigranas
Desenha o sol na página deserta!

Não sei que paisagista doidivanas
Mistura os tons... acerta... desacerta...
Sempre em busca de nova descoberta,
Vai colorindo as horas quotidianas...

Jogos da luz dançando na folhagem!
Do que eu ia escrever até me esqueço...
Pra que pensar? Também sou da paisagem...

Vago, solúvel no ar, fico sonhando...
E me transmuto... iriso-me... estremeço...
Nos leves dedos que me vão pintando!

Mario Quintana (A rua dos Cataventos, 1940)


Escribo frente a la ventana abierta...

Escribo frente a la ventana abierta.
Mi pluma es del color de las persianas:
¡Verde!... ¡Y qué leves, lindas filigranas
Forma el sol en la página desierta!

No sé que paisajista tarambana
Mezcla tonos... acierta... desacierta...
Siempre en busca de nueva descubierta,
Va tiñendo las horas cotidianas...

¡Juegos de luz bailando en el follaje!
De lo que iba a escribir ya ni me acuerdo...
¿Por qué pensar? Pertenezco al paisaje...

Libre, vago en el aire, voy soñando...
Y me transformo... irísome... estremezco...
¡En leves dedos que me van pintando!

Mario Quintana
(versión de Pedro Casas Serra)

viernes, 14 de septiembre de 2012

"Canção de barco e de olvido" de Mario Quintana


Para Augusto Meyer

Não quero a negra desnuda.
Não quero o baú do morto.
Eu quero o mapa das nuvens
E um barco bem vagaroso.

Ai esquinas esquecidas...
Ai lampiões de fins de linha...
Quem me abana das antigas
Janelas de guilhotina?

Que eu vou passando e passando,
Como em busca de outros ares...
Sempre de barco passando,
Cantando os meus quintanares...

No mesmo instante olvidando
Tudo o de que lembrares.

Mario Quintana (Canções, 1946)


Canción de barco y de olvido

Para Augusto Meyer

No quiero negra desnuda.
No quiero baúl de muerto.
Quiero un mapa de las nubes
Y un velero sosegado.

Ay esquinas olvidadas...
Lamparones de una línea...
¿Quién me abanica con viejas
Ventanas de guillotina?

Yo voy pasando y pasando,
Como en busca de otros aires...
De barco en barco pasando,
Cantando mis quintanares...

Y al mismo tiempo olvidando
Todo de lo que añorararme.

Mario Quintana (Canções, 1946)
(versión de Pedro Casas Serra)

jueves, 13 de septiembre de 2012

"Canção do primeiro do ano" de Mario Quintana


Para Lila Ripoll

Anjos varriam morcegos
Até jogá-los no mar.

Outros pintavam de azul,
de azul e de verde-mar,
Vassouras de feticeiras,
Desbotadas tabuletas,
Velhos letreiros de bar

Era uma carta amorosa?
Ou uma rosa que abrira?
Mas a mão correra ansiosa
- Ó sinos, mais devagar!
À janela azul e rosa,
Abrindo-a de par em par.

Ó banho da luz, tão puro,
Na paisagem familiar:
Meu chão, meu poste, meu  muro,
Meu telhado e minha nuvem,
Tudo bem no seu lugar.

E os sinos dançam no ar.
De casa a casa, os beirais,
- Para lá e para cá -
Trocam recados de asas,
Riscando sustos no ar.

Silêncios. Sinos. E sinos. Sinos.
Pregoeiros. Sinos. Risadas. Sinos.
E levada pelos sinos,
Toda ventando de sinos,
Dança a cidade no ar!

Mario Quintana (Canções, 1946)


Canción de primero de año

Para Lila Ripoll

Ángeles barrían murciélagos
Hasta tirarlos al mar.

Otros pintaban de azul,
de azul y de verde-mar,
Escobones de hechiceras,
Descoloridos carteles,
Viejos letreros de bar

¿Era una carta amorosa?
¿O una rosa que hubo abierto?
Mas la mano corrió ansiosa
- ¡Oh campanas, más despacio!
La ventana azul y rosa,
Abriendo de par en par.

Oh baño de luz, tan puro,
En paisaje familiar:
Mi suelo, farol y muro,
Con mi tejado y mi nube,
Todo bien en su lugar.

Campanas bailan al aire.
De casa a casa, cornisas,
- Para allá y para acá -
truecan recados de alas,
dando cortes en el aire

Silencios. Campanas. Y campanas. Campanas.
Pregoneros. Campanas. Carcajadas. Campanas.
Llevada por las campanas,
Con revuelo de campanas,
¡La ciudad danza en el aire!

Mario Quintana (Canções, 1946)
(versión de Pedro Casas Serra)

miércoles, 12 de septiembre de 2012

"Canção do amor imprevisto" de Mario Quintana


Eu sou um homem fechado
O mundo me tornou egoísta e mau.
E a minha poesia é um vício triste,
Desesperado e solitário
Que eu faço tudo por abafar.

Mas tu apareceste com a tua boca fresca de madrugada,
Com a teu passo leve,
Com esses teus cabelos...

E o homem taciturno ficou imóvel, sem compreender nada, numa alegria atônita...

