martes, 24 de febrero de 2015

Los 4 poetas

Fuera de esta selección y para acabar de forma más amable, os ofrezco “Los 4 poetas” que dedico a cuantos han elegido a la poesía como vocación.



LOS 4 POETAS

Somos 4 poetas,
4 estetas
que recorremos juntos la ciudad.

A lleva un pincel azul.
B sube corriendo las cuestas.
C ríe como un loco.
D da de comer a las palomas.

Para A, las mujeres no tienen ojos.
Para B, es más fácil dar un brinco que un paso.
Para C, solo cuenta lo que se vive durmiendo.
Para D, cualquier sonrisa esconde un suspiro.

Las palomas corren como locas
para que no las pintemos.
¡Pobrecitas!, se pondrán
azules de subir cuestas
y al llegar arriba,
nos las comeremos.
¿O se nos comerán ellas
a nosotros?
Porque como somos medio
ciegos, vamos medio cojos,
medio dormidos y medio
atontados, fácilmente
podríamos caer en sus garras.

Somos 4 poetas,
4 estetas
que recorremos juntos la ciudad.

A ve caras donde hay macetas.
B oye hablar a los ruiseñores.
C tienta el aire y le huele colorao.
D se alimenta de silbidos.

A ríe a lágrimas.
B canta como rapaz en celo.
C habla a mordiscos.
D no sabe si llorar o callar.

Por eso, juntos formamos una
buena compañía de titiriteros
danzantes del vientre aulladores,
y seguro que no pasaremos
desapercibidos.

Somos 4 poetas,
4 estetas
que recorremos juntos la ciudad.

A no para de desenroscar bombillas.
B hace guiños a todos los semáforos.
C pontifica subido en los cubos de basura.
D va por la calle bailando charlestón.

Somos 4 locas que circulamos
en un coche de caballos
enjaezados, con el cabello
encrespado, las botas puestas y
el látigo de fustigar en la mano.

Que no nos vengan con monsergas,
porque los vamos a dejar
tiesos, tiesos de espanto,
con los ojos desorbitados y
babeando.

Somos 4 poetas,
4 estetas
que recorremos juntos la ciudad.

A asombrará las farolas.
B iluminará las calles.
C apagará los semáforos.
D hará reventar las cañerías.

No importa que no
nos escuchen ni nos vean,
porque subiremos a todos
los áticos, bajaremos a todas
las cloacas, caminaremos
por todas las estaciones
y los mercados, nos
sentaremos en todos
los pupitres y paradas de autobús,
y allí donde haya un pie,
una mano, un corazón, unos ojos
y una esperanza, llegaremos.

Somos 4 poetas,
4 estetas
que recorremos juntos la ciudad.

A va vestido de amor.
B contagia con su grito.
C hace juegos malabares.
D encierra un ruiseñor.

¡Menuda tropa!

A solo tiene ojos.
B solo tiene boca.
C solo tiene manos.
D solo tiene corazón.

Pero ¡cómo nos divertimos
juntos!, y juntos formamos
un ser monstruoso, gigantesco,
inenarrable, imposible
de imaginar,
que atiende al nombre
de LLUBAPEMÓN.

Pedro Casas Serra, Mi cuerpo es mi presente (2008)


Conjunto de poesías de tema humano, amoroso, pero con forma y motivos religiosos, que leí en un recital celebrado en la Asociación “Veins en defensa de la Barcelona vella” el día 4 de abril de 2007, en versión corregida y puesta el día para esta 4ª edición.

Notas:
2. Ver en vídeo la lectura que se hizo de este libro: https://www.youtube.com/watch?v=XtkUUoAy6u0

lunes, 23 de febrero de 2015

Sé que seguís ahí

“Sé que seguís ahí” es una despedida. Un treno que, según el diccionario, es una composición que lamenta la muerte. La muerte es el “Viaje definitivo”, título que dio Juan Ramón Jiménez a uno de sus poemas más famosos que empieza “...Y yo me iré. Y seguirán los pájaros cantando”. Yo igual, también me iré y seguirán los pájaros cantando. Pero eso es precisamente lo que yo quiero: que los pájaros, cuando yo me haya ido, sigan cantan para todos los que queden y por mucho tiempo. Quizá yo también los oiga.


SÉ QUE SEGUÍS AHÍ

Cardos que en el verano azuleáis
dando a la tierra un corazón marino,
senderos que orilláis con oro fino
los bosques que las hojas alfombráis,

corrientes que las aguas escanciáis
formando con las piedras concertino,
y osadas, con impulso repentino,
las plantas que encontráis, besando váis,

flores que os ofrecéis y enamoráis,
pájaros que endulzáis con vuestro trino
los cielos que en bandadas ocultáis...

Aunque no os crucéis hoy en mi camino,
bellezas tantas que en el mundo obráis,
sé que seguís ahí - o lo imagino. 
 
Pedro Casas Serra, Mi cuerpo es mi presente (2008)



domingo, 22 de febrero de 2015

Como el ave, al volar...

La siguiente poesía la escribí en el Monasterio del Císter de Tulebras, en Navarra. Es un soneto que trata del misterio que sigue a la muerte. Con el símil de la incertidumbre de un camino cuyo destino ignoramos. También nos propone que, puesto que no conocemos nuestro destino pero si en cambio nuestro origen, procuremos recordar el trayecto para poder regresar a nuestro origen. Quizás el destino sea el origen de donde venimos. Volvemos a allá de donde venimos.


COMO EL AVE AL VOLAR...

Como el ave, al volar, abre sus alas,
tú planeas inquieto tu futuro,
sin pensar que al llegar al fin del muro,
saber qué habrá detrás, son martingalas.

Quiere mejor, como la nieve espesa
cae sobre la tierra blandamente,
atravesar el mundo, indiferente,
atento solo a cuanto de él te besa.
 
La risa llevarás por equipaje,
que al no saber a dónde va el camino,
es mejor emprender ligero el viaje.

Y que más importante que el destino,
es, al andar, fijarse en el paisaje,
para acertar después donde se vino. 
 
Pedro Casas Serra, Mi cuerpo es mi presente (2008)



sábado, 21 de febrero de 2015

En mi interior hay un océano

“En mi interior hay un océano”, la poesía que sigue, es una poesía panteísta. En cada uno de nosotros hay un universo destinado a encontrarse con el universo de los demás. Yo soy todo, todos sois yo. Mejor que yo lo han dicho otros poetas como Walt Whitman.



EN MI INTERIOR HAY UN OCÉANO...

En mi interior hay un océano
que golpea contra mis paredes,
por mis ojos veréis si está agitado o en calma,
yo no puedo dormir cuando se agita
ni sonreír si está en calma.

En mi interior hay un océano
con playas doradas donde las cometas
bailan abrazadas sus amores furtivos,
y con abismos que atesoran los restos
de amores naufragados.

En mi interior hay un océano
donde la balsa del niño que fui,
tropieza con la del joven enamorado


y con la del adulto enfermo y desengañado
buscando la salida de las lágrimas.

