QUISIERA SER LA SANGRE QUE CAMINA...
Quisiera
ser la sangre que camina
por
tu cuerpo, corriente que te llena,
savia
que derrapando en cada esquina,
se
desparrama alegre por tu vena.
Quisiera
ser la piel que se ilumina
al
mirarme, paraguas de tu pena,
cobijo
de tu carne, cual pechina
blanca
en la noche y a la luz morena.
Quisiera
ser, en fin, tu cobertura,
tu
relleno de miel, leche en tu cazo,
el
licor que te inunde, estrecho abrazo,
rodearte
de amores tu cintura,
de
mazapán henchirte hasta los huesos,
para
después comerte todo a besos.
Pedro
Casas Serra, Ad líbitum, 2015
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