Sobre la poesía, mis poemas y otras cosas 102 (mis comentarios en airesdelibertad.com)

 Por donde no pasó la Ilustración falta civilización, sin excepción.

La poesía se rinde ante la realidad, porque no puede trasladarla, solo crear una nueva.

La intolerancia nunca ha aceptado la risa.

Amar es regresar a la infancia y su lenguaje.

La impunidad de los delincuentes produce la natural indignación. A tal impunidad contribuye poderosamente que desde el gobierno no se dote suficientemente en personal y medios a los tribunales de justicia, lo que hace que los procedimientos se eternicen hasta resultar ineficaces.

Todos sentimos pero ninguno sabe como sienten los demás. Transmitir el sentimiento es lo difícil.

El amor tiene mucho de cuento de hadas del que no se quisiera despertar.

Como el agua, la poesía tiene una función purificadora.

Es cierto que todo cambia, pero a veces no somos conscientes hasta un momento dado y entonces no sabemos como afrentarlo: vemos que ya no existe lo que creíamos nos rodeaba.  

Hay pintores que son especialmente poéticos, como hay poetas que son especialmente pictóricos.

La idea que tenemos del amor la vamos cambiando con los años y al final lo que más importa es la compañía.

Los endecasílabos no ligan bien con los octosílabos (ni en general los versos pares con los impares (incluidos los alejandrinos que en realidad son versos de 7 + 7), salvo los versos cortos que sirven para hacer estrofas de pie quebrado).

Entre ilusión y realidad, el sueño.

Lo bonito sería que la realidad nos recordara los bellos sueños.

Al destruir a la naturaleza, nos destruimos a nosotros mismos.

No somos culpables de la corrupción, pero podemos contribuir a que no se perpetúe.

Quien ha conocido el amor lo reconoce en todo.

A mi la luna sobre el mar me recuerda siempre mis vacaciones de niño en un pueblo de la Costa Brava.

Atalanta e Hipómenes https://sientopasareltiempo.blogspot.com/2020/11/atalante-e-hipomenes-sonetos-griegos.html ¡Claro!, es que gracias a la manzana, él salva el pellejo. Es que Atalanta era de cuidado, y entre sus pretendientes hacia escabachinas. Además, ella se queda con la manzana (en el mito, no una sino tres manzanas y de oro) lo cual tampoco está mal. Luego, parece que se casaron y fueron felices, hasta que les cambió la suerte. ¡Tal como en la vida actual! A veces las palabras vienen solas, otras hay que encontrarlas.