FAUNOS
Esta tarde vente conmigo al río,
a ese recodo que conozco al que no llega nadie.
Allí chapotearemos como locos
para después tomar el sol, echados
sobre las piedras planas del ribazo.
¡Verás cómo te gusta!
El agua está muy fresca allí y solo se oyen pájaros
y el murmullo del agua
al chocar con las rocas más grandes.
Es un lugar ideal para aprender a amarnos,
como niños, jugando,
descubrir nuestros cuerpos hechos para el amor,
y para perseguirnos, como faunos,
corriendo por el bosque entre los árboles
hasta caer en brazos el uno del otro.
Pedro Casas Serra (29-07-1992,02)
¡Oh, qué excelente poema, de un erotismo asilvestrado, que lo hace casi mitológico!.
ResponderEliminarUn abrazo.
El paisaje corresponde a una fosa de aguas cristalinas de un río de Bagà. Celebro que te haya gustado, Fany.
ResponderEliminarUn abrazo.