En mi interior hay un océano
atravesado por corrientes,
las frías congelan mis sentimientos,
las calientes los enardecen,
mi cuerpo es su recipiente de ebullición.

En mi interior hay un océano
rodeado de cuerpo por todas partes,
abrazadme y notaréis su oleaje,
besadme y gustaréis su sal,
uniros a mí y las olas os vestirán con su espuma.

En mi interior hay un océano,
un océano tan inmenso que rebasa el cuerpo que lo contiene,
tan inmenso, que fluye por todos sus orificios
necesitando unirse a otros océanos
para así formar el Océano Universal.

Pedro Casas Serra, Mi cuerpo es mi presente (2008)


viernes, 20 de febrero de 2015

Ulises, ¿qué temes?

“Ulises, ¿qué temes?”, la escribí fuertemente influido por la poesía “Viaje a Ítaca” de Constantino Kavafis. En esta poesía, Kavafis nos dice que lo realmente importante del viaje -la vida- no es alcanzar su destino -la muerte- sino todo lo que se experimenta durante el viaje. Yo, en la mía, vengo a decir que el destino del viaje es uno mismo. 


ULISES, ¿QUÉ TEMES?

Sé que hace tiempo que no duermes
oteando sin cesar el horizonte,
pero Ulises, ¿qué temes?,
no eres tú quien ha creado Ítaca,
sino Ítaca quien te ha creado a ti.
Son los bosques de Ítaca los que te mecen,
en sus brazos te acogen cuando te despiertas,
con sus ramas te protegen en las tormentas.
Son los rebaños de Ítaca los que te abrigan,
te dan calor por las noches,
al sonido de sus esquilas te adormeces.
En los ojos de tus compañeros, se refleja el cielo de Ítaca,
en sus palabras, en sus gestos, en sus cuerpos,
se descubren sus gentes:
esos valles de Ítaca, sus vientres,
esas colinas, sus rodillas,
esos ríos, sus piernas,
esas playas, sus pies.
Ulises: no temas,
Ítaca no te abandonará jamás.

Y cuando deje de soplar el viento,
y la niebla te impida ver el sol,
empuña con fuerza el timón,
que tus compañeros se agarren a los remos,
que es a Ítaca a quien tenéis entre los brazos,
que os guía y os conduce hasta ella.

Pedro Casas Serra, Mi cuerpo es mi presente (2008)






jueves, 19 de febrero de 2015

Salmos para recitar con júbilo ante Amón-Ra

La poesía que sigue es una “celebración” y como tal contiene un ofertorio,  una comunión  y  un  mensaje  de  despedida.  La  escribí para Juan Ramón, a quién está dedicada mediante un acróstico. Acaba con una referencia a la “palabra”. En la mitología griega, las palabras eran las palomas de Venus, las mensajeras del amor. Este es un mensaje de amor.


SALMOS PARA RECITAR CON JÚBILO ANTE AMÓN-RA

“Para júbilo de tu corazón,
antes de acostarme contigo,
ramos de jazmines cortando,
montaré una corona para ti.”

........................
I

Como una flor me abro a ti,
........................como un capullo me abro a ti,
hoja a hoja, pétalo a pétalo,
........................a tu mano que me acaricia,
como una flor me abro a ti,
........................como un capullo me abro a ti.
 
Espero con avidez tu líquido,
........................espero con avidez tu simiente,
como un surco, como una acequia,
........................de tu caño largo y fuerte,
espero con avidez tu líquido,
........................espero con avidez tu simiente.

Como un polluelo en su nido,
........................como un cachorro en su camada,
mi boca se abre, para que la llenes
........................con tu gusano y tu leche,
como un polluelo en su nido,
........................como un cachorro en su camada.

Como el campo golpeado por la lluvia,
........................como el árbol agitado por el viento,
mi cuerpo se te ofrece, dispuesto
........................a tu llamada, a tu embate,
como el campo golpeado por la lluvia,
........................como el árbol agitado por el viento.

........................II

Con encendido amor
........................acojo tu reposo,
¡mi luchador!, cansado
........................de la jornada diaria,
con encendido amor
........................acojo tu reposo.
 
En tálamo nupcial,
........................bajo las sábanas,
encontrarás mi anillo
........................listo para tu dedo,
en tálamo nupcial,
........................bajo las sábanas.

Masa de pan blando
........................que inertemente espera,
en tus manos la forma
........................encontraré temblando,
masa de pan blando
........................que inertemente espera.
 
Los pequeños botones
........................de mis flores gemelas
se abrirán al contacto
........................de tu aliento-rocío,
los pequeños botones
........................de mis flores gemelas.

........................III

¡Ojo de mis cuencas vacías!
........................¡Luna de mis noches sin luz!
¡Lazarillo que me lleva
........................de la mano a mi alimento!
¡Ojo de mis cuencas vacías!
........................¡Luna de mis noches sin luz!

Quiero ser la uva, el plátano,
........................quiero ser el melocotón y la ciruela
que se ofrecen en canastilla
........................al esperado viajero,
quiero ser la uva, el plátano,
........................quiero ser el melocotón y la ciruela.

Quiero ser el paisaje soñado
........................que se vislumbra al despuntar el monte,
y enciende la sonrisa al caminante,
........................y acelera el paso de su sangre,
quiero ser el paisaje soñado
........................que se vislumbra al despuntar el monte.
 
Mi cuerpo es mi presente,
........................mi cuerpo es mi regalo,
levantaré tu ánimo
........................hasta el éxtasis,
mi cuerpo es mi presente,
........................
mi cuerpo es mi regalo.

........................IV

Frotando nuestros cuerpos
........................nuestros miembros se levantan,
y el mío te señala a tí,
........................y el tuyo me señala a mí,
frotando nuestros cuerpos
........................nuestros miembros se levantan. 

Entrecruzando nuestras piernas,
........................rodeando con los brazos nuestros troncos,
tu boca se abre a la mía,
........................y mi boca se abre a la tuya,
entrecruzando nuestras piernas,
........................rodeando con los brazos nuestros troncos.

Separando nuestras cabezas,
........................empujamos nuestras ingles,
y mi bulto palpita junto al tuyo,
........................y tu bulto palpita junto al mío,
separando nuestras cabezas,
........................empujamos nuestras ingles.

Penetramos nuestros oídos con palabras,
........................empapamos nuestros cuerpos de esencias,
y tu arco toca mi violín,
........................y mi arco toca tu violín,
penetramos nuestros oídos con palabras,
........................empapamos nuestros cuerpos de esencias.

........................V

Estiramos nuestros cuerpos desperezándonos,
........................tendemos nuestros brazos como jabalinas,
y mi vello se eriza a tu contacto,
........................y tu vello se eriza a mi contacto,
estiramos nuestros cuerpos desperezándonos,
........................tendemos nuestros brazos como jabalinas.

