martes, 17 de febrero de 2015

La mariposa

“La mariposa”, la poesía que sigue, responde a una experiencia tántrica que tuve hace años. Entonces me interesé por esta doctrina oriental que persigue la prolongación del placer alargando el acoplamiento sin eyaculación. Lo cual, evidentemente, produce la erotización de todo el cuerpo, así como la multiplicación de los orgasmos. La sexualidad no necesita del amor, aunque éste la potencia. Pero sí que necesita siempre de mucha generosidad y del mayor conocimiento erótico posible. La sexualidad es un arte como bien han entendido los orientales.


LA MARIPOSA

¿Eres el mismo
- enfundadas las piernas
en medias de seda, rodeado
tu sexo por un aro
y aspirando popers -
que hace cinco minutos
estaba sentado en el salón?

Como una crisálida
- deshaciéndote de la ropa,
de las gafas y del reloj,
de la prisa, del gesto contenido -
te has abierto
mostrando tus nuevos atributos,
te has hecho mariposa. 

Extraño ser
- que ni corre ni vuela
pero flota y se expande
y que suena y que brilla
y que endulza -
listo para apresarme,
peregrino del tiempo.

Tu vientre
- rodeado de ojos y de manos,
de narices que aspiran,
de bocas que humedecen
y de pieles brillantes -
caliente cual crisol,
es mi reclamo.

Déjame probar
- borracho de deseo
incontenido que palpita
y calienta mi cuerpo
convulso y anacrónico -
duro y suave,
la dulzura de tu miembro.

Eres dios
- por tu fuerza, tu vigor,
tu potencia, tu calor,
tus gemidos,
tu dulzura, tu destreza,
tu suavidad, tu ligereza -
eres diosa.
 
Pedro Casas Serra, Mi cuerpo es mi presente (2008)

2 comentarios:

  1. Hola, Pedro. Mereces más atención de la que puedo darte; repartir el tiempo en diversas lecturas y otras actividades, me lo impide, pero cuando vengo, me sorprendes con intensos poemas. Este es de gran erotismo que has sabido expresar con una naturalidad y poesía muy encomiables.

    Un abrazo.

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  2. Agradezco mucho tus palabras, Fany. Un abrazo.

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