Dudo que esa España que se canta haya existido alguna vez; y lo digo con
sentimiento, porque creo que los intentos de crear España han sido
siempre fallidos por excluyentes, por no respetar a las minorías
(musulmanes y judíos, antes; vascos y catalanes, hoy). En mi modesta
opinión, España solo será posible si se sustenta en la libertad, el
respeto y la solidaridad entre sus partes (léase naciones); por eso,
creo que primero hay que dar libertad a aquellas para que se expresen y
organicen políticamente; luego ya se verá si quieren libremente
asociarse.
Según oigo decir, ahora ya no estamos en la época de
la mentira sino de la "posverdad", que creo que es aquella falsedad que
se quiere imponer a base de repetirla machaconamente (por ejemplo la
existencia de armas químicas en Irak, o que los atentados terroristas de
Madrid fueron obra de ETA). Por eso es importante ser cuidadoso
intentando descubrir la verdadera verdad que de tantas formas se nos
pretende ocultar: de defender las palabras y reivindicarlas en su
estricto sentido ("Al pan, pan, y al vino, vino.").
Llega un
momento en la vida en que uno desea sacar lo que lleva dentro, entonces
la poesía busca ser esa confesión. Como el escrito en una botella
lanzada al mar por el náufrago encerrado en una isla que busca
comunicarse, va el poema en busca del lector que sepa comprenderlo.
Una
entrevista que leí hace poco en La Vanguardia, me han hecho pensar en
cómo perdemos el tiempo queriendo saberlo todo y así somos confundidos
por tantas noticias contradictorias con que se nos bombardea por
doquier. Hoy es difícil reflexionar con serenidad y a eso pueden
ayudarnos los sabios, si leemos y meditamos sobre las obras que dejaron.
Los días de cambio siempre son días de inquietud en que la
angustia se mezcla a la esperanza. Y me vienen a la memoria los versos
de la canción El día que el barco vendrá, de Bob Dylan: Aquel día ya
veréis, /cuando el viento se parará / y la brisa dejará de respirar. /
Una calma bochornosa, / como antes del temporal / el día que el barco
vendrá. // Todo el mar se abrirá / y las olas cantarán / y los barcos se
irán hasta el fondo. / De la arena de la playa, / cada grano se
estremecerá, / el día que el barco vendrá.
Un niño es una caja de sorpresas, un regalo sin abrir, un paisaje por descubrir.
El poeta ascendido https://sientopasareltiempo.blogspot.com/2021/03/el-poeta-ascendido-sombras-adormecidas.html
Gabriel Celaya en su poema "La poesía es un arma cargada de futuro",
tiene un verso en que dice "estamos tocando el fondo" y Paco Ibáñez, en
su interpretación del mismo, repite la frase: "estamos tocando el fondo,
estamos tocando el fondo". A mí este verso me impresionó mucho y lo
guardé en la memoria, porque creo que solo quien toca el fondo puede
resurgir. Uno va cambiando, a lo largo de la vida, sus ideas sobre la
vida y la muerte; de la vida con más conocimiento de causa que de la
muerte. Vivir la vida es vivirla entera. Esa es nuestra esperanza: dejar
algo de nosotros. La vida hay que vivirla plenamente. Así se cumplirá
la sentencia de Unamuno: “Que tu vida haga injusta tu muerte”. Como un
arpa, hay personas que suenan al menor roce, por eso hay que tocarlas
con suavidad, sin herirlas. Un mensaje de optimismo: el estrechamiento
del camino a lo lejos solo es una ilusión óptica, porque el camino
siempre es igual de ancho.
sábado, 1 de octubre de 2022
Sobre la poesía, mis poemas y otras cosas 181 (mis comentarios en airesdelibertad.com)
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