Emparejados nuestros miembros
........................pesamos el uno sobre el otro,
y mis manos buscan tus orificio,
........................y tus manos buscan mis orificio,
emparejados nuestros miembros
........................pesamos el uno sobre el otro.

Golpeamos nuestros tambores con las palmas,
........................cimbreamos fuertemente nuestras cinturas,
y el agua de tu lluvia colma mi pozo,
........................y el agua de mi lluvia colma tu pozo,
golpeamos nuestros tambores con las palmas,
........................cimbreamos fuertemente nuestras cinturas.
 
Abrimos nuestros sentidos a bocados,
........................arrojamos nuestros versos al vacío,
y mi alma queda dentro de ti,
........................y tu alma queda dentro de mí,
abrimos nuestros sentidos a bocados,
........................arrojamos nuestros versos al vacío.

........................VI

Embarcados en colosal nave,
........................encerrados en su vientre-bodega,
tú eres mi mástil y mi vela,
........................yo soy tu mástil y tu vela,
embarcados en colosal nave,
........................encerrados en su vientre-bodega.

Desde el barbado mascarón de proa,
........................desnudos nos lanzamos como arpones,
hundidos en el mar, perseguimos
........................abrazados serpientes y tritones,
desde el barbado mascarón de proa,
........................desnudos nos lanzamos como arpones.

Tumbados en cubierta, miramos las estrellas,
........................y arrastrados por ellas, cruzamos las noches,
fanales venecianos de luceros tempranos,
........................iluminando cuerpos, alumbran las caricias,
tumbados en cubierta, miramos las estrellas,
........................y arrastrados por ellas, cruzamos las noches.
 
 Impulsados por los mismos vientos,
........................arrullados por las mismas sirenas,
tu playa es el destino de mi arena,
........................mi playa es el destino de tu arena,
impulsados por los mismos vientos,
........................arrullados por las mismas sirenas.

........................VII

Levantamos nuestros ojos al cielo,
........................ofrecemos nuestro cuerpo a los dioses,
desde una misma piel,
........................con una misma mano,
levantamos nuestros ojos al cielo,
........................ofrecemos nuestro cuerpo a los dioses.
 
Como pájaros, que sobrevuelan bosques
........................agrupados en bandadas,
se reflejan nuestras palabras
........................en estanques dormidos,
como pájaros, que sobrevuelan bosques
........................agrupados en bandadas.

Como el ave, que levanta el sol
........................y lo acompaña hasta el ocaso,
mi palabra en tu boca
........................busca su nido,
como el ave que levanta el sol
........................y lo acompaña hasta el ocaso.

Mi palabra, enredada en un papel,
........................que aleteando vuela a tu corazón,
para que desdoblándolo lo leas
........................y le infundas con tu aliento su destino,
mi palabra, enredada en un papel,
........................que aleteando vuela a tu corazón. 


Pedro Casas Serra, Mi cuerpo es mi presente (2008)



 



 

 

 


miércoles, 18 de febrero de 2015

Mi ángel

La siguiente poesía, ”Mi ángel”, la escribí como un reto. Conocí una obra que reunía 54 poesías y prosas con los ángeles como tema. Quise hacer mi contribución, que desde luego, quería ser distinta. Mi ángel no es de escayola pintada, sino humano, hasta demasiado humano diría yo. Podría decirse que es una poesía al estilo de los llamados “poetas malditos”, como Baudelaire o Rimbau, a los que admiro.
 
 
MI ÁNGEL

Mi
ángel,
provisto de
venerea espada,
no es portero de fincas
sino descerrajador de sexos,
no es niñera de escayola pintada
sino depredador de fuerte músculo,
no vocero de asexuados hechos
sino mensajero del placer;
su presencia es su voz,
su palabra sexo,
su rastro
semen 
 
Pedro Casas Serra, Mi cuerpo es mi secreto (2008) 

martes, 17 de febrero de 2015

La mariposa

“La mariposa”, la poesía que sigue, responde a una experiencia tántrica que tuve hace años. Entonces me interesé por esta doctrina oriental que persigue la prolongación del placer alargando el acoplamiento sin eyaculación. Lo cual, evidentemente, produce la erotización de todo el cuerpo, así como la multiplicación de los orgasmos. La sexualidad no necesita del amor, aunque éste la potencia. Pero sí que necesita siempre de mucha generosidad y del mayor conocimiento erótico posible. La sexualidad es un arte como bien han entendido los orientales.


LA MARIPOSA

¿Eres el mismo
- enfundadas las piernas
en medias de seda, rodeado
tu sexo por un aro
y aspirando popers -
que hace cinco minutos
estaba sentado en el salón?

Como una crisálida
- deshaciéndote de la ropa,
de las gafas y del reloj,
de la prisa, del gesto contenido -
te has abierto
mostrando tus nuevos atributos,
te has hecho mariposa. 

Extraño ser
- que ni corre ni vuela
pero flota y se expande
y que suena y que brilla
y que endulza -
listo para apresarme,
peregrino del tiempo.

Tu vientre
- rodeado de ojos y de manos,
de narices que aspiran,
de bocas que humedecen
y de pieles brillantes -
caliente cual crisol,
es mi reclamo.

Déjame probar
- borracho de deseo
incontenido que palpita
y calienta mi cuerpo
convulso y anacrónico -
duro y suave,
la dulzura de tu miembro.

Eres dios
- por tu fuerza, tu vigor,
tu potencia, tu calor,
tus gemidos,
tu dulzura, tu destreza,
tu suavidad, tu ligereza -
eres diosa.
 
Pedro Casas Serra, Mi cuerpo es mi presente (2008)

lunes, 16 de febrero de 2015

Letanía de los hombres bellos

La poesía que vais a leer a continuación se titula “Letanía de los hombres bellos”. Es una invocación a Dios en contra de la muerte y a favor del amor. De cualquier clase de amor. Yo considero a mi poesía, poesía de amor “sin adjetivos” aunque en cada momento esté escrita desde mi circunstancia. Me niego a que se me clasifique como persona y como poeta. Mi poesía es sobre el amor, se dirige a todos y todos la pueden escuchar, porque de amor, en el fondo, sólo hay uno.


LETANÍA DE LOS HOMBRES BELLOS

¡Señor, 
hay tantos hombres bellos a mi alrededor! 

¿Por qué 
pusiste tantas causas a mi perdición? 

Tal vez 
merezca tu castigo y la condenación. 

Da igual, 
la vista se me pierde en la contemplación. 

También 
las manos se me escapan en persecución.
 
Y así,
mi cuerpo es aspirado por esta atracción.

Decís
que acariciar a un hombre es una perversión,

pero
que es lícito matarlo en una ejecución.

No sé
quién formuló las reglas de esta aberración,

quizás
pudiéramos cambiarlas a un mundo mejor. 
 
