viernes, 30 de junio de 2023

1992-06-19 EFEBO


Efebo que corres presuroso

y una estela dejas a tu paso:


Tienes pisada larga

y elástica de atleta.


Tus caderas son finas

como anguilas de río.


Tu pelo serpentea

sedoso por tu espalda.


Tu piel blanca de leche

revienta por tus huesos.


Tu torso se engrandece,

tus miembros se distancian.


No tienes aún tomada

la medida a tu cuerpo.


Queda olor a tu paso

de almendras y de olivo.

 

Pedro Casas Serra

jueves, 29 de junio de 2023

1992-06-19 CENTAURO ENAMORADO

1992-06-19 CENTAURO ENAMORADO


Centauro enamorado que pasas

con toda tu apostura, y tienes

un caminar pausado, y luces

entera galanura.


Tu cuerpo indiferente atrae,

tanta es su hermosura, a ti

los ojos de la gente, que fija

la vista en tu figura.


Eres alto de talla, posees

ancas de cabalgada, conjugas

espaldas de batalla con brazos

hechos para la amada.


Estrecho de cintura, tu vientre

liso del galanteo, tus nalgas

como caballo duras, te acreditan

capitán general del rejoneo.

 

Pedro Casas Serra 

 

miércoles, 28 de junio de 2023

1992-06-17 EL FLAMENCO

1992-06-17 EL FLAMENCO


Buscando estoy mi amado

y como peregrino

penitente de un castigo divino,

desgrano mi rosario

contemplando los rostros de la gente

en busca de una mirada transparente

que atrape mi mirada soñadora

en el transcurso de mi camino diario.


Gacela ruborosa

que se refugia en la espesura más frondosa,

huye mi amado de mi alcance,

temeroso no fuera depredadora fiera.


A veces veo a alguien que de espaldas

me parece mi amado,

y corro presuroso y al verle de perfil,

decepcionado, veo

que no tiene de mi amado la figura.


Mi amado es un flamenco de plumaje rosado

posado en una pata, indiferente al mundo.


En sueños veo a mi amado encadenado

en un rincón de la ciudad oscuro,

atado a un oficio sin futuro,

la cara sucia, el pelo despeinado,

colmado de sudor, desaseado.


Entonces sueño que lo lavo

con jabón de romero,

que froto fuertemente con mis manos

su parte de delante y su nalguero

con esponja marina,

para secarlo luego con esmero

envolviéndolo en toalla grande, suave y fina,

que le perfumo con lavanda el pelo,

le afeito la barba de tres días

y con loción su cara masajeo.


Después, contemplo a mi amado,

apuesto y bien plantado,

alzándose desnudo

de cuerpo entero

y siento lo que Dios posiblemente

sentiría al contemplar a Adán el primer día.


Luego visto a mi amado lentamente

cubriendo su natura con calzoncillos blancos,

con camiseta blanca sus costillas,

con blanco pantalón sus pantorrillas,

con camisa blanca sus musculosos brazos

y sus ligeros pies... con blancas zapatillas.


Resultando mi amado

obra enteramente mía,

que lo he encontrado,

lavado, vestido y perfumado.


Y tal como lo he hecho lo deshago

desvistiéndolo y dejándolo desnudo

en toda la belleza de su hombría,

gacela trashumante que pasó por delante

y atrapó mi mirada palpitante un día.

 

Pedro Casas Serra

 

martes, 27 de junio de 2023

1992-06-16 SOBRE MIS HOMBROS…

2. SUEÑOS DE ADELFAS, DE TOROS Y DE MARIPOSAS

2. SUEÑOS DE ADELFAS, DE TOROS Y DE MARIPOSAS

1992-06-16 SOBRE MIS HOMBROS…


Sobre mis hombros

tus piernas colocadas,

tus nalgas levantadas

muestran el objetivo

de mi espada.

