Sobre la poesía, mis poemas y otras cosas 122 (mis comentarios en airesdelibertad.com)

 San Francisco de Asís es uno de los personajes más atractivos para el hombre actual por su mensaje de amor dirigido tanto a los hombres como a los animales, que si fue innovador en su época, sigue siéndolo hoy.

Para escuchar el corazón hay que aguzar el oído.

El poema: una belleza que enseña.

Cada respuesta lleva a otra pregunta.

Yo también jugué a las chapas y crié gusanos de seda.

Cansados de ser "otros", hemos de ser "nosotros".

Somos un 99% de recuerdos y un 1 % de presente, y cada vez menos presente y más recuerdo hasta que lo somos por completo.

La música es hermana de la poesía.

Tener limpia la casa es de primaria. Cuando estuve en Madrid -donde había vivido hace 60 años-, para participar en el Encuentro de Aires, me di cuenta de toda la contaminación que actualmente soporta. Cuando me asomé a la M30 que corta la ciudad en dos, quedé asustado. También en Barcelona sufrimos de contaminación más días de los permitidos. Y de ella, el tráfico es su mayor responsable. ¿Nos matará nuestro egoísmo?, ¿sobreponer la comodidad inmediata al bien futuro? Hemos de cambiar los esquemas, pero ¿seremos capaces de ello?

¿Qué te ha hecho la rosa? https://sientopasareltiempo.blogspot.com/2019/12/blog-post.html La aurora no falla nunca a quien la busca. No nacemos enseñados y a veces olvidamos lo principal. La palabra la traen los silencios. Para gozar de la naturaleza hay que tener el alma despierta. Este poema lo escribí pensando en las personas que sufren a causa de una depresión. La gracia está en saber encontrar la belleza en todo y agradecerla como algo que se nos ha regalado sin merecerlo. Un buen poema renace en cada lectura. Afortunadamente las cosas mas importantes aún no tienen precio. Creo que el lenguaje sencillo es muy apropiado para la poesía, porque consigue transmitir el sentimiento sin afectación. No son sino unas palabras dirigidas a mí mismo y a otros que pudieran encontrarse en las mismas circunstancias. Vivimos demasiado ensimismados, poco receptivos a lo que nos rodea.