Sobre la poesía, mis poemas y otras cosas 103 (mis comentarios en airesdelibertad.com)

 Pretendemos gobernarlo todo, pero no podemos controlarlo. Dicen que el viento lo aguanta mejor la frágil caña que el árbol de fuertes raíces.

Hubo un tiempo en que yo coleccionaba utopías, ahora acepto sus reflejos en la realidad, quizás porque desconfío tanto del bien total como del mal total.

Quien ama la belleza no se sacia nunca.

Necesitamos de la ternura. Somos niños aunque no nos reconozcan.

Nuestros nietos nos recuerdan a nuestros hijos, nuestros hijos a nosotros a su edad, y nosotros a nuestros padres.

El poema va al encuentro de uno mismo.

Cídipe y Aconcio https://sientopasareltiempo.blogspot.com/2020/11/cidipe-y-aconcio-sonetos-griegos.html De la mitología me interesa más la parte humana que la divina y sus historias me hacen mucha gracia, que es lo que intento transmitir en mis versos. Soy ya demasiado mayor para tomarme la vida en serio. He buscado en internet y efectivamente he visto que en varias reseñas hablan de manzana y no de membrillo (otra habla de un trozo de madera) como soporte del mensaje de Aconcio, pero yo saqué la historia de mi lectura de varios libros y diccionarios de mitología y allí ponía que era un membrillo. No sé... habrá diferentes versiones. Para mí, lo mejor de la treta de Aconcio no es tanto el mensaje (escrito en manzana, membrillo, madera...) sino que no lo arroja a los pies de Cídipe, que altiva como se la supone difícilmente lo hubiera recogido y leído, sino a los pies de su sirvienta analfabeta, quien es la que se lo pasa a Cídipe para que se lo lea, sorprendiéndo de esta manera toda previsión de Cídipe. Este detalle no es recogido por muchas de las reseñas de internet y para mí es muy importante. Siento un respeto profundo por los griegos de la antigüedad, que fueron los creadores de nuestra cultura. Cídipe no podía rechazarlo, tras su juramento y así creo que consta en todas las versiones. La sirvienta se supone que era anciana. Me gusta mucho la mitología griega, y, más que las historias de sus dioses, las de sus hombres y mujeres, que, en gran medida, son intemporales.

La memoria es como un hada buena que nos consuela con mentiras piadosas.

San Agustín dijo: "Dios es amor", y debería invertirse: "El amor es Dios".

Los bellos momentos hay que guardarlos como un tesoro.

Parece que el fenómeno de la “tele basura” está extendido por todo el mundo y supongo que es porque muchísima gente lo ve, lo cual quizás venga a significar que cumple alguna función: de identificación, de catarsis... no sé. Pienso que el hecho de que sean una tontada, no significada necesariamente que sea algo en si malo, si ayuda a vivir y distraerse a tanta gente.

No hay mejor premio que un beso.

La grandeza de las cosas pequeñas.

Todo poeta tiene su Laura.