COPLAS DEL AMOR NAVEGANTE
Tenía mi amor un barco
con el que se hizo a la mar.
¡Si yo fuera navegante
para poderlo alcanzar!
Tres veces yo le diría
que no tema de mí mal,
que mi cariño es tan puro
como vaso de cristal.
Que están mis manos temblando
por no tener quien tocar,
y mi boca suspirando
por no tener quien besar.
Amigo - yo le diría -
quítame esta soledad,
si tú quieres ser mi amigo
venme enseguida a buscar.
Cruzaremos los océanos
de Ceuta a Madagascar,
cada puerto que toquemos
más gozaremos de amar.
Como eres mi navegante
mi cuerpo vas a encontrar,
como yo soy tu grumete
el tuyo me has de enseñar.
¡Luna, luna, luna, luna!,
te vas a ruborizar,
de tanto que nos querremos
tú te querrás ocultar.
Pedro Casas Serra (15-10-2004)
¡Precioso, Pedro! Hacía un poco de tiempo que no pasaba por tu blog y me ha encantado lo que leo en él.
ResponderEliminarEste poema es una delicia. Mis felicitaciones a tu magna pluma, poeta.
Eres muy amable, Candela. Agradezco mucho tu presencia.
ResponderEliminarUn abrazo.