Pedro Casas Serra, Mi cuerpo es mi presente (2008)

domingo, 15 de febrero de 2015

El flamenco

La poesía que sigue está inspirada en el Cántico Espiritual de San Juan de la Cruz. Yo pensé que si él había hecho poesía de amor “a lo divino”, yo  bien podía hacer poesía religiosa “sobre el amor humano”. San Juan, con las formas de la poesía amorosa de su tiempo, hizo poesía religiosa. Yo, con las formas de la poesía religiosa de San Juan quise hacer poesía amorosa. Las referencias a la naturaleza que contiene son típicas del Cántico Espiritual y el Cantar de los Cantares.


EL FLAMENCO

Buscando estoy mi amado
y como peregrino
penitente de un castigo divino,
desgrano mi rosario
contemplando los rostros de la gente,

en busca de una mirada transparente
que atrape mi mirada soñadora
en el transcurso de mi camino diario.

Gacela ruborosa
que se refugia en la espesura más frondosa,
huye mi amado de mi alcance,
temeroso no fuera depredadora fiera.

A veces veo a alguien que de espaldas,
me parece mi amado,
y corro presuroso y al verle de perfil,
decepcionado, veo
que no tiene de mi amado la figura.

Mi amado es un flamenco de plumaje rosado,
posado en una pata, indiferente al mundo.

En sueños, veo a mi amado encadenado
en un rincón de la ciudad oscuro,
atado a un oficio sin futuro,
la cara sucia, el pelo despeinado,
pringado de sudor, desaseado.

Entonces, sueño que lo lavo
con jabón de romero,
que froto fuertemente con mis manos
su parte de delante, y su trasero
con esponja marina,
para secarlo luego con esmero
envolviéndolo en toalla grande, suave y fina;
que le perfumo con lavanda el pelo,
le afeito la barba de tres días
y con loción su cara masajeo.

Después, contemplo a mi amado
apuesto y bien plantado,
alzándose desnudo
de cuerpo entero,
y siento lo que Dios, posiblemente
sentiría, al contemplar a Adán el primer día.

Luego visto a mi amado lentamente,
cubriendo su natura con calzoncillos blancos,
con camiseta blanca sus tetillas,
con blanco pantalón sus pantorrillas,
con camisa blanca sus musculosos brazos
y sus ligeros pies... con blancas zapatillas.

Resultando mi amado
obra enteramente mía,
que lo he encontrado,
lavado, vestido y perfumado.

Y tal como lo he hecho lo deshago,
desvistiéndolo y dejándolo desnudo
en toda la belleza de su hombría,
gacela trashumante que pasó por delante
y atrapó mi mirada palpitante un día.

Pedro Casas Serra, Mi cuerpo es mi presente (2008)

sábado, 14 de febrero de 2015

Tu cuerpo

“Tu cuerpo” es un rosario de alabanzas al cuerpo de un joven que conocí hace 17 años casualmente. El no se conformaba con una sola clase de amor y quería conocer otras. El amor empieza por la atracción, generalmente visual, que despierta en nosotros otro cuerpo. Luego conocemos y nos enamoramos de la persona. Y después queremos a esa persona, que es única para nosotros, no importa ya bajo que cuerpo. Esta poesía contiene imágenes míticas y en toda ella una sola rima.


TU CUERPO

Nunca de acariciar tu cuerpo acabaría,
imantado de él por siempre quedaría.

Soplándote mi aliento, tus formas seguiría,
y, como Dios a Adán, vida te infundiría.
 
El olor de tu piel, mi ser embriagaría,
cual náufrago sediento, tu mar me bebería.

Mi boca, como abeja, tu polen libaría,
las flores de tu cuerpo, todas visitaría.

La luz de tu mirada, la mía atraería,
perdiéndome en tus ojos, salida encontraría.

Tus palabras de amor, ávido escucharía,
contra tu cuerpo el mío, con fuerza encallaría.

Al pasarle la mano, tu piel erizaría,
el vello de tu vientre, mis dedos peinaría.

Como ladrón, de noche, tu ropa robaría,
y al tocarla, tu cuerpo junto a mí seguiría.

Cual navegante, el mapa de tu piel trazaría,
al lado de tu cuerpo mi nave fondearía.

Si me lo dicen antes, no me lo creería,
que lo que por ti siento, por ti lo sentiría.
 
Pedro Casas Serra, Mi cuerpo es mi secreto (2008)

viernes, 13 de febrero de 2015

(Mi nombre es mi secreto)

La poesía que sigue, ”Mi nombre es mi secreto”, está diciendo lo difícil que es conocer a alguien, al que se va refiriendo bajo distintas advocaciones. Algo así como: yo soy el que te mira, yo soy el que te habla, yo soy el que te escucha, yo soy el que te sonríe..., pero soy mucho más que todos esos juntos y nunca llegarás a conocerme del todo. Nunca llegaras a conocer mi “nombre“, mi “totalidad”, porque mi nombre es mi secreto. Conservar el misterio preserva la llama del amor.


(MI NOMBRE ES MI SECRETO)

Cazador de mariposas nocturnas, 
observador de lagartijas al sol. 
(Mi nombre es mi secreto) 
 
Roturador de paisajes submarinos,
cosechador de conchas.
(Mi nombre es mi secreto)

Rastreador de reflejos en el agua,
alzador de cometas.
(Mi nombre es mi secreto)

Contador de granos de arena,
edificador de castillos.
(Mi nombre es mi secreto)

Náufrago de las olas,
madero al sol.
(Mi nombre es mi secreto)

Olfateador de brisas,
vela al viento.
(Mi nombre es mi secreto)

Aullador de la luna,
perro del desierto.
(¿Mi nombre? Sigue siendo mi secreto) 
 
Pedro Casas Serra, Mi cuerpo es mi presente (2008)

jueves, 12 de febrero de 2015

¡Esperándote!

La siguiente poesía, “¡Esperándote!”, son unas preces.  Las escribí hace 16 años. No iba dirigida a nadie en particular, tampoco la escribí para publicarla. Entonces no escribía poesía para publicarla, sino para desahogarme, entenderme mejor, evadirme de mi realidad que no me agradaba y salir de la depresión en que me hallaba. No fue sino unos años después cuando me decidí a publicarla, pensando que podía ser útil a alguien como me lo había sido a mí.


¡ESPERÁNDOTE!

No deseo otra cosa sino dormir contigo
para encontrar tu muslo al alargar la mano.
¡Es todo tan difícil!

Son demasiados años de estar durmiendo a solas
perdido en una cama que se me ha hecho grande.
¡Me falta la costumbre!

Cuántos instantes de placer perdidos
y cuánto esperma desaprovechado.
¡Hundieron mi conciencia en el pecado!

Maté el alma, y mi cuerpo, liberado,
corre anhelando el brazo del amigo.
¡Qué dulce es la ilusión!

Vivir es algo más que ver pasar los días,
es meterse hasta el cuello, es zambullirse.
¡Esperándote! 