Retrocedo un momento,

lanzo el vientre adelante,

alargo mi instrumento

y al instante,

alcanzo la victoria

en el intento,

penetrándote;

y ensartado

por mi miembro viril

bien colocado,

inicio un movimiento

de vaivén

que es primero pausado

y luego violento,

y el esfuerzo

me deja sin aliento;

mientras, tú,

por mi falo atravesado,

muestras el tuyo erguido,

aguardando el momento deseado

en que tu cuerpo hendido

dé a mi cuerpo rendido

el golpe de tu pene ensortijado.

 

Pedro Casas Serra

lunes, 26 de junio de 2023

1992-06-15 UNA SONRISA ESCRITA

1992-06-15 UNA SONRISA ESCRITA


El día que yo muera

quiero dejar una sonrisa escrita:

gracias por tantos gestos y miradas,

por los abrazos, los besos, la ternura.


Volaré como lo hace el polluelo

con la inseguridad del primer vuelo,

pero si flores hay en esta orilla

¿por qué no habría de haberlas en la otra? 

 

Pedro Casas Serra 

 

domingo, 25 de junio de 2023

1992-06-12 LA CONCIENCIA DE MI ENFERMEDAD

1992-06-12 LA CONCIENCIA DE MI ENFERMEDAD


¿Cómo romper esta situación de bloqueo

a que me ha llevado la conciencia de mi enfermedad?

Estoy estabilizado en la tristeza.

Sé que en momentos de euforia

me he sentido autosuficiente y he prescindido de todos,

que he hablado por los codos, que he discutido

- me he puesto insoportable -

y que luego he sentido vergüenza de lo que había hecho

- lo que me ha impedido reanudar las relaciones rotas

hundiéndome en la soledad.

He observado también

que era zarandeado por estados de ánimo

sobre los que no tenía ningún control,

que estos cambios en el estado de ánimo

podían verse influidos por factores externos,

que las demostraciones de afecto o confianza

me ayudaban más que cualquier otro estímulo,

que la conversación, la compañía, el ejercicio físico,

me aliviaban.

Pero la conciencia de mi enfermedad

y las experiencias de sus fases depresivas

y sobre todo eufóricas, me han dejado bloqueado

porque he llegado a dudar de quien soy,

si el de ayer o el de hoy, pesimista u optimista, apático o activo

y ya no sé cuando estoy bien o mal

ni si debo obrar o no, ni cómo.

He llegado a una forma de despersonalización

en que no me atrevo a hacer nada por no hacer nada mal,

por no hacerme daño a mí ni sobre todo a otros.

Y lo que más me hace sufrir es la conciencia

de estar enfermo de una enfermedad del ánimo,

porque siendo enormemente sentimental

soy consciente de que no controlo mis emociones,

cuando por otra parte soy la persona

menos capaz de vivir sola y más necesitada de compañía,

porque mis motivaciones son exclusivamente sentimentales

y sin expresar esa emotividad, sin sentirme querido,

me siento vacío y carente de fuerza y de autoestima. 

 

Pedro Casas Serra 

sábado, 24 de junio de 2023

1992-06-10 INVOCACIÓN A MI PADRE

1992-06-10 INVOCACIÓN A MI PADRE


A mi padre, Pedro Casas Roqué.


Padre, cuánto echo en falta tu atención por mi,

tus “buenas noches” que me molestaban,

tus indicaciones para ir al sastre,

tu preocupación cuando estuve enfermo,

tus gestiones para encontrarme empleo…


Pero cuántas cosas dejaste de explicarme,

cómo hiciste para vivir

solo y sin dinero en una ciudad extraña,

para sobrevivir al separarte,

para recuperarte de la ruina.


Si me oyes, quiero darte las gracias

por todo lo que hiciste por mí,

y si me ves, quiero pedirte

ayuda para vencer mis dificultades.

¡Inspírame con tu ejemplo

y confórtame con tu conducta!

 

Pedro Casas Serra

 

viernes, 23 de junio de 2023

1992-06-10 EL AMIGO

 

1992-06-10 EL AMIGO


Decía que de niño,

por tocar a una prima,

le habían amenazado

con el correccional.