A súbita, a dolorosa alegria de um espantalho inútil
Aonde viessem pousar os passarinhos!

Mario Quintana (Canções, 1946)


Canción del amor imprevisto

Yo soy un hombre taciturno
El mundo me hizo egoísta y malo.
Y mi poesía es un vicio triste,
Desesperado y solitario
Que hago lo posible por ocultar.

Pero tú apareciste con tu boca fresca de madrugada,
Con tu paso leve,
Con tus cabellos...

Y el hombre taciturno quedó inmóvil, sin comprender nada, con una alegría atónita...

¡La súbita, la dolorosa alegría de un espantapájaros inútil
Adónde vinieran a posarse los pajaritos!

Mario Quintana (Canções, 1946)
(versión de Pedro Casas Serra)

martes, 11 de septiembre de 2012

Paradoxa

PARADOXA


Manta amplària té Castella!

-sota els corbs no ho sembla pas.

JOAN SALVAT-PAPASSEIT


Catalunya és a un costat de la península

i Portugal és justament a l'altre.

Quan de terra cremada, Déu! Quina insula

de convents travessa el nostre poltre

des que d'aquesta banda deixa del mar la riba

fins que arriba a l'oceà de l'altra.

Rebem aquí nosaltres resplendent

el rei que ells van fer fora pel ponent.


Pere Casas Serra (16-09-2011)



PARADOJA


¡Qué anchura tiene Castilla!

-bajo los cuervos lo esconde.

JOAN SALVAT-PAPASSEIT



Cataluña está a un lado en la península

y Portugal está justo en el otro.

Cuánta tierra quemada ¡Dios! Qué ínsula

de conventos recorre nuestro potro

desde que de este mar cruza del fin su la-

do y llega hasta el océano desotro.

Celebramos aquí resplandeciente

el rey que ellos echaron por poniente.


Pedro Casas Serra (16-09-2011)

sábado, 8 de septiembre de 2012

"Canção de baú" de Mario Quintana


Sempreviva... Sempre-morta...
Pobre flor que não teve infância!
E que a gente, às vezes, pensativo encontra
Nos baús das avozinhas mortas...

Uma esperança que um dia eu tive,
Flor sem perfume, bem assim que foi:
Sempre morta... Sempre viva...
No meio da vida caiu e ficou!

Mario Quintana (Canções, 1946)


Canción de baúl

Sempreviva... Siempre muerta...
¡Pobre flor sin infancia!
Y que la gente, a veces, pensativa encuentra
En los baúles de las abuelitas muertas...

Una esperanza que un día tuve,
Flor sin perfume, fue del todo así:
Siempre muerta... Siempre viva...
¡En medio de la vida cayó y se quedó!

Mario Quintana (Canções, 1946)
(versión de Pedro Casas Serra)

viernes, 7 de septiembre de 2012

"Canção para uma valsa lenta" de Mario Quintana


Minha vida não foi um romance...
Nunca tive até hoje um segredo.
Se me amas, não digas, que morro
De surpresa... de encanto... de medo...

Minha vida não foi um romance,
Minha vida passou por pasar.
Se não amas, não finjas, que vivo
Esperando um amor para amar.

Minha vida não foi um romance...
Pobre vida... passou sem enredo...
Glória a ti que me enches a vida
De surpresa, de encanto, de medo!

Minha vida não foi um romance...
Ai de mim... Já se ia acabar
Pobre vida que toda depende
De um sorriso... de um gesto... um olhar...

Mario Quintana (Canções, 1946)


Canción para un vals lento

Mi vida nunca fue un romance...
Nunca tuve hasta hoy un secreto.
Si me amas, no digas, que muero
De sorpresa... de encanto... de miedo...

Mi vida nunca fue un romance,
Mi vida pasó por pasar.
Si no me amas, no finjas, que vivo
Esperando un amor para amar.

Mi vida nunca fue un romance...
Pobre vida... pasó sin enredo...
¡Gloria a ti que me llenas la vida
De sorpresa, de encanto, de miedo!

Mi vida nunca fue un romance...
Ay de mí... Ya se va a terminar
Pobre vida que toda depende
De una risa... un gesto... un mirar...

Mario Quintana (Canções, 1946)
(versión de Pedro Casas Serra)

miércoles, 5 de septiembre de 2012

"Canção dos romances perdidos" de Mario Quintana


Oh! o silêncio das salas de espera
Onde esses pobres guarda-chuvas lentamente escorrem...

O silêncio das salas de espera
E aquela última estrela...

Aquela última estrela
Que bale, bale, bale,
Perdida na enchente da luz...

Aquela última estrela
E, na parede, esses quadrados lívidos,
De onde fugiram os retratos...

De onde fugiram todos os retratos...

E esta minha ternura,
Meu Deus,
Oh! toda esta minha ternura inútil, desaproveitada!...

Mario Quintana (Canções, 1946)


Canción de los romances perdidos

¡Oh! el silencio de las salas de espera
Donde los pobres chubasqueros lentamente escurren...

El silencio de las salas de espera
Y aquella última estrella...