Pedro Casas Serra, Mi cuerpo es mi presente (2008)

miércoles, 11 de febrero de 2015

Dios bodadoso

La siguiente poesía, “Dios bondadoso“, es una rogativa para pedirle a Dios que me ayudara a encontrar mi media naranja.  No es irreverente -ninguna poesía mía lo es- ni burlona -yo no lo soy. Solo es ligeramente irónica frente a la imagen terrible de Dios que ofrece el Antiguo Testamento. Contrasta la vida de Adán y Eva con la nuestra.



DIOS BONDADOSO

Dios bondadoso,
que conocemos por terceros
y eres asidero de desgracias,
hiciste a Eva compañera de Adán
- fuiste bueno en esa ocasión.

Porque Adán ya tenía
por casa el Paraíso,
sus necesidades cubiertas
y la compañía de todos los animales.

Pero estaba solo,
y a lo mejor, para distraerse,
hablaría con su reflejo en el agua
o escucharía el eco de su voz en la montaña.

Lo tenía todo:
situación, vivienda, confort,
automóvil, velero, vacaciones en Hawai,
empleo fijo, pensión de jubilación...

Pero estaba solo
y aburrido
y había perdido el interés
por lo que tenía,
quizás porque necesitaba
que lo tuvieran a él.

Y tú, Dios,
- fuiste bueno en esa ocasión -
le diste a Eva,
formada de una de sus costillas.

La hiciste de él mismo,
de su propia materia,
para que la sintiese más suya
y necesitara más unirse a ella.

Ahora es diferente,
el mundo está repleto
de cuerpos sin costilla y de costillas sueltas
- es un verdadero maremagnum -
y cada cual, como puede,
busca el trozo que le falta de su puzle.

Por eso, yo te pido,
Dios - que a veces eres bueno -:
¿No habría manera de señalar las piezas,
numerarlas, marcarlas,
buscar algún sistema de identificación
que facilitara emparejarlas?

Pedro Casas Serra, Mi cuerpo es mi presente (2008)


martes, 10 de febrero de 2015

Peor que Adán y que Caín

La siguiente poesía es una jeremiada, lo que, según el diccionario, es una lamentación exagerada. Aunque, para mí, cuando la escribí, en 1992, no era tan exagerada, puesto que, estando solo y enfermo, motivos para lamentarme no me faltaban. Contiene referencias comparativas a dos personajes bíblicos, Adán y Caín, y se titula “Peor que Adán y que Caín”.



PEOR QUE ADÁN Y QUE CAÍN

Peor que Adán expulsado del Paraíso soy yo,
porque él salió del Edén acompañado.
Peor que Caín marcado por su culpa soy yo,
porque a él no le impidió formar linaje.

Hundido en el Océano como la Atlántida,
mi paraíso desapareció de pronto sin dejar vestigio.
Limpia mi frente de cualquier señal,
la marca permanece indeleble en mi memoria. 

Quizá porque nunca había sido antes tan feliz,
mi pérdida no cede con el paso de los días.
Quizá porque nunca había sufrido antes tanto,
mi culpa busca justificación a tanto daño.

Si realmente existió, fuera de mi imaginación,
el amor que me tenía preso en cuerpo y alma,
¿dónde se gestó, tan grande y arrasador,
el odio del que fui objeto hasta la aniquilación?

Porque no es buena la soledad - dicen -
Dios puso la atracción en compartir la vida,
pero es una barrera infranqueable,
el miedo al pasado si fue malo.

Me atrae el amor: paraíso perdido.
Pero temo el odio: la marca de mi culpa. 

Pedro Casas Serra, Mi cuerpo es mi presente (2008)

lunes, 9 de febrero de 2015

Introducción y Tu voz

INTRODUCCIÓN

La selección de poesía que os ofrezco hace, a la inversa, el camino de nuestros poetas místicos. Ellos, con las formas de la poesía humana de su tiempo, trataron temas religiosos. Yo, con la forma de la poesía religiosa, trato temas humanos, amorosos. A su poesía se la llamó mística. Yo, a la mía la llamo mítica.

Mi infancia, adolescencia y juventud, transcurrieron durante la dictadura franquista. Yo me formé en colegios religiosos y las primeras poesías que aprendí fueron las oraciones y los cantos litúrgicos. Cuando, al llegar a la universidad, abandoné las creencias religiosas, conservé sus formas poéticas y el interés por las religiones como mitos, lo que se refleja en parte de mi poesía que trata de temas humanos utilizando formas religiosas y referencias míticas. En mi opinión necesitamos de los mitos para entendernos, siempre que recordemos que sólo son fruto de nuestros anhelos insatisfechos y de nuestras carencias.

Este es mi primer libro. Considero toda mi poesía como una sola obra en proceso de elaboración.  He dado recitales de poesía en el Café del Centro, el Círculo de Castilla-León, la  Galería Esther Montoriol y la Asociación "Veins en defensa de la Barcelona vella". Han aparecido poemas míos en la revista ¡Hasta siempre! de la Tertulia del Café del Centro a la que pertenezco. También participo en el Club de Poesía y soy miembro del Grupo Metáfora, ambos de la Biblioteca Horta-Mercè Rodoreda de Barcelona, y también soy socio del Aula de Poesía de Barcelona.  

Las 15 poesías que componen esta obra tienen en común una forma y unas referencias religiosas. No son poesías religiosas sino humanas, algunas amorosas, pero en su forma y motivos recuerdan a los poemas religiosos. Tanto de la religión cristiana como de otras religiones, así como de la mitología, el tantra o el panteísmo.

La primera se titula “Tu voz”, la escribí en 1989 y la dediqué a mi amiga Elena. Sin embargo esa voz podría ser la voz de la inspiración que todo poeta espera oír o la de la revelación divina que los profetas transmiten.

De hecho, los poetas escribimos palabras y transmitimos ideas que muchas veces no sabemos como se han formado dentro de nosotros y que más tarde, al leerlas, somos los primeros a los que sorprenden. Pero si el idioma es la construcción colectiva humana mayor del hombre, que no tiene comparación con ninguna otra, la poesía es su cima, su quintaesencia.


Barcelona, mayo 2008


TU VOZ

Durmiendo
bajo la sombra
de parasoles de nudoso radio
- por almohada,
desvaídos aromas de hojas muertas -
soñando el eco siseante
del agua del arroyo
y un agitar de plumas
en cascada fugaz bajo las nubes,

de pronto, oigo tu voz:
lenta, redonda, mansamente  
alzándose en el centro de mi espera,
tu voz,
que surge desbordada
de amor a lo pequeño y a lo escueto,
dulce canción a mi oído,
radiante marcha que levanta el día. 

Pedro Casas Serra, Mi cuerpo es mi presente (2008)

domingo, 8 de febrero de 2015

“Els fruits saborosos”, i XVIII. ELS RAÍMS IMMORTALS, de Josep Carner

XVIII. ELS RAÏMS IMMORTALS

I

El poeta en el cim se sent cantar,
i la vinya daurada que el sol banya
a farbalans alegra la muntanya
i en fi pendís cap a les ones va.
La mar és adormida, el cel és clar;
melangies d'escumes i boirines
damunt la pau de les blavors divines
rellisquen lentes a no cap demà.

