Cuando yo era pequeño… https://sientopasareltiempo.blogspot.com/2020/02/1999-11-12-cuando-yo-era-pequeno.html Eso de estar lejos del mundo real siempre se me ha dado muy bien, y
quizás sea una alternativa para no ver muchas veces la fealdad a mi
alrededor. Yo de niño era un gran fantaseador (y ahora también). Yo creo
en la capacidad de crearse un mundo mágico en la infancia. Inocencia es
lo que yo quisiera conservar (o recuperar). No sé si es ser bobo, pero
en horas duras me digo: flota, flota... El que es soñador lo es toda la
vida. Los soñadores, algún que otro batacazo nos llevamos en la vida. En
esa época exterior gris, nosotros construíamos castillos en el aire.
Uso bobo en el sentido de candoroso, sin doblez, ingenuo,
características que se dan daban entonces en los niños. Hay gente que ha
nacido ya Notario, bobos bobos quedamos pocos.
La esperanza con su levedad de pluma.
Siempre vamos de regreso.
Imágenes https://sientopasareltiempo.blogspot.com/2019/11/im-agenes-laspalomitas-que-comiamos.html Los recuerdos, con el tiempo, son como estampas sagradas de esas que se
guardaban en los misales. Imágenes que el tiempo mitifica. ¡Y qué
buenos eran los tomates de entonces! Bastaba con ponerles un poco de
sal. No he vuelto desde entonces a Garrucha pero me pareció un pueblo
precioso y en el que la gente veraneaba como en Lloret de Mar cuando mi
infancia, de manera como hacía años que no había experimentado. Supongo
que ahora todo será diferente. Como estampas en las que las imágenes
somos nosotros mismos. A veces recordar consuela. ¿Qué son los mitos
sino recuerdos preservados? Aquí, en Barcelona, todos los alimentos
pasan por Barnacentro (el Mercado Central) y las frutas y verduras (de
magnífico aspecto) la mayoría de las veces no tienen ningún sabor. El
año 1992 escribí mucho y lo hacía para mí, por necesidad. Durante años
fue igual. Más tarde entré en contacto con una tertulia de poesía y
empecé a dar a conocer mi poesía. Luego, con el Aula de Poesía de
Barcelona, con un Club de Poesía, con el Foro... y esto ya se conoces.
Ahora, no sólo escribo diferente sino que si leo mis poemas de entonces
es como si leyera a otro (lo cual me ayuda a publicarlos, porque si
fuera el mismo probablemente no me atrevería) Pero no sé si escribo
mejor. Tengo mis dudas. (Mi poesía de entonces era más auténtica, más
sentida.) Lo que si sé es que ahora escribo mucho menos, tengo mucha
menos necesidad de escribir (y cuando no se necesita escribir creo que
es mejor no hacerlo). A mí este poema me dice mucho (me emociona) porque
me conecta con el que fui y a veces añoro (con una vida a flor de piel)
Pero todo pasa y los poemas también. (Van cayendo como las hojas del
calendario.) Me gusta la sencillez, aunque también aprecio otras
maneras, otros estilos. Cuando lo escribí era nostalgia, ahora es
recuerdo. Aunque este poema es del año 1992, los hechos a que se refiere
son de dieciocho años antes, de manera que hace casi cuarenta años de
ellos. Pero no sólo es eso, sino que los hechos se vivieron, el poema se
escribió y hoy lo leo en tres estados de ánimo muy distintos, lo que
hace que parezca el encuentro de tres personas distintas: la que lo
vivió, la que lo escribió y la que hoy lo lee.
jueves, 17 de junio de 2021
Sobre la poesía, mis poemas y otras cosas 035 (mis comentarios en airesdelibertad.com)
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