Aquella última estrella
Que baila, baila, baila,
Perdida en la plenitud de la luz...

Aquella última estrella
Y, en la pared, esos cuadrados lívidos, /
De donde huyeron los retratos...

De donde huyeron todos los retratos...

Y mi ternura,
Dios mío,
¡Oh! ¡toda mi ternura inútil, desaprovechada!...

Mario Quintana (Canções, 1946)
(versión de Pedro Casas Serra)

martes, 4 de septiembre de 2012

"Pequena crónica policial" de Mario Quintana


Jazia no chão, sem vida,
E estava toda pintada!
Nem a morte lhe emprestara
a sua grave beleza...
Com fria curiosidade,
Vinha gente a espiar-lhe a cara,
As fundas marcas da idade,
Das canseiras, da bebida...
Triste da mulher perdida
Que um marinheiro esfaqueara!
Vieram uns homes de branco,
Foi levada ao necrotério.
E quando abriam, na mesa,
O seu corpo sem mistério,
Que linda e alegre menina
Entrou correndo no Céu?!
Lá continuou com era
Antes que o mundo lhe desse
A sua maldita sina:
Sem nada saber da vida,
De vícios ou de perigos,
Sem nada saber de nada...
Com a sua trança comprida,
Os seus sonhos de menina,
Os seus sapatos antigos!

Mario Quintana (Canções, 1946)


Pequeña crónica policial

Yacía en el suelo, sin vida,
¡Y estaba toda pintada!
Ni la muerte le había prestado
su grave belleza...
Con fría curiosidad,
Venía la gente a mirarle la cara,
Las hondas marcas de la edad,
De las palizas, de la bebida...
¡Triste de la mujer perdida
Que un marinero apuñalara!
Vinieron unos hombres de blanco,
Se la llevaron al depósito.
Y cuando abrían, sobre la mesa,
Su cuerpo sin misterio,
¡¿Qué linda y alegre niña
Entró corriendo en el Cielo?!
Allá siguió como era
Antes que el mundo le diese
Su condenado destino:
Sin saber nada de la vida,
De vicios o de peligros,
Sin saber nada de nada...
Con su larga trenza,
Sus sueños de niña,
¡Sus zapatos viejos!

Mario Quintana (Canções, 1946)
(versión de Pedro Casas Serra)

lunes, 3 de septiembre de 2012

"Canção da ruanzinha desconhecida"


Ruanzinha que eu conheço apenas
Da esquina onde ela principia...

Ruanzinha perdida, perdida...
Ruanzinha onde Marta fia...

Ruanzinha em que eu penso às vezes
Como quem pensa numa outra vida...

E para onde hei de mudar-me, um dia,
Quando tudo estiver perdido...

Ruanzinha da quieta vida...
Tristonha... tristonha...

Ruanzinha onde Maria fia
e onde Maria, na janela, sonha...

Mario Quintana (Canções, 1946)


Canción de la callecita desconocida

Callecita que apenas conozco
Por la esquina donde ella comienza...

Callecita perdida, perdida...
Callecita donde hila María...

Callecita con la que pienso a veces
Como quién piensa en otra vida...

Y para donde he de mudarme, un día,
Cuando todo esté perdido...

Callecita de tranquila vida...
Tristona... tristona...

Callecita donde hila Maria
y donde Maria, en la ventana, sueña...

Mario Quintana (Canções, 1946)
(versión de Pedro Casas Serra)

viernes, 31 de agosto de 2012

"Segunda canção de muito longe"


Havia um corredor que fazia cotovelo:
Um mistério encanando com outro mistério, no escuro...
Mas vamos fechar os olhos
E pensar numa outra cousa...

Vamos ouvir o ruído cantado, o ruído arrastado das correntes no algibe,
Puxando a água fresca e profunda.
Havia no arco do algibe trepadeiras trêmulas.
Nós nos debruçávamos à borda, gritando os nomes uns dos outros,
E lá dentro as palavras ressoavam fortes, cavernosas como vozes de leões.
Nós éramos quatro, uma prima, dois negrinhos e eu.
Havia os azulejos reluzentes, o muro do quintal, que limitava o mundo,
Uma paineira enorme e, sempre e cada vez mais, os grilos e as estrelas...
Havia todos os ruídos, todas as vozes daqueles tempos...
As lindas e absurdas cantigas, tia Tula ralhando os cachorros,
O chiar das chaleiras...
Onde andará agora o pince-nez da tia Tula
Que ela não achava nunca?
A pobre não chegou a terminar a Toutinegra do Moinho,
Que saía em folhetim no Correio do Povo!...
A última vez que a vi, ela ia dobrando aquele corredor escuro.
Ia encolhida, pequenininha, humilde. Seus passos não faziam ruído.
E ela nem se voltou para trás!

Mario Quintana (Canções, 1946)


Segunda canción de muy lejos

Había un pasillo que hacía recodo:
Un misterio encajando con otro misterio, en lo oscuro...
Pero vamos a cerrar los ojos
Y pensar en otra cosa...

