Hoy, en que la información nos llega por todos lados, no hay noticia que
no llegue sesgada y muy pocos periodistas que no estén al servicio de
poderes ocultos. Hay que ser muy crítico en la lectura y cotejar
fuentes.
Los días se mecen como en un balancín movido por una mano invisible.
Llega una edad en que ya no se está para zarandajas.
Semilla: algo tan pequeño y que lo contiene todo.
Las estrellas, con su tintineo, parece que nos hablan.
Al fin y al cabo, emborracharse es una de las formas de inspirarse.
Muchos amores están hechos más de posesión que de entrega.
De
niños, queríamos ser mayores, y de mayores, quisiéramos ser niños, pero
lo que conservamos de la infancia solo lo reconocemos nosotros.
Los
tiempos no son mejores ni peores, sino que cada uno vive su tiempo: su
Arcadia, su Cenit y su Ocaso (si se los dejan vivir, claro).
Demasiadas veces sigue siendo difícil la conversación civilizada.
La lluvia, en sentido natural y metafórico, hace renacer.
Me gustaría plantar mi tienda al lado de un poema.
Según
una la leyenda griega, el ser humano en sus orígenes era hermafrodita:
hasta que se separó en dos mitades que desde entonces se buscan.
Cantamos lo que perdemos.
Miguel
Hernández, el poeta de Orihuela: Me ilusionó pasar por la estación de
su pueblo al ir al pasado encuentro de Murcia (no sé si de esta misma
estación él se fue para Madrid lleno de ilusiones y proyectos).
Como Josué, el poeta puede parar el tiempo con sus manos.
Vuelvo la vista atrás… https://sientopasareltiempo.blogspot.com/2019/08/1992-04-30-vuelvo-la-vista-atras.html Dicen que lo que no te mata te hace más fuerte. Creo que la poesía no
tiene límites sino, en todo caso, la calidad (de la que no presumo). En
esta época mi poesía tenía una finalidad terapéutica y la escribía sólo
para mí; años después, creí que también podía servir a otros y la
publiqué. En mi vida ha habido cortes que me han hecho pensar que he
vivido varias vidas que recuerdo como si fueran de otros. La ilusión a
veces depende de la química. A mí lo que me ha servido más ha sido el
ejemplo y las palabras de mis padres. Siempre digo que, con el tiempo.
todos los recuerdos vienen cantando. Aceptarlo todo es la única forma de
sobrevivir. De una u otra clase, todos, a nuestra edad, hemos sufrido
calamidades y desgracias. Eso nos hermana. La poesía sirve para la
introspección y el desahogo, para poner punto a unas cosas y empezar
otras. Tengo ilusión, pero la vida (y no sólo la mía) me ha hecho dar
cuenta de lo frágiles que somos las personas y de como, en un instante,
por mil circunstancias, nuestro mundo puede venirse abajo, ante nuestra
sorpresa y estupefacción. Eso, en cualquier caso, me hace apreciar más
todo cuanto en cada momento disfruto. El 92 fue el año en que se
celebraron las Olimpiadas en Barcelona y toda la ciudad se volcó en
ellas. Pero no hay mayor tristeza que la del que está rodeada de
alegría. Tristeza y alegría son dos sentimientos humanos que no tienen
porque asustarnos siempre que procuremos evitar su degeneración en
depresión o euforia. Es bueno tener ilusiones, como tener proyectos,
pero no siempre es posible, y sin ellos también se puede vivir
dignamente. También hay que aprender a vivir restando, siempre sumando
no es posible. A mí no me gusta pensar en el pasado porque me produce
melancolía, pero hay momentos en que no se puede evitar. Entonces,
lamentar parte de lo que se ha hecho y aún más de lo que no se ha hecho,
resulta inevitable. La mala educación que recibimos en pleno régimen
franco-católico no nos ayudó nada a afrontar la vida; tuvimos que
aprender la realidad por nosotros mismos y muchas veces a base de
golpes. Buscar la perfección puede llevar a la frustración, mejor
aceptarse tal como uno es y procurar mejorar.
lunes, 27 de diciembre de 2021
Sobre la poesía, mis poemas y otras cosas 123 (mis comentarios en airesdelibertad.com)
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