EL ENSOÑADO
Si te veo en un ciprés esbelto,
en la golondrina que revolotea
y en la forma de una nube...
dónde mirar sin verte.
Tu voz me llama desde el profundo sueño
y entre las sábanas vienes a mi encuentro.
Y para no dejar de percibir tu aliento
ni el roce de tu piel
ni tu frescor,
no me despierto.
Rosa de mayo:
tu perfume me hiere y una lágrima
pugna por salir de mis cuencas vacías
y las aprieto con más fuerza
para no abandonar mi encierro.
Pues si abro los ojos...
como nube, golondrina, ciprés o rosa,
te irías
sin dejar un recuerdo.
Pedro Casas Serra (15-05-2017)
¡Qué hermoso poema, Pedro! me ha encantado como juegas con las metáforas. Un abrazo y una invitación a mi blog "Joyas de mi alma".
ResponderEliminarMuchas gracias, Ingrid, por tus palabras. Un abrazo.
ResponderEliminar