Vamos a oír el ruido cantado, el ruido arrastrado de las corrientes en el aljibe,
Impulsando el agua fresca y profunda.
Había en el arco del aljibe enredaderas trémulas.
Nosotros nos asomabamos al borde, gritando los nombres los unos de los otros,
Y allá dentro las palabras resonaban fuertes, cavernosas como voces de leones.
Nosotros eramos cuatro, una prima, dos negritos y yo.
Había los azulejos relucientes, el muro del patio, que limitaba el mundo,
Una ceiba enorme y, siempre y cada vez más, los grillos y las estrellas...
Había todos los ruidos, todas las voces de aquellos tiempos...
Las lindas y absurdas canciones, tía Tula riñendo a los cachorros,
El silbar de las teteras...
¿Dónde andarán ahora los quevedos de tía Tula
Que ella no hallaba nunca?
¡La pobre no llegó a terminar la Curruca del Molino,
Que salía en folletín en el Correo del Pueblo!...
La última vez que la vi, iba doblando aquel pasillo oscuro.
Iba encogida, pequeñita, humilde. Sus pasos no hacían ruido.
¡Y ni siquiera se volvió!

Mario Quintana (Canções, 1946)
(versión de Pedro Casas Serra)

martes, 28 de agosto de 2012

"Canção de muito longe" de Mario Quintana


Foi-por-cau-sa-do-bar-quei-ro

E todas as noites, sob o velho céu arqueado de bugigangas,
A mesma canção jubilosa se erguia. /elevaba

A canoooavirou
Quemfez elavirar? uma voz perguntava.

Os luares extáticos...

A noite parada...

Foi por causa do barqueiro,
Que não soube remar.

Mario Quintana (Canções, 1946)


Canción de muy lejos

Fue-por-cau-sa-del-bar-que-ro

Y todas las noches, bajo el viejo cielo abovedado de lentejuelas,
La misma alegre canción se alzaba.

La canoooavolcó
¿Quién le dará la vuelta? una voz preguntaba.

Luces de luna extasiadas...

La noche quieta...

Fue por causa del barquero,
Que no supo remar.

Mario Quintana (Canções, 1946)
(versión de Pedro Casas Serra)

lunes, 27 de agosto de 2012

"Canção da janela aberta" de Mario Quintana


Passa nuvem, passa estrela,
Passa a lua na janela...

Sem mais cuidados na terra,
Preguei meus olhos no Céu.

E o meu quarto, pela noite
imensa e triste, navega...

Deito-me ao fundo do barco,
Sob os silêncios do Céu.

Adeus, Cidade Maldita,
Que lá se vai o teu Poeta.

Adeus para sempre, Amigos...
Vou sepultar-me no Céu!

Mario Quintana (Canções, 1946)


Canción de la ventana abierta

Pasa nube, pasa estrella,
Pasa luna en la ventana...

Sin más cuidado en la tierra,
Alcé mis ojos al Cielo.

Y mi cuarto, por la noche
inmensa y triste, navega...

Me eché en el fondo del barco,
Bajo el silencio del Cielo.

Adiós, Ciudad Maldecida,
Que allá se va tu Poeta.

Adiós para siempre, Amigos...
¡Voy a enterrarme en el Cielo!

Mario Quintana (Canções, 1946)
(versión de Pedro Casas Serra)

viernes, 24 de agosto de 2012

"Canção da chuva e do vento" de Mario Quintana


Dança, Velha. Dança. Dança.
Põe um pé. Põe outro pé.
Mais depressa. Mais depressa
Põe mais pé. Pé. Pé.

Upa. Salta. Pula. Agacha.
Mete pé e mete assento.
Que o velho agita, frenético,
O seu chicote de vento.

Mansinho agora... mansinho
Até de todo caíres...
Que o Velho dorme de velho
Sob os arcos do Arco-Íris.

Mario Quintana (Canções, 1946)


Canción de la lluvia y el viento

Baila, Vieja. Baila. Baila.
Pon un pie. Pon otro pie.
Más deprisa. Más deprisa
Pon más pie. Pie. Pie.

Aúpa. Brinca. Salta. Agacha.
Mete el pie y mete el culo.
Que el viejo agita, frenético,
Su zurriagazo de viento.

Suavito ahora... suavito
Hasta que caigas del todo...
Que el Viejo duerme de viejo
Bajo arcos del Arco-Iris.

Mario Quintana (Canções, 1946)
(versión de Pedro Casas Serra)

jueves, 23 de agosto de 2012

"Canção do charco"


Uma estrelinha desnuda
Está brincando no charco.

Coaxa o sapo. E como coaxa!
A estrelinha dança em roda.

Cricrila o grilo. Que frio!
A estrelinha pula, pula.

Uma estrelinha desnuda
Dança e pula sobre o charco.

Para enamorá-la, o sapo
Põe seu chapéu de cozinheiro...

Uma estrelinha desnuda!

O grilo, que é pobre, esse
Escovou seu traje preto...

Desnuda por sobre o charco!

Uma estrelinha desnuda
Brinca... e de amantes não cuida...

Que brancas são seus pezinhos...
Que nua!

Mario Quintana (Canções, 1946)


Canción del charco

Una estrellita desnuda
Está jugando en el charco.