Lo cierto es que buscaba,

en misión redentora,

por Plaza Cataluña

jóvenes de su edad.

Yo, que aún era virgen,

le advertía del riesgo.

Hasta que un día, en casa...

Luego, dejé de verlo.

 

Pedro Casas Serra

jueves, 22 de junio de 2023

1992-06-10 LA PRIMERA VEZ

1992-06-10 LA PRIMERA VEZ


Llegamos al albergue que ella conocía,

de Sant Privat d'en Bas, cerca de Olot.

Yo estaba excitadísimo pero novato en sexo

no sabía que hacer. Ella me fue guiando.

Así, con nuestros cuerpos, inventándonos juegos,

jugamos como niños que estrenan un juguete,

hasta que derrengados nos quedamos dormidos.

Luego más tarde, creo, nos fuimos de paseo,

pero no sé que hicimos porque iba como ido

y sentía en mi oído como un campanilleo:

¡Lo hiciste!, ¡lo hiciste!... repetía. 

 

Pedro Casas Serra 

 

miércoles, 21 de junio de 2023

1992-06-05 LA EXCURSIÓN

1992-06-05 LA EXCURSIÓN


Salí del camping muy temprano,

mi perra por delante.

Tomé la carretera junto al río

hacia su cabecera.

A un lado veía el río

al fondo de un barranco,

al otro

trigales salpicados de amapolas,

y en los arcenes

copudos árboles

formaban casi un túnel.

Llegado al puente

donde la carretera cruza el río

y se aleja hacia el valle vecino,

donde la zona de acampada

entonces vacía,

tomé la pista

que por su margen derecho

sigue el río.

Pasé el canal de la central eléctrica

con su gorgoteo de agua al deslizarse,

llegué a la presa rota,

la que forma un remanso de aguas frías

donde me he chapuzado algunas veces,

avisté la masía abandonada

y la pequeña ermita en la colina,

alcancé la casa de colonias

y en la fuente de enfrente

bebí un trago.

Dejé la pista

y cogí un sendero

al lado de otro río

- si menos caudaloso más bravío -

y primero entre prados

- otrora cultivados

por los habitantes del molino en ruinas -

y después,

entre matorrales y arbustos,

fui subiendo.

El tiempo iba pasando en el esfuerzo

y el sol, siempre más alto,

golpeaba mis espaldas

ahogándome en calor.

Sudaba.

Por eso,

me quité la camisa

y la metí en la bolsa que llevaba

con un libro, la crema y la toalla.

Pronto,

los pantalones y la camiseta

hicieron compañía a la camisa.

En slip y alpargatas

continué el camino.

Ahora el sendero

se hundía entre los árboles

formándose un ambiente

umbrío y húmedo

- era agradable.

Solo se oía el agua

y el trino de algún pájaro,

y a veces,

entre los matorrales,

vislumbraba el torrente.

Estaba entre semana,

en un sendero ignoto

inaccesible para los automóviles,

por eso

me quité el bañador y las alpargatas

y me quedé desnudo.

Y seguí caminando

desnudo.

Mis pies

me transmitían el pulso de la tierra,

mis oídos estaban

listos al menor ruido

y mi vista escrutaba el territorio

para librarme de cualquier tropiezo,

en tanto mis pulmones

se llenaban de la humedad del bosque;

y estaba todo sensibilizado,

en tensión,

y andaba presuroso,

saltando y brincando,

casi corriendo,

sintiéndome radiante,

lleno de fuerza y vida, liberado

de ataduras y angustias,

como formando parte

de un espacio naciente

que hollara yo el primero

descendiendo

genéticamente

por el árbol de la especie...

Alcancé el viejo puente

y bajé hasta un recodo del torrente

donde el margen de piedra

lavado por el agua

forma un solárium natural.

Allí pasé el día.

Retocé como un niño

deslizándome por las bruñidas losas,

sumergiéndome en hoyos

en que el frío

me cortaba el aliento

para luego tenderme

a secar en la orilla,

los miembros extendidos como un cristo,

abrazando ora el sol

ora la tierra;

y otra vez remojones

y otra vez secados,

adormilándome y desperezándome,

hasta que el sol se subió a la montaña

dejando el río en sombras.

