La fe (no importa sobre qué sea: divino o humano) es un misterio que se
forma en esa edad mítica de nuestra infancia y ¿cómo vamos a arrebatarle
a alguien la fe si con ella le arrebataríamos su infancia y dejaríamos
sus raíces al descubierto? Solo uno mismo, llegado el caso, puede dar
otro sentido a su infancia y trasplantarse a otra tierra de su elección
donde crea que puede crecer y desarrollarse mejor.
Muchos
romances (desde la playa: "El conde Arnaldos"; desde la carcel: "Romance
del carcelero") cantan las penas y los deseos. Los romances, como canto
popular, iban cambiando con el tiempo, añadiéndose y suprimiéndose
pasajes, lo importante es que transmitiesen ese sentimiento de algo
indefinible aunque quedaran muchos cosas sin resolver, muchos cabos sin
atar.
Hace un par de días vi a una paloma acuclillada bajo un
seto, en el suelo, y realmente es penoso ver a un pájaro que no vuela
porque cada ser tiene su función.
Yo he visitado la ciudad de
Praga dos veces (una antes de la caída del muro de Berlín) y he quedado
enamorado de ella. Praga es una ciudad eminentemente literaria y sus
calles rezuman poesía.
Hay que acabar con lo viejo antes de empezar con lo nuevo.
El
gato es imagen de lo furtivo, aparece y desaparece sigilosamente cuando
quiere y junto a quien quiere. Hay que preservar el amor de las
inclemencias exteriores, de lo público, y preservarlo en lo íntimo, lo
furtivo.
Ontología https://sientopasareltiempo.blogspot.com/2021/03/ontologia-sombras-adormecidas.html Solo hablo de aquello hasta donde yo llego -muy poco, desgraciadamente-
fruto de algo de intuición y algo de conocimiento -experiencia-
acumulados. Desgraciadamente mi infancia transcurrió durante el
franquismo, donde en los colegios primaba más lo memorístico que enseñar
a pensar. Creo que, en ese sentido, en Hispanoamérica, por ese tiempo,
fuistes más afortunados. Mis conocimientos filosóficos son escasos y
tardíos, pero al empezar a leer filosofía me han ido rebrotando ideas a
las que había llegado por intuición. Ninguna edad es mala para pensar
como tampoco para amar, aunque cambien las formas. Esto tanto sirve para
las relaciones entre personas como para las relaciones con la
naturaleza (somos depredadores por instinto y sociales por necesidad).
El deseo como concepto filosófico ha sido muy tratado por los filósofos
-desde los clásico hasta los actuales- sobre todo por los filósofos
monistas (los que no creen que haya separación entre cuerpo y
mente-alma), destacando Spinoza y Schopenhauer entre muchos otros. Te
invito a buscar en Google "deseo concepto filosófico" y lo comprobarás.
Con esto no pretendo defender el poema que peca de una evidente
simplicidad en su afán de ser sintético. El final de mi poema en parte
no es sino algo que cuelga del resto. Yo estuve dudando sobre si había
quedado bien, porque pensé que religión, política, leyes... son a menudo
construcciones que constriñen y de efectos muy dañinos muchas veces,
pero luego pensé que si se acepta que son obras humanas y que no son
fijas sino mudables, pierden su capacidad de causar daño, de imponerse
por la fuerza, y conservar la razón que las justifica: facilitar la vida
en sociedad. Pensé que si las religiones dejaban de ser vistas como
únicas, sobrehumanas, verdaderas e inmutables, se las desactivaba como
fuente de dolor y podían tener una función social beneficiosa. En la
vida todo está en la ponderación, en no pasarse. Lo bueno de este poema
es que ha permitido a cada cual explayarse sobre sus propias ideas
respecto a los seres, su origen y su destino y sobre que bases justifica
su existencia. Creo que está bien plantearse preguntas sobre nuesto ser
y estar y confrontar las respuestas. Sin deseo no se puede vivir, viene
a ser como nuestra gasolina. A mí de momento no me falta.
miércoles, 26 de octubre de 2022
Sobre la poesía, mis poemas y otras cosas 206 (mis comentarios en airesdelibertad.com)
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