Croa el sapo. ¡Y cómo croa!
La estrellita juega al corro.

Canta el grillo. ¡Qué frescura!
La estrellita salta, salta.

Una estrellita desnuda
Salta y baila sobre el charco.

Para enamorarla, el sapo
Va en gorro de cocinero...

¡Una estrellita desnuda!

El grillo, que es pobre, ése
Cepilló su traje negro...

¡Desnuda encima del charco!

Una estrellita desnuda
Juega... de amor no se cuida...

Qué blancos sus piececitos...
¡Qué desnuda!

Mario Quintana (Canções, 1946)
(versión de Pedro Casas Serra)

martes, 21 de agosto de 2012

"Canção do suicida" de Mario Quintana


De repente, não sei como
Me atirei no contracéu.
À tona dágua ficou
Ficou dançando o chapéu.

E entre cascos afundados,
Entre anêmonas azuis,
Minha boca foi beber
Na taça do Rei de Tule.

Só minh'alma aqui ficou
Debruçada na amurad,
Olhando os barcos... os barcos!...
Que vão fugindo do cais.

Mario Quintana (Canções, 1946)


Canción del suicida

De repente, no sé cómo
Me eché al reflejo en el agua.
En el reflejo quedó
Quedó bailando el sombrero.

Y entre cascos sumergidos,
Entre anémonas azules,
Mi boca se fue a beber
En copa del Rey de Thule.

Sólo mi alma aquí quedó
Volcada sobre la amura,
Mirando barcos... ¡los barcos!...
Que van huyendo del muelle.

Mario Quintana (Canções, 1946)
(versión de Pedro Casas Serra)

lunes, 20 de agosto de 2012

"A canção da menina e moça" de Mario Quintana


Para Gilda Marinho

Uma paisagem com um só coqueiro.
Que triste!
E o companheiro?

Cabrinha que sobes o monte pedrento.
Só, contra as nuvens.
Será teu esposo o vento?

O meu esposo há de cheirar a tronco,
Como eu cheiro à flor.

Um coração não cabe num só peito:
Amor... Amor...

Uma paisagem com um só coqueiro...
Uma igrejinha com uma torre só...
Sem companheira... Sem companheiro...
Ó dor!

O meu esposo há de cheirar a tronco,
Como eu cheiro... como eu cheiro
A amor...

Mario Quintana (Canções, 1946)


La Canción de la niña y moza

Para Gilda Marino

¿Un paisaje con un solo cocotero?
¡Qué triste!
¿Y el compañero?

Cabrita que subes el monte abrupto.
Sola, contra las nubes.
¿Será tu esposo el viento?

Mi esposo ha de oler a tronco,
Como yo huelo a flor.

Un corazón no cabe en un sólo pecho:
Amor... Amor...

Un paisaje con un solo cocotero...
Una iglesia con una torre sólo...
Sin compañera... Sin compañero...
¡Óh, dolor!

Mi esposo ha de oler a tronco,
Como yo huelo... como yo huelo
A amor...

Mario Quintana (Canções, 1946)
(versión de Pedro Casas Serra)

jueves, 16 de agosto de 2012

"Canção do dia de sempre" de Mario Quintana


Para Norah Lawson

Tão bom viver dia a dia...
A vida, assim, jamais cansa...

Viver tão só de momentos
Como essas nuvens do céu...
E só ganhar, toda a vida,
Inexperiencia... esperança...

E a rosa louca dos ventos
Presa à copa do chapéu.

Nunca dês um nome a um rio:
Sempre é outro rio a passar.

Nada jamais continua,
Tudo vai recomençar!

E sem nenhuma lembrança
Das outras vezes perdidas,
Atiro a rosa do sonho
Nas tuas mãos distraídas...

Mario Quintana (Canções, 1946)


Canción del día de siempre

Para Norah Lawson

Mejor vivir día a día...
La vida, así, jamás cansa...

Vivir sólo de momentos
Como esas nubes del cielo...
Y ganar, toda la vida,
Inexperiencia... esperanza...

Y la rosa de los vientos
En la copa del sombrero.

Nunca des un nombre a un río:
Otro río es al pasar.

Nada jamás continúa,
¡Todo vuelve a comenzar!

Y sin ninguna añoranza
De las ocasiones idas,
Tiro la rosa del sueño
En tus manos distraídas...

Mario Quintana (Canções, 1946)
(versión de Pedro Casas Serra)

miércoles, 15 de agosto de 2012

"Canção ballet" de Mario Quintana


Para Edy Dutra Da Costa

Ele sozinho passeia
Em seu palácio invisível.
Linda moça risca um riso
Por trás do muro de vidro.

Risca e foge, num adejo.
Ele pára, de alma tonta.
Um beijo brota na ponta
Do galho do seu desejo.

E pouco a pouco se achegam.
Põem a palma contra a palma.
Mas o frio, o frio do vidro
Lhe penetra a própria alma!

"Ai do meu Reino Encantado,
Se tudo aquí é impossível...
Pra que palácio invisível
Se o mundo está do outro lado?"

E inda busca, de alma louca,
Aquele lábio vermelho.
Ai, o frio da própria boca!
O amor é um beijo no espelho...

