miércoles, 2 de junio de 2010

Valentín

VALENTÍN


Hallábame en el borde de un camino

abrupto, recorridas muchas horas

sin otra cosa que comer que moras

y muy lejos aún de mi destino.


Tales eran mis cuitas, cuando vino

hacia mí una zagala con mejoras

de que cerca de allí mujeres moras

me ofrecían posada y aún tocino.


Yo soy cristiano viejo, mis blasones

ni un azumbre recogen de Tobías,

las hijas de mi abuelo Zacarías


tengo en clausura, pero... de ocasiones

como ésta no se dan todos los días:

¡Santiago y cierra España! ¡Por mis tías!


Pedro Casas Serra (16-10-2009)

2 comentarios:

  1. Excelente tu soneto!
    Las palabras tienen
    una sonoridad especial...
    Un beso, amigo Pedro
    Maria Lua

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  2. Celebro que te guste, María. Es un soneto humorístico, una broma.
    Un fuerte abrazo.
    Pedro.

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