PRÓLOGO
Pedro Casas tiene varias aficiones relacionadas con el arte: la música, la pintura, la poesía... pero es sin duda esta última la que destaca entre todas. Su pasión por la poesía lo ha convertido en un
verdadero estudioso y lo ha llevado a profundizar en aquellos autores que de alguna manera han marcado su trayectoria poética.
El poemario AD LÍBITUM que subdivide en tres apartados: Memento, Viator y Gaudium, recoge, a modo de recorrido vital, sus impresiones sobre la vida y la muerte y también la plenitud y el gozo,
este último muy centrado en el amor y en sus diferentes etapas.
En el primer apartado es frecuente el tono elegiaco ya que los poemas hablan de pérdidas o ausencias. Entrañables aquí los poemas que dedica a su madre, de una sencillez trascendente:
Tengo ojos porque ella me enseñó a mirar.
Tengo manos porque ella me enseñó a tocar.
Tengo pìes porque ella me enseñó a andar.
Tengo tristeza porque la he perdido.
La convivencia con la muerte y con los que se fueron adquiere en estos poemas un discurso natural que evita lo trágico, presentando una deliberada desmitificación de la muerte, desde una mirada serena, a veces irónica, de aquel que entiende la constante presencia de la muerte en la vida, el famoso Quotidie morimor. Así en el poema “Mis muertos”, el poeta convive en sueños con ellos:
Yo por las noche hablo con mis muertos.
Unos vienen tranquilos, otros airados.
La segunda parte recogerá el tema de El homo viator: el hombre como caminante, observador de la vida. En estos poemas muestra el poeta su faceta vitalista, son poemas más optimistas. En ellos encontramos desde estrofas clásicas como el soneto hasta otras más ligeras como la seguidilla, algunas escritas a modo de canción o de juego poético:
Esta tarde no llega
la inspiración,
para ver si me viene
saldré al balcón.
¡Que tengo pena
que solo tú me quitas,
niña morena!
Destacan en esta parte poemas que dedica a amigos del foro Aires de Libertad: versos que viajan al otro lado del Atlántico, por otras geografías, desde el poder milagroso de la lengua y su vuelo virtual.
El libro finaliza con una serie de poemas que suponen un canto a la vida, centrándose en el sentimiento amoroso. Volvemos a encontrar en esta parte su gusto por el poema-canto a veces con la sencillez y la frescura del arte menor, muy enraizados en la canción popular. Otras veces, por el contrario, introduce innovaciones formales como la utilización del versículo, mediante enumeraciones en forma de largas letanías, iniciadas por oraciones admirativas o interrogaciones retóricas.
Pedro Casas dedica mucho tiempo al estudio de la poesía: como moderador del foro Aires de Libertad, como miembro del grupo poético Metáfora, dentro del que se implica muy activamente en los diferentes talleres poéticos, o bien como alumno veterano del Club de Poesía que dirige el poeta Jordi Virallonga. Domina la preceptiva poética y conoce por tanto la poesía y sus leyes, es decir, el “oficio” de poeta. Sin embargo su poesía es premeditadamente sencilla, con una cierta inclinación hacia la poesía popular. Dice que la poesía ha de ser clara y musical y huye del intelectualismo poético, del barroquismo y de la retórica, aunque no del juego poético. Es frecuente encontrar en
sus poemas recursos relacionados con la reiteración: anáforas, aliteraciones, paralelismos... Pese a la sencillez, encontramos también un gusto por el símbolo, esto justificaría su amor por la poesía de San
Juan de la Cruz, la de Salvador Espriu o incluso la de Joan Vinyoli.
Me complace presentar el poemario de este poeta-acuarelista, amigo con el que hace muchos años comparto versos, talleres y debates poéticos y, en particular, esa pasión por la poesía que es un vínculo muy importante para mí y creo que para todos los compañeros del grupo Metáfora.
Juliana Mediavilla Pablo
Junio de 2014
(Ad líbitum, es un libro publicado en marzo de 2015, en la Editorial Aleteo de Letras, ADL, en una edición no venal de 50 ejemplares, númerados y firmados por el autor, para ser obsequiados a los participantes del VI Encuentro Internacional de Aires de Libertad en Madrid, celebrado los días 27 y 28 de febrero y 1 de marzo de 2015.)
Enhorabuena, Pedro. No sabía que había sido publicado tu poemario. La reseña que hace Juliana Mediavilla es muy exacta a la realidad. Eres así, Pedro, y me gusta tenerte de amigo.
ResponderEliminarEspero que hayas disfrutado en el Encuentro de poetas en Madrid, al que no pude asistir porque aún ando de médicos por lo del hombro.
Un abrazo.
Efectivamente, muchos otros coinciden contigo en que Juliana me ha retratado.
ResponderEliminarEl encuentro ha sido magnífico. Siento que no hayas posido estar. En octubre, Pascual López quiere hacer uno nacional en Murcia. Espero que entonces puedas.
Un abrazo.