Beija e cai, com um engonço,
Todo desarticulado...
Linda moça, como um sonho,
Se dissipa do outro lado...

Mario Quintana (Canções, 1946)


Canción ballet

Para Edy Dutra De la Costa

Él, solitario pasea
Por su palacio invisible.
Linda moza lanza risa
Detrás del muro de vidrio.

Lanza y huye, en aleteo.
Él se para, el alma tonta.
Un beso brota en la punta
Del gajo de su deseo.

Y poco a poco se acercan.
Ponen palma contra palma.
Pero el frío, el frío vidrio
¡Le Penetra por el alma!

"Ay de mi Reino Encantado,
Si todo aquí es imposible...
¿Por qué un palacio invisible
Si el mundo está al otro lado?"

Y aún persigue, el alma loca,
El labio tan encarnado.
¡Ay, frío de propia boca!
Amor de un beso de espejo...

Besa y cae, como títere,
Todo desarticulado...
Linda moza, como un sueño,
Se disipa al otro lado...

Mario Quintana (Canções, 1946)
(versión de Pedro Casas Serra)

lunes, 13 de agosto de 2012

"Canção de inverno" de Mario Quintana


"Pinhão quentinho!
Quentinho o pinhão!"
(E tu bem juntinho
Do meu coração...).

Mario Quintana (Canções, 1946)


Canción de invierno

"¡Piñón calentito!
Calentito el piñón!"
(Y tú bien juntito
A mi corazón...).

Mario Quintana (Canções, 1946)
(versión de Pedro Casas Serra)

domingo, 12 de agosto de 2012

"Canção de bar" de Mario Quintana


Para Egydio Squeff

Barzhinho perdido
Na noite fria.
Estrela e guia
Na escuridão.
Que bem se fica!
Que bem! que bem!
Tal como dentro
De uma apertada
Quentinha mão...
E Rosa, a da vida...
E Verlaine que está
Coberto de limo.
E Rimbaud a seu lado,
O pobre menino...
E o Pedro Cachaça
Com quem me assustavam
(O tempo que faz!)
O Pedro tão nobre
Na sua desgraça...
E Villon sem um cobre
Que não pode entrar.
E o Anto que viaja
Pelo alto mar...
Se o Anto morrer,
Senhor Capitão,
Se o Anto morrer,
Não no deite ao mar!
E aqui tão bom...
E aqui tão bom!
Tal como dentro
De uma apertada
Quentinha concha...
E Rosa, a da vida,
Sentada ao balcão.
Barzinho perdido
Na noite fria,
Estrela e guia
Na turbação.
E caninha pura,
Da mais pura água,
Que poesia pura,
Ai seu poeta irmão,
A poesia pura
Não existe não!

Mario Quintana (Canções, 1946)


Canción de bar

Para Egydio Squeff

Barecito perdido
En la noche fría.
Estrella y guía
En la oscuridad.
¡Qué bien se está!
¡Qué bien! ¡qué bien!
Igual que dentro
De una apretada
Cálida mano...
Y Rosa, la de la vida...
Y Verlaine, todo
Cubierto de lodo.
Y Rimbaud a su lado,
El pobre muchacho...
Y el Pedro Cachaza
Con quien me asustaban
(¡Cuánto tiempo hace!)
El Pedro tan noble
En su adversidad...
Y Villon sin un cobre
Que no puede entrar.
Y el Antón que viaja
Por el alto mar...
Si el Antón muriera,
Señor Capitán,
Si el Antón muriera,
¡No lo arroje al mar!
Y aquí tan bien...
¡Y aquí tan bien!
Igual que dentro
De una apretada
Cálida concha...
Y Rosa, la de la vida,
Sentada en el mostrador.
Barecito perdido
En la noche fría,
Estrella y guía
En la turbación.
Y cañita pura,
De agua más pura,
Que poesía pura,
¡Ay poeta hermano,
La poesía pura
No existe no!

Mario Quintana (Canções, 1946)
(versión de Pedro Casas Serra)

sábado, 11 de agosto de 2012

"Canção de torna-viagem" de Mario Quintana


Uma carta emcontrarei
Debaixo da minha porta.
Ordem da Filha do Rei?
Feitiço da Moira Torta?

A carta não abrirei.
Talvez me seja fatal.
Mas sobre o leito há uma rosa,
Há uma rosa e um punhal.

Que fiz de bem ou de mal
Pelos caminhos que andei?
Qual dos dois, rosa e punhal,
É o da Princesa e o do Rei?

Ai, tudo a carta diria,
A carta de sob a porta...
Se não se houvera sumido
Por artes da Moira Torta!

Mario Quintana (Canções, 1946)


Canción de emigrante

Una carta emcontraré
Por debajo de mi puerta.
¿Orden de la Hija del Rey?
¿Ardid de Parca Funesta?

La misiva no abriré.
Tal vez me sea fatal.
Sobre el lecho hay una rosa,
Una rosa y un puñal.

¿Qué hice yo de bien o mal
Por los caminos que andé?
Cual de ambos, rosa o puñal,
Es de Princesa o de Rey?