Entonces, de regreso,

bajé por el torrente

dejándome llevar

hasta la casa de colonias,

puse allí pie en la orilla,

extraje de mi bolsa

toda mi indumentaria,

me vestí,

bebí un trago en la fuente...

y regresé hacia el camping,

mi perra por delante.

 

Pedro Casas Serra

martes, 20 de junio de 2023

1992–06-01 PRIMERA VISITA A LA SAUNA

1992–06-01 PRIMERA VISITA A LA SAUNA

 

A la entrada – discretamente

privada por las plantas -

un conserje -desagradablemente

amanerado – te cobra el ticket

y te da la llave, un paño, una toalla

y unas zapatillas. Siguiendo un pasillo

llegas al vestuario repleto de espejos

por los que mirar, mirarle, mirarte,

mirarse, miraros. Has llegado al reino

de la mirada: esquiva, angulada,

rápida, oculta, inapreciable..

Te quitas la ropa, enrollas el paño,

echas la toalla, calzas zapatillas

y de la muñeca, te cuelgas la llave.

Ya dispuesto, bajas por una escalera

y lo primero que ves, es la piscina

de agua burbujeante, de la que, desnuda,

la gente entra y sale cual de una pecera.

Gente que al cruzarse apenas se mira,

que no se saluda pero que se sigue

al reino del tacto. Este da comienzo

en el laberinto: totalmente oscuro,

música suave, camastros con cuerpos

que aguardan pacientes en total reposo.

Junto a él la sauna – de breve visita

dado su calor – y luego el vapor

- donde es como adentrarse en una nube -

y tantendo encuentras otro cuerpo

que también te tantea en mutuo reconocimiento.

Luego vais a la sala común de duchas

- paraíso de mirones – y pasado

el cuartito de la televisión

- todo un toque hogareño – y el bar,

llegáis a las cabinas de masaje…

 

Pedro Casas Serra

 

miércoles, 14 de junio de 2023

1992-05-28 EL CHICO DE LA PLAYA

1992-05-28 EL CHICO DE LA PLAYA


Te recuerdo desnudo, tendiéndome la mano

en el difícil paso del sendero que a pico

bajaba hasta la playa nudista del Algarbe.


Cuando me hallé en peligro no hizo falta llamarte,

viniste al ver mi apuro, y salvado el obstáculo

desapareciste sin mediar palabra.


Y me ha quedado la imborrable imagen

de que eras como un héroe pagano

nacido de la tierra, el sol y el aire,


que encarnabas la vida

surgiendo del paisaje entre las peñas.

 

Pedro Casas Serra

martes, 13 de junio de 2023

1992-05-27 EL SUEÑO

1992-05-27 EL SUEÑO


Esa imagen borrosa, producto

del deseo, que sale por la noche

y se esconde en el alba, ficción

de realidades, de andar elástico

y sonrisa franca, ojos profundos

y ceñido talle, cuerpo armonioso...

¿Cuánto amor no guarda esa mirada

aún por descubrir en algún sitio?

En ese instante vago, perdido

entre dos mundos, fantástico el primero,

real el último, junto a esa imagen

de contornos rudos surgen recuerdos

de caricias suaves, de pechos

abarcados por manos como cuencos,

pieles finas, formas redondeadas,

cinturas que estrujé y sexos húmedos

por donde penetré y descargué

con furia. Entonces, acaricio

mi miembro con amor de mujer

y mano de hombre. Lo tengo mal:

querido de mujer, amante de hombre.

 

Pedro Casas Serra

lunes, 12 de junio de 2023

1992-05-20 LA CAJA DE PANDORA

1992-05-20 LA CAJA DE PANDORA


¡Si mi memoria fuera

como una habitación

y alejarme yo de ella!


No es así. Mis bolsillos,

repletos de recuerdos,

me lastran con su peso.


¿Cómo huir del pasado,

su poso de rencores,

su azucarillo de ansias?


