jueves, 3 de diciembre de 2015

“APRENDIZAGEM NO VENTO” de Thiago de Mello (De Poesia comprometida com a minha e a tua vida, 1975)

APRENDIZAGEM NO VENTO

O vendaval findou.
Agora é só o vento
soprando a sua ferocidade
mais fria do que a pele
enrijecida e azulada
dos operários fuzilados.

O vendaval findou.
Agora é só o vento cotidiano,
implacavelmente morno, hálito podre.
É com ele que se tem de aprender
a lição do revés, vida vivida.

Dos tantos que saíram,
poucos, muito poucos, se reencontrarão
um dia, tomara, naquilo que foram
ou que não puderam ser.
Por enquanto, a cordilheira transposta,
o que se alteia
é o desvario da boca,
é cada vez mais o muro
entre a boca e a mão.
Aos que sonhavam mesmo, vendo o claro,
e que puderam permanecer
no coração ardente da sombra,
cabe o labor maior da aprendizagem.
É aprender com tudo o que foi feito
e também com tudo que deixou de ser feito,
como rasgar o caminho da esperança
que lateja, que lateja,
na frágua da paciência operária.

O vendaval findou. Telhados ocos
não poderão servir de abrigo a pássaros.
Thiago de Mello, Poesia comprometida com a minha e a tua vida, 1975.


APRENDIZAJE EN EL VIENTO

El vendaval acabó.
Sólo queda viento ahora
soplando su crueldad
más gélida que la piel
rígida y amoratada
del obrero fusilado.
El vendaval acabó.
Queda el viento habitual,
implacablemente tibio, podrido aliento.
Con él hemos de aprender
la lección de la derrota, vida vivida.
De todos los que se fueron,
pocos se reencontrarán, muy pocos,
un día, ¡ojalá!, con lo que fueron
o que no pudieron ser.
Por ahora, cruzada la cordillera,
lo que se ve
es la insania de la boca,
cada vez mas alto el muro
entre la boca y la mano.
A los que incluso soñaban, viendo aclarar,
y que pudieron quedarse
en el ardiente corazón de la sombra,
les corresponde la mayor labor de aprendizaje.
Aprender con todo lo que se hizo
y también con todo lo que se dejó de hacer,
como abrir el camino a la esperanza
que palpita, que palpita,
en la fragua de la paciencia obrera.

El vendaval acabó. Huecos tapiados
no podrán servir de abrigo a los pájaros.
Thiago de Mello, Poesía comprometida con mi vida y la tuya, 1975.
(Versión de Pedro Casas Serra)

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