Nestas pefras caiu, certa noite, uma
lágrima.
O vento que a secou debe estar voando
noutros países,
o luar que a estremeceu tem olhos
brancos de cegueira,
- esteve sobre ella, mas não viu seu
esplendor.
Só, com a morte do tempo, os
pensamentoque a choraram
verão, junto ao universo, com foram
infelizes,
que, una lágrima fo, naquela noite a
vida inteira,
- tudo quanto era dar, - a tudo que era
o por.
Cecilia Meireles, Viagem, 1939.
EPIGRAMA Nº 6
En estas piedras cayó, cierta noche,
una lágrima.
El viento que la secó debe estar
volando por otros paises,
la luz de luna que la estremeció tiene
ojos blancos de ceguera,
- estuvo sobre ella, pero no vio su
esplendor.
Sólo, con la muerte del tiempo, los
pensamientos que la lloraron
verán, junto al universo, como fueron
infelices,
que, una lágrima fue, en aquella noche
la vida entera,
- todo cuanto era dar, - a todo lo que
era el por.
Cecilia Meireles
(Versión de Pedro Casas Serra)
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