Aceptarlo: si a imagen

divina fui creado,

con el tiempo he menguado.


¡Dejadme abrir ahora

la caja de Pandora

para ver que contiene!

 

Pedro Casas Serra

domingo, 11 de junio de 2023

1992-05-15 COMO SI FUERA CIEGO Y SORDOMUDO

1992-05-15 COMO SI FUERA CIEGO Y SORDOMUDO


Déjame poseerte sin palabras, sin mirarte,

como si fuera ciego y sordomudo. Olerte

y recorrerte con las manos siguiendo tu contorno

desde los pies hasta la cabeza. Acercarme,

unir mi cuerpo al tuyo, mi piel contra la tuya,

lentamente. Soplarte suavemente en las mejillas,

los pezones y también en la planta de los pies.

Reseguir con la lengua la curva de tu cuello,

la línea de tus cejas, meterla en tus orejas

y en tu ombligo. Hundir la nariz en tu vientre,

mordisquear tu cintura y el vello de tu pubis,

acariciar tu clítoris rítmicamente y entretanto

besarte recorriendo tu lengua, tu boca,

tus dientes. Déjame, despacio, penetrarte

y atraerte hacia mí con mis brazos

en un cálido abrazo. Cabalgaremos juntos

formando un todo único y mezclaremos

nuestros cuerpos y nuestros olores.

Entrecruzados seremos como un ser

mitológico de cuatro brazos y dos cabezas.

Y todo estallará al derramarme yo dentro de ti

y una corriente eléctrica nos recorrerá

y nos fundirá. Luego, como niños saciados,

nuestros miembros y manos quedarán relajados.

Más tarde nos dormiremos plácidamente. 

 

Pedro Casas Serra 

 

sábado, 10 de junio de 2023

1992-05-13 ADIÓS

1992-05-13 ADIÓS


Por el caliente camino

polvoriento y pedregoso,

el caballo cabecea

y pasa al paso,

rueda la rueda

del carro cacharro,

detrás, despacio,

camina el can,

el gitano gira

su cabeza calva

y mueve la mano

diciendo adiós.

 

Pedro Casas Serra

viernes, 9 de junio de 2023

1992-05-13 COPLAS

1992-05-13 COPLAS


Canta el jilguero,

de la rosa el capullo

se ha abierto entero.


Me dices que la niña

va de paseo,

corro a vestirme

por no estar feo.


Junto al estanque un niño

se encuentra echado,

y a un barquito de vela,

haciendo olas,

ha mareado.


Sujeto a una cadena

tira el perrito,

y el viejo que lo lleva

va despacito.


No sé por qué tu madre

te hace coletas,

como siempre te mueves

no se están quietas.


Grises los lunes,

amarillos los martes,

los miércoles son verdes,

los jueves rojos,

violetas los viernes

y los sábados y domingos son

del color de tus ojos. 

 

 Pedro Casas Serra 

 

jueves, 8 de junio de 2023

1992-05-13 CÓMO QUIERO YO QUE SEAS

1992-05-13 CÓMO QUIERO YO QUE SEAS


Déjame creer que eres

como quiero yo que seas.


Que tus ojos se asemejan

a dos barcos en el mar

que al encontrar a los míos

amenazan naufragar.


Que tu boca es una fresa

acabada de coger

y la mía es una cesta

en que la quiero esconder.


Que tu pelo es semejante

a una red de pescar

en que se enredan mis manos

sin poderse desatar.


Que tus manos son la lluvia

que al tardar tanto en llegar

es ansiada por mi cuerpo

agostado de esperar.


Que tu sonrisa es mirada

del sol que rompe a brillar

que deshiela con su aliento

la escarcha de mi penar.


Que tus pechos son helados

que espero poder gustar

a lamiditas muy cortas

para hacerlos más durar.


Que tu cuerpo es como un molde

en el que espero encajar

y que una vez encajados

nada pueda liberar.


No me digas que no eres

como quiero yo que seas.

 

Pedro Casas Serra