II

-Oh Cronos, déu de la vellesa austera,
la barba trista i la mirada errant,
la meva jovenesa palpitant
tu te l'emmenes per la cabellera.
I encara só distret i, com l'infant,
veig la parença que ens amaga el dol,
i, com raïm, per art de mon verol,
em resta mel sota la pell tibant.

III

Aquest raïm, oh Cronos, t'ha plagut;
els grans daurats les teves mans m'arrenquen.
Que trist no és el so de quan es trenquen
en tos queixals movents de senectut.
No vull el lent i desvagat destí
de dar al no-res mon oci inconegut;
val més ésser esclafat i escorregut,
la sang inútil trasmudant en vi.

IV

Cerquem el goig el fàcil escorrim,
la falsedat lluent se'ns encomana,
i, tement cap paraula sobirana,
l'ànima taciturna defugim.
Però tot nèctar en el vas del rim,
duració en perfum i en transparència
es fa en el cup de la completa essència,
amb delits i recances que oprimim.

V

¡Malenconia al fi de la diada
i cremadissa d'ales dels instants!
Treni garlandes amb els pàmpols blancs
i rigui dalt dels carros la gentada.
No em plau corona de tot vent i joguina,
sinó deixar, per a no nats humans,
un poc de sol de mos amors llunyans,
clos al celler, colgat en teranyina.

Josep Carner




XVIII. LAS UVAS INMORTALES

I

El poeta en la cima oigo cantar,
y la viña dorada que el sol baña
con faralás alegra la montaña
y en pendiente hacia las olas va.
La mar está dormida, el cielo aclara;
añoranzas de espumas y neblinas
sobre la paz de azules tan divina
lentas resbalan sin ningún mañana.

II

-Oh Cronos, dios de la vejez austera,
la barba triste y la mirada errante,
mi juventud del todo palpitante
tú te la llevas por la cabellera.
Y estando distraído y, como infante,
veo el aspecto que nos tapa el duelo,
y, como uva, por arte de mi envero,
me queda miel bajo la piel tirante.

III

Oh Cronos, esta uva te ha agradado;
tus manos los dorados granos cogen.
Qué triste es su sonido cuando rompen
en las móviles muelas de un anciano.
No quiero el lento y vano destino
de mi ocio dar, ignoto a la nada;
vale más ser chafado y escurrido,
la sangre inútil convirtiendo en vino.

IV

Buscando el gozo lo fácil exprimimos,
la brillante falsía nos contagia,
y, temiendo palabra soberana
el alma taciturna rehuimos.
Mas todo néctar en vaso de verso,
duradero en perfume y transparencia
nace en la tina de la entera esencia,
con goces y lamentos que escondemos.

V

¡Melancolía al fin de la jornada
y quemadiza de alas de segundos!
Trence guirnaldas con pámpanos blancos
y ría sobre carros el gentío.
No cual corona del viento juguete,
sino para dejar a los no natos,
algo del sol de amoríos lejanos,
puesto en barrica, bajo telarañas.

Josep Carner
(Versión de Pedro Casas Serra)

sábado, 7 de febrero de 2015

“Els fruits saborosos”, XVII. EGLÉ I LA SÍNDRIA, de Josep Carner

XVII. EGLÉ I LA SÍNDRIA

Arriben les comares. Rient, fent el cor fort,
es passen una síndria que és la més gran de l'hort;
són llurs marits a vila, i han berenat entre elles,
i juguen a encalçar-se damunt els blats desfets;
mouen gatzara, salten, comencen cantarelles;
va a rodolons la síndria i aixafa els peus distrets.
La posta dessagnada fa tremolar l'herbeta.
Una comare branda forta ganiveta.
Diu que és Eglé, la dona de l'home tan petit,
que esglaia les cunyades i bat el seu marit.
-A mi! -fan les amigues, cridant a la vegada.
I, depassant-les totes, Eglé respon irada:
-No sigue la primera tallada de ningú!
Atu, la lluna roja, la llenço en sacrifici,
ara que d'innombrables estels amb el seguici,
vermella com la síndria, somrius a cadascú:
rutlla d'amor que encises casals, camins i brolles,
si ens veus avalotades retorna'ns a raó.
No ens fes l'amor manyagues, seriem unes folles;
si no ens escarraséssim, o xacra o bé corcó.
És cosa fada el viure quan om no s'arromanga
per al munyir o el péixer o el batallar amb la fanga:
i si els marits enutgen i els fills donen treballs,
ens cal l'home de casa i ens calen els brivalls.
Tu doncs, tu que amb la teva mirada compassiva
veus que els infants s'adormen i que el marit arriba
del camp, i ens il.lumines la joia del sopar
i alegres la botella posada a refrescar,
demà, que a trenc de dia et reveurem encara,
demana'ns, tafanera, amb ta minvada cara,
si, closes en la fosca, ens remogué en el llit
el plor de la mainada o els besos del marit.

Josep Carner




XVII. EGLÉ Y LA SANDÍA

Llegaron las comadres. Riendo, valentonas,
se pasan la sandía, la más grande del huerto;
lejos de sus maridos, han merendado juntas,
y juegan a alcanzarse sobre trigos deshechos;
con algazara, saltan, inician tonadillas;
la sandía, rodando, chafa pies distraidos.
La puesta desangrada hace temblar la hierba.
Una comadre blande un enorme cuchillo.
Es Eglé, la mujer del hombre más bajito,
que asusta a las cuñadas y pega a su marido.
- ¡A mí! -dicen las otras, llamándola a la vez.
Y aún más alto que ellas, Eglé contesta airada:
- ¡No sea la primera tajada de ninguna!
Para ti, roja luna, la ofrezco en sacrificio,
ahora que de incontables estrellas cortejada,
roja cual la sandía, nos sonríes a todas:
aro de amor que hechizas casas, caminos, frondas,
si nos ves agitadas tórnanos la razón.
No hiciera amor caricias, volveríamos locas;
si no nos afanásemos, o achaques o cuidados.
Maravilla es vivir cuando no te arremangas
para ordeñar, pacer o luchar con la arada:
si enojan los maridos, los hijos dan trabajo,
falta nos hace el hombre y falta los rapaces.
Tú pues, que con mirada clemente y compasiva
ves que los niños duermen, llega el hombre del campo,
iluminas el goce de la cena en la mesa
y alegras la botella metida a refrescar,
que mañana en el alba te veremos aún,
pregunta, curiosona, con tu menguada cara,
si, ocultas en lo oscuro, nos removió en la cama
el llanto de los niños o los besos de él.

Josep Carner
(Versión de Pedro Casas Serra)

viernes, 6 de febrero de 2015

“Els fruits saborosos”, XVI. ELS CODONYS TARDORALS, de Josep Carner

XVI. ELS CODONYS TARDORALS

Diu l’un amic a l’altre: —Ligea, ta promesa,
té una blancor molt gerda en tot el cos diví,
i corre, embriagada de tanta jovenesa,
i és com el tany que es gronxa en l’aire del matí.