!Todo la carta diría¡,
La de debajo la puerta...
Si no se hubiese esfumado
¡Por mor de Parca Funesta!

Mario Quintana (Canções, 1946)
(versión de Pedro Casas Serra)

viernes, 10 de agosto de 2012

"Canção da aia para o filho do rei" de Mario Quintana


Mandei pregar as estrelas
Para velarem teu sono.
Teus suspiros são barquinhos
Que me levam para longe...
Me perdi no céu azul
E tu, dormindo, sorrias.
Despetalei um estrela
Para ver se me querias...
Aonde irão os barquinhos?
Com que será que tu sonhas!
Os remos mal batem nágua...
Minhas mãos dormem na sombra.
A quem será que sorris?
Dorme quieto, meu reizinho.
Há dragões na noite imensa,
Há emboscadas nos caminhos...
Despetalei as estrelas,
Apaguei as luzes todas.
Só a luar te banha o rosto
E tu sorris no teu sonho.
Ergues o braço nuzinho,
Quase me tocas... A medo
Eu começo a acariciarte
Com à sombra de meus dedos...
Dorme quieto, meu reizinho.
Os dragões, com a boca enorme,
Estão comendo os sapatos
Dos meninos que não dormem...

Mario Quintana (Canções, 1946)


Canción de aya para el hijo del rey

Mandé implorar las estrellas
Para velar por tu sueño.
Tus suspiros son barquitos
Que me van llevando lejos...
Me perdí en el cielo azul
Y tú, durmiendo, reías.
Yo despetalé una estrella
Para ver si me querías...
¿Adónde irán los barquitos?
¡Con qué será que tú sueñas!
Los remos no baten agua...
Mis manos duermen en niebla.
¿A quién será que sonríes?
Duerme en paz, mi reyecito.
Hay dragones en la noche,
Celadas en los caminos...
Despetalé las estrellas,
Apagué todas las luces.
Baña tu rostro la luna
Y tú sonríes en sueños.
Alzas nudo tu bracito,
Casi me tocas... Yo tengo
Mucho miedo a acariciarte
Con la sombra de mis dedos...
Duerme en paz, mi reyecito.
Dragones, de enorme boca,
Van comiendo los zapatos
De los niños que no duermen...

Mario Quintana (Canções, 1946)
(versión de Pedro Casas Serra)

miércoles, 8 de agosto de 2012

"Canção de junto do berço" de Mario Quintana


Não te movas, dorme, dorme
O teu soniho tranquilo.
Não te movas (diz-lhe a Noite)
Que ainda está cantando un grilo...

Abre os teus olhinhos de ouro
(O Dia lhe diz baixinho).
É tempo de levantares
Que já canta un passarinho...

Sozinho, que pode um grilo
Quando já tudo é revoada?
E o Dia rouba o menino
No manto da madrugada...

Mario Quintana (Canções, 1946)


Canción de junto a la cuna

No te muevas, duerme, duerme
Tu sueñecito tranquilo.
Quieto (le dice la Noche)
Que aún está cantando un grillo...

Abre tus ojitos de oro
(Le dice el Día bajito).
Es tiempo de levantarse
Que ya canta un pajarito...

¿Qué puede hacer solo un grillo
Cuando ya todo es bandada?
Y el Día se lleva al niño
En manto de madrugada...

Mario Quintana (Canções, 1946)
(versión de Pedro Casas Serra)

martes, 7 de agosto de 2012

"Canção de domingo" de Mario Quintana


Que dança que não se dança?
Que trança não se destrança?
O grito que voou mais alto
Foi um grito de criança.

Que canto que não se canta?
Que reza que não se diz?
Quem ganhou maior esmola
Foi o Mendigo Aprendiz.

O céu estava na rua?
A rua estava no céu?
Mas o olhar mais azul
Foi só ela quem me deu!

Mario Quintana (Canções, 1946)


Canción de domingo

¿Qué baile no se desbaila?
¿Qué trenza no se destrenza?
La voz que voló más alto
Fue el grito de la crianza.

¿Qué canto que no se canta?
¿Qué rezo que no se dice?
Quién ganó mayor limosna
Fue el Pordiosero Aprendiz.

¿El cielo estaba en la calle?
¿La calle estaba en el cielo?
¡Pero el mirar más azul
Sólo ella me lo de dio!

Mario Quintana (Canções, 1946)
(versión de Pedro Casas Serra)

lunes, 6 de agosto de 2012

"Canção meio acordada" de Mario Quintana


Laranja! grita o pregoeiro.
Que alto no ar suspensa!
Lua de ouro entre o nevoeiro
Do sono que se esgarçou.
Laranja! grita o pregoeiro.
Laranja que salta e voa.
Laranja que vais rolando
Contra o cristal de manhã!
Mas o cristal da manhã
Fica além dos horizontes...
Tantos montes... tantas pontes...
(De frio soluçam as fontes...)
Porém fiquei, não sei como,
Sob os arcos da manhã.
(Os gatos moles do sono
Rolam laranjas de lã.)

