EOS
Cuando Selene desplegó su manto
reinó el silencio sobre el mundo todo:
ríos, bosques, montañas, atendían
que por oriente apareciese Eos.
¡Bella mujer de párpados de nieve
que abandonando el lecho de su cónyuge
Titón, sale al Océano y se eleva,
en sus rosados dedos una antorcha!
Ella a Memnón, su amado hijo, busca,
quien con Príamo a Troya fue a lidiar
muriendo a manos del valiente Aquiles.
¡Pobre mujer, trastabillando huye,
inconsolable va y son sus lágrimas
lo que los hombres llaman el rocío!
Pedro Casas Serra (26-09-2014)
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