Però ja saps com elles es tornen malgirbades
per fills i feines, o perquè no n’han tingut,
i amb cara tediosa caminen desmarxades
i són codonys, diries, el fruit més boterut.

I l’altre amic que deia: —Quan fina tot esclat,
nosaltres rondinem, esgarriant les passes,
i flagel·lem el dia amb folles amenaces,
saturns a la memòria del goig mal escampat.

Llavores, el codony, que es féu vell en la branca,
dins el calaix perfuma la nostra roba blanca,
i si l’amorosim al caliu de la llar
i l’acostem als llavis sorruts, és dolç, encar.

Josep Carner




XVI. LOS MEMBRILLOS OTOÑALES

Dice uno amigo al otro: —Lígea, tu prometida,
tiene un blanco frescor en su cuerpo divino,
y corre, embriagada de tanta juventud,
cual tallo que columpia el aire matutino.

Mas ya sabes que ellas se vuelven más pesadas
por hijos y trabajos, o por no haber tenido,
y con cara tediosa andan desmadejadas,
dirías son membrillos, los frutos más hinchados.

Y el otro le contesta: —Cuando termina el brillo,
nosotros rezongamos, extraviamos los pasos,
flagelamos el día con locas amenazas,
tristes con el recuerdo del gozo mal servido.

Entonces, el membrillo, que envejeció en la rama,
en el cajón perfuma nuestra blanca colada,
y si lo calentamos al fuego del hogar
y al labio lo llevamos adusto, es dulce aún.

Josep Carner
(Versión de Pedro Casas Serra)

jueves, 5 de febrero de 2015

"LES LLIMONES CASOLANES" de Josep Carner (Els fruits saborosos, 1928)

XV. LES LLIMONES CASOLANES

Metimna, atrafegada, com mou la cara encesa
damunt el voleiar dels braços i el vestit.
El dinar es cou, es veu lluir la roba estesa
i ja a la cantonada és Licas, el marit.

Liceni trenca un vidre, Naïs s’esmuny plorosa.
Llavores, arrambant-se al mur i amb passes lleus,
amb una revolada cruel i una amorosa
ha restablert Metimna la pau, que amen els déus.

Cansada, pren la copa de bella transparència
on juguen aires, núvols, solcant un blau camí,
i riu, sabent que a l’aigua mesurarà amb ciència
el raig de la llimona, la mel de romaní.

I beu, dant a l’entorn les últimes mirades.
La llum en el cristall, esparvilladament,
damunt sa cara es mou i l’omple de besades
i li fa cloure els ulls, repòs de tant d’esment.

Josep Carner




XV. LOS LIMONES CASEROS

Metimna, diligente, con cara arrebolada
sobre el revuelo todo de brazos y vestido.
La comida se cuece, luce ropa tendida
y ya llega a la esquina Licas, que es su marido.

Liceni rompe un vidrio, escapa Nais llorosa.
Entonces, acercándose con pisadas muy leves,
con gesticulación feroz pero amorosa
restablece Metimna la paz, que aman los dioses.

Lasa, toma la copa de bella transparencia
do juegan aires, nubes, surcando azul camino,
y ríe, conociendo que medirá con ciencia
el chorro del limón y la miel del romero.

Y bebe, dando en torno las últimas miradas.
La luz en el cristal, despabiladamente,
baila sobre su cara, la llena de caricias,
y da paz a sus ojos, y calma a su atención.

Josep Carner
(Versión de Pedro Casas Serra)

miércoles, 4 de febrero de 2015

“Els fruits saborosos”, XIV. LES SERVES ENDREÇADES, de Josep Carner

XIV. LES SERVES ENDREÇADES

A la polida cambra que fa un aroma d'herbes,
i és blanca, amb una imatge que ve del temps antic,
Hersé treballa tota fina, i amb rostre amic.
És ben plaent el viure quan endegues les serves.

Oh la velleta, per morts i morts compassada!
Tants de dols li han donat una nova candor.
Prou que us hi valen, quan un minva la diada,
la feina ben atesa i els pensaments d'amor.

I diu Hersé: -Ja a mi m'escau el raconet,
com a aqueix fruit que poso damunt la palla neta;
el paradís pot heure's dins una cambra estreta,
només que tot hi lluï, ben pur, en son indret.

Jo hi jugo a mitja vida; la gent del meu llinatge
passaren, enduent-se'n la millor part de mi.
Ja em cal només, desada com sóc en mon estatge,
d'assaonar-me i endolcir-me ans de morir.

I quan vindrà aquell dia que el nostre fat curulla,
aquell endreç per sempre que no farà cap por,
que es cremi un xic d'espígol damunt de ma despulla
i aquell estel que em veia s'adoni que no hi só.

Josep Carner




XIV. LAS SERBAS ARREGLADAS

En la pulida cámara que hace un olor a hierbas,
y es blanca, con imagen de una época lejana,
Hersé, pulcra, trabaja, y con rostro amigable.
Es bien grato vivir cuando arreglas las serbas.

¡Oh la viejita, por los muertos arreglada!
Tantos lutos le han dado renovado candor.
Bastante que compensa, al fin de la jornada,
el trabajo cumplido, pensamientos de amor.

Y Hersé dice: -Me toca ya a mí ir al rinconcito,
como el fruto que pongo sobre la paja limpia;
en estrecho aposento, puede haber paraíso,
con tal que todo luzca, muy puro, en su lugar.

Gozo de media vida; la gente de mi estirpe
se fueron y llevaron, lo mejor que había en mí.
Ya sólo me hace falta, guardada en mi morada,
sazonar y endulzarme mejor para morir.

Y cuando llegue el día que nuestro hado colma,
aquel arreglo eterno que no dará pavor,
quemen algo de espliego encima mis despojos
y así el astro que mira advierta que no estoy.

Josep Carner
(Versión de Pedro Casas Serra)

martes, 3 de febrero de 2015

“Els fruits saborosos”, XIII. LES NOUS DEL BERENAR, de Josep Carner

XIII. LES NOUS DEL BERENAR

Una fonteta raja al peu de la noguera.
Allà van cada tarda a berenar els infants:
potser la font n'imita els salts remorejants.
I la noguera, a tots, els fa de mainadera.

El més petit de tots a sos germans digué:
-Les meves nous, les meves, jo vull picar-les ara-.
Fa, saberut, el gran: -Si en vols, les picaré.
Tu no, perquè en eixint de casa ha di la mare:
A Mirtil no li deu el roc: és tan petit!
Quan pensa de picar la nou, es pica el dit.
-No ho creguis -fa el menut. Agafo el roc, veuries,
sense cap dit a sota. -Ningú no el creu de re.
Com el que fa de gran es plau en tiranies!
Mirtil pica de peus i crida com un be;
i, amb el rebec, les nous, per terra cauen totes.
El gran gira l'espatlla dient: -Tu sempre botes-,
i ja l'oblida, amb aire superbament serè.
L'altre germà, però, que de reüll s'ls mira,
veu queMirtil, picant de peus, en dansa d'ira,
sense saber-ho, esclafa les nous que li han caigut.
I va vers ell, distret, com de no res temut.
Pren cada nou, la menja (ningú no se n'adona).
Car, si amb plaer s'empara del guany de cada estona,
no hi ha escarafalleja ni se'n gloria pas.
Que el seny defuig, alhora, topades i escarràs.

