martes, 14 de diciembre de 2021

Sobre la poesía, mis poemas y otras cosas 110 (mis comentarios en airesdelibertad.com)

Para mí, es real esa sensación de que llego tarde a todas partes y de que cuando empiezo a entender algo ya no me queda  tiempo.

Curioso como los del norte sueñan con el sur y los del sur con el norte.

Tememos a los que vienen en son de guerra pero también a los que vienen en son de paz, y, claro, esto no puede ser.

Ellos huyen de la guerra, del hambre, que nosotros hemos contribuido a crear.

Veo a Don Quijote como a un hombre mayor con el alma de un niño.

Me emociona ver esas madres que se van haciendo chiquitas con los años, pero conservan esa pulcritud en su aspecto, esa delicadeza en sus gestos, esa mirada cariñosa cuando ven a sus hijos: esas ancianas deliciosas.

Preciosa estampa: los arcenes de las carreteras de Menorca cubiertos de flores silvestres en primavera.

Las cicatrices también son medallas que nos pone la vida.

Vivimos en un mundo gris, de gentes grises y esperanzas grises y parece ser que con gusto (claro que el siglo XX fue un tiempo de grandes ideales y tampoco es que haya dejado muy buen recuerdo).

El mar es el camino más ancho.

Ese condicional que nos persigue recordándonos todo cuanto ahora hubiéramos querido hacer de otra manera: a la vez pecado y penitencia.

La espera tiene mucho de esperanza.

El amor más duradero es el que se tiene uno mismo.

Leyendo el libro de Gerald Brenan, Al sur de Granada (pág. 255): "El rey de Tartesos, que llevaba el nombre celta de Argantonio..." (como un compañero del foro).

Dicen que en el extremo del arcoiris hay una olla llena de monedas de oro. Lo cierto es que su aparición siempre es motivo de alegría y testimonio de la belleza del mundo.

Intentar ver las cosas de otra manera, es una buena idea para entenderlas mejor.

Hace cien años, había quien no conocía lo que había tras el monte de su pueblo, hoy todos sabemos que hay otros pueblos y otros montes.

Las penas las adormecen los recuerdos.

A todos nos gusta recibir comentarios y hacerlos no cuesta mucho esfuerzo.

Son tantas las barbaridades que conocemos a diario que unas tapan a las otras y las olvidamos.

El horizonte siempre parece al alcance pero no se alcanza nunca.

No se puede vivir sin ilusiones.

¿Qué encerraría yo en ella si tuviera una caja fuerte?

Me gusta pensar que no dejamos de aprender nunca y que en todas partes podemos encontrar quien nos enseñe.

Un poema un tanto surrealista como esos dibujos de números que hay que seguir con un bolígrafo para completarlos.

La voz existe y la gente oye, pero las voces están gastadas y los oídos embotados, por eso hacen falta nuevos oídos y nuevas voces.

Cuando uno se va no se lleva nada. Como dijo D. Antonio Machado: "me encontraréis a bordo, ligero de equipaje".

Llenamos nuestra casa -como los pájaros su nido-, con multitud de cosas que nos ayudan a sentirnos más cómodos. También seleccionamos los recuerdos.

Esto de estar en la cresta de la ola tiene unos años, los que ocupan el centro de la vida, en que muchas personas dependen de ti. Después, la ola te pasa por encima y lo que cuenta es no ahogarse.

¡No tenemos bastante con nuestros propios miedos, que quieren infundirnos otros!

El oráculo de Delfos https://sientopasareltiempo.blogspot.com/2020/11/el-oraculo-de-delfos-sonetos-griegos.html Yo creo que consultar oráculos desorienta más que orienta. No es que pretenda enseñar nada, pero sí creo que del pasado se puede sacar enseñanza. Creo que las encuestas hoy  vienen a ser como los oráculos de Grecia, y muchos que confían en ellas también se equivocan. 

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