LA CONFUSIÓN
¡Qué molesto resulta que la gente me tome por mí!
Cierto que hay motivos de semblanza,
pero yo bien sé que soy muy diferente,
que no tengo ni punto de comparación.
¡Cuánto tiempo pierdo en aclarar que yo no soy yo,
ese ser ruin, cobarde, miserable y mentiroso
al que los demás confunden conmigo
tan fácilmente!
Por un instante se me ocurre
¡qué terrible sería que yo fuera yo
y qué paciencia no habría de tener para aguantarme,
tan aburrido, soso, derrotado!
Pero enseguida salgo de mi error,
pues no deja de ser un disparate
en el que solo pueden caer otros,
esos que no me conocen tan bien como yo mismo.
Pedro Casas Serra (07-05-1991,02)
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