Mario Quintana (Canções, 1946)


Canción medio despierta

¡Naranja! va el pregonero.
¡Qué alto en el aire suspensa!
Luna de oro entre la niebla
Del sueño que se rasgó.
¡Naranja! va el pregonero.
Naranja que salta y vuela.
¡Naranja que vas rodando
al cristal de la mañana!
Pero el cristal mañanero
Queda allende el horizonte...
Tantos montes... tantos puentes...
(De frío hipan las fuentes...)
Pero quedé, no sé como,
En arcos de la mañana.
(Los gatos vagos del sueño
Ruedan naranjas de allá.)

Mario Quintana (Canções, 1946)
(versión de Pedro Casas Serra)

domingo, 5 de agosto de 2012

"Canção de nuvem e vento" de Mario Quintana


Medo da nuvem
Medo Medo
Medo da nuvem que vai crescendo
Que vai se abrindo
Que não se sabe
O que vai saindo
Medo da nuvem Nuvem Nuvem
Medo do vento
Medo Medo
Medo do vento que vai ventando
Que vai falando
Que não se sabe
O que vai dizendo
Medo do vento Vento Vento
Medo do gesto
Mudo
Medo da fala
Surda
Que vai movendo
Que vai dizendo
Que não se sabe...
Que bem se sabe
Que tudo é nuvem que tudo é vento
Nuvem e vento Vento Vento!

Mario Quintana (Canções, 1946)


Canción de nube y viento

Miedo de la nube
Miedo Miedo
Miedo de la nube que va creciendo
Que se va abriendo
Que no se sabe
Lo que va saliendo
Miedo de la nube Nube Nube
Miedo del viento
Miedo Miedo
Miedo del viento que va ventando
Que va hablando
Que no se sabe
Lo que va diciendo
Miedo del viento Viento Viento
Miedo del gesto
Mudo
Miedo del habla
Sorda
Que va moviendo
Que va diciendo
Que no se sabe...
Que bien se sabe
Que todo es nube que todo es viento
Nube y viento Viento ¡Viento!

Mario Quintana (Canções, 1946)
(versión de Pedro Casas Serra)

sábado, 4 de agosto de 2012

"Canção de garoa" de Mario Quintana


Para Telmo Vergara

Em cima do meu telhado,
Pirulin lulin lulin,
Um anjo, todo molhado,
Soluça no seu flautim.

O relógio vai bater:
As molas rangem sem fim.
O retrato na parede
Fica olhando para mim.

E chove sem saber por quê...
E tudo foi sempre assim!
Parece que vou sofrer:
Pirulin lulin lulin...

Mario Quintana (Canções, 1946)


Canción de llovizna

Para Telmo Vergara

Encima de mi tejado,
Pirulín lulín lulín,
Un ángel, todo mojado,
Lloriquea en su flautín.

El reloj viene a tañer:
Los muelles crujen sin fin.
El retrato en la pared
Queda mirando hacia mí.

Llueve sin saber por qué...
¡Y todo fue siempre así!
Creo que voy a sufrir:
Pirulín lulín lulín...

Mario Quintana (Canções, 1946)
(versión de Pedro Casas Serra)

viernes, 3 de agosto de 2012

Maria (A Maria Lua)

MARIA


A Maria Lua


En una ciudad de piedras verdes

y montañas altas, Maria

se puso a escribir poesía:

hablaba del cielo y las estrellas,

de sueños, de vientos, de nubes

- de cómo corría tras ellas.

Desde su ventana, sus ojos

se abrían de noche, volaban,

cantaban, reían, lloraban.


En una ciudad de piedras verdes

y montañas altas, Maria

nos iluminaba como un faro

desde su ventana y nosotros

- mojados, cansados, vencidos -

hallábamos fuerzas en ella

que nos conducía y guiaba

tras ella a la Luna, la única,

la madre más bella. Maria

velaba en la noche: era estrella.


Pedro Casas Serra (03-08-2012)



jueves, 2 de agosto de 2012

"Canção do desencontro no terraço" de Mario Quintana


Estavas entre as algas afogada...
A boca dolorosa, olhos pendidos...

Rias como uma louca no terraço!
Perdão! Eu é que ria dentre os algas...

Eu é que ria dentre as algas verdes
Esse riso que têm os desamados.

Mentira! eu lia os extras do cardápio.
Tu deslizavas entre as nuvens altas!

Em cada nuvem pus um coreto de música.
Mandei soltar confete pelo céu azul.

E deitado no meio das lájeas desertas,
Cobri meu rosto com o teu lenço de seda escura.

Mario Quintana (Canções, 1946)


Canción del desencuentro en la terraza

Estabas entre algas ahogada...
La boca dolorosa, ojos bajados...

¡Reías como loca en la terraza!
¡No! Era yo quien reía entre algas...

Era yo quien reía entre algas verdes
Esa risa que tienen los no amados.

¡Falso! yo leía extras de la carta.
¡Tú deslizabas entre nubes altas!

En cada nube puse un quiosco de música.
Mandé soltar confeti por el cielo azul.

Y acostado en medio de las lajas desiertas,
Cubrí mi rostro con tu pañuelo de seda oscura.

Mario Quintana (Canções, 1946)
(versión de Pedro Casas Serra)