martes, 6 de enero de 2015

Un nuevo Pigmalión

UN NUEVO PIGMALIÓN


Era un viejo poeta en su morada

describiendo a la diosa de su amor,

belleza que se entrega sin temor

con dulce arrobamiento en la mirada.


Pero el poeta no tenía nada,

era solo amasijo de dolor,

árbol que troncha el viento en su rigor,

herida abierta al sol por una espada.


La pluma del poeta, con esmero

dibujaba los rasgos de su musa

desde su ardiente fe y su desespero,


cuando de forma real aunque confusa,

sintió de flores un olor primero

y luego un beso de rozar ligero.


Pedro Casas Serra (24-10-2014)

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