ENTRE LAS LLAMAS
En mi naturaleza estaba ser volcán,
alzarme como llama al viento.
Pero vivía de recoger hierbas y otros remedios
con que curar a mis hermanas las mujeres,
aliviarles sus dolores menstruales,
procurarles las caricias de sus amados,
evitarles el resultado de algún que otro desliz...
Hasta que llegó ese hombre siniestro
y dijo: "Es bruja, ¡quemadla!"
En mi naturaleza estaba ser volcán,
alzarme como llama al viento...
Pedro Casas Serra, Ad líbitum, 2015
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