Josep Carner




XIII. LAS NUECES DE LA MERIENDA

Mana una fuentecita debajo del nogal.
Allá van cada tarde a merendar los niños:
quizás la fuente imita sus saltos ruidosos.
Y a todos, el nogal, les hace de niñera.

De ellos, el más pequeño, a sus hermanos dice:
-Estas nueces, las mías, quiero partir ahora-.
Dice, sabio, el mayor: Yo te las partiré.
Tú no, porque al salir de casa dijo madre:
A Mirtil no le deis la piedra: ¡es tan pequeño!
Cuando quiere partir la nuez, se pica el dedo.
-No creas -dice el niño. Cojo la piedra, y mira,
ningún dedo debajo. -Pero nadie lo cree.
¡Cómo el que hace de grande se goza en tiranías!
Mirtil pica de pies y bala cual oveja;
y, con la pataleta, tira todas las nueces.
Vuelve la espalda y dice, el mayor: -Siempre saltas-,
y lo olvida, con aire altamente sereno.
Pero hay otro heramano que, de reojo los mira,
ve que Mirtil, picando de pies, en danza de ira,
sin saberlo, espachurra las nueces que han caido.
Va hacia él, en descuido, como despreocupado.
Pues, si bien se aprovecha de la buena ocasión,
aspavientos no hace ni se gloria de nada.
Que cordura rehuye tropiezos y reyertas.

Josep Carner
(Versión de Pedro Casas Serra)

lunes, 2 de febrero de 2015

“Els fruits saborosos”, XII. CAL.LIDIA I ELS PRÈSSECS, de Josep Carner

XII. CAL.LÍDIA I ELS PRÈSSECS

Ton seny, oh previsora, de mon delit és causa.
De l’arbre en primavera vas respectar la flor
i ara tos braços nus m’allarguen com un do
el fruit perfecte, arrodonit amb pausa.

El teu esguard s’ha fet un destí que em vigila.
Semblen els préssecs més rodons en els teus dits.
Apagues cants de cel i fresses de la vila:
ets tota com un dia d’agost que no vol crits.

Ja de l’estiu van coronant-te les diades
per dol en les memòries dels dies que vindran.
El ventijol s’adorm, les fulles són fermades,
l’aigua reposa amb una claror que està sotjant.

Quan alces el teu braç la fruita se’t convida;
ella obeeix tes ordres en veure que ets millor:
és més harmoniosa la teva perfecció,
                  més graciosament arrodonida.

En paga de ta ofrena, per a ta boca aparta
fruita de besos aturada en mon brancam;
són determini, són domini i són lligam
i prengueren saó, lentament, de mirar-te.

Josep Carner




XII. CALIDIA Y LOS MELOCOTONES

Tu cordura, oh prudente, de mi deleite es causa.
Del árbol en su inicio respetaste la flor
y ahora brazos desnudos me alargan como un don
ese fruto perfecto, redondeado con pausa.

Tu mirada se ha hecho destino que vigila.
Son los melocotones redondos en tus dedos.
Cantos de cielo ahogas y fragores de villa:
eres toda cual día que no desea gritos.

Del verano se van coronando las fiestas
por luto en las memorias de días que vendrán.
El vientecillo duerme, las hojas bien sujetas,
reposa el agua en una cuidada claridad.

Al levantar tu brazo la fruta se te ofrece;
obedece tus órdenes al ver que eres mejor:
aún es más armoniosa tu suma perfección,
                  aún más graciosamente redondeada.

En pago de tu ofrenda, para tu boca aparta
fruta de besos detenida en mi ramaje;
son determinación, son dominio y son vínculo
y tomaron sazón, despacio, de mirarte.

Josep Carner
(Versión de Pedro Casas Serra)

domingo, 1 de febrero de 2015

“Els fruits saborosos”, XI. LES CIRERES INGÈNUES, de Josep Carner

XI. LES CIRERES INGÈNUES

Mena els infants Pantídia per la verdor del prat
un dia clar de juny, obert de bat a bat:
hi ha flors a cada marge i el cel és innocent;
la pols mateixa, quan es mou, és resplendent.

I criden els infants en blanca volior,
i canten i s'empaiten dellà de les passeres.
Del cirerer ni veuen l'ombreig i l'abundor;
mil boques a tot riure, l'esclat de les cireres.

Al cor de l'arbre, hissada sobre els herbatges molls,
la mare, penjarelles de foc posa en senalla
i vora seu convoca els cants i la batalla:
-Per al que vingui tot seguit hi ha dos penjolls-

I n'heuen tots, i fugen d'uns vímets a l'abric,
i tot seguit adornen les càndides orelles:
o nas i boca es pinten d'unes regors vermelles
de llurs dentetes d'esquirol en el fadic.

Tot sol, amb les cireres s'alegra el més infant,
i en ses mans bellament saltironen i dansen,
¡i quin obrir-se els ulls que miren, i no es cansen,
les joies de l'estiu que tenen al davant!

La mare el va collir, l'alçà a la llum del dia
i el féu, contra del cor, lloat i beneït:
-L'un vol la vanitat, l'altre cerca el profit;
el benaventurat és qui pren l'alegria.

Josep Carner




XI. LAS CEREZAS INGENUAS

Van Pantídia y los niños por el verde del prado
un claro día de junio, amplio de par en par:
hay flores en los márgenes y el cielo es inocente;
el polvo mismo está, al moverse, esplendente.

Y gritan los pequeños en su blanca bandada,
y cantan y se alcanzan tras de las pasarelas.
Del cerezo no observan ni sombra ni abundancia;
mil bocas que se ríen, explosión de cerezas.

Dentro del árbol mismo, sobre hierbas mojadas,
la madre, echa pendientes de fuego en el capazo
y a su lado convoca los cantos y batallas:
-Para el que venga pronto tengo yo dos pendientes-

Y van todos, y escapan de un cobijo de mimbres,
y enseguida se adornan las cándidas orejas:
o se pintan la boca con regaduras rojas
que agudos dientecillos de ardilla hacen brotar.

Solo, con las cerezas se alegra el más pequeño,
y en sus manos con gracia dan piruetas y danzan,
¡y cómo abre los ojos que ven, y no se cansan,
las joyas del verano que se encuentran delante!

La madre lo cogió, lo alzó a la luz del día
y lo hizo, contra el pecho, alabado y bendito:
-Quiere uno vanidad, otro busca provecho;
es bienaventurado quien elige alegría.

Josep Carner
(Versión de Pedro Casas Serra)