miércoles, 13 de febrero de 2013

"Olho as minhas mãos" de Mario Quintana


Olho as minhas mãos: elas só não são estranhas
Porque são minhas. Mas é tão esquisito distendê-las
Assim, lentamente, como essas anêmonas do fundo do mar...
Fechá-las, de repente,
Os dedos como pétalas carnívoras!
Só apanho, porém, com elas, esse alimento impalpável do tempo,
Que me sustenta, e mata, e que vai secretando o pensamento
Como tecem as teias as aranhas.
A que mundo
Pertenço?
No mundo há pedras, baobás, panteras,
Águas cantarolantes, o vento ventando
E no alto as nuvens improvisando sem cessar.
Mas nada, disso tudo, diz: "existo".
Porque apenas existem...
Enquanto isto,
O tempo engendra a morte, e a morte gera os deuses
E, cheios de esperança e medo,
Oficiamos rituais, inventamos
Palavras mágicas,
Fazemos
Poemas, pobres poemas
Que o vento
Mistura, confunde e dispersa no ar...
Nem na estrela do céu nem na estrela do mar
Foi este o fim da Criação!
Mas, então,
Quem urde eternamente a trama de tão velhos sonhos?
Quem faz - em mim - esta interrogação?

Mario Quintana (Apontamentos de História Sobrenatural, 1976)


Miro mis manos

Miro mis manos: No sólo son raras
Por ser mías. Pero es tan sorprendente abrirlas
Así, lentamente, como esas anémonas del fondo del mar...
Cerrarlas, de golpe,
¡Los dedos como hojas carnívoras!
Con ellas, sin embargo, sólo atrapo ese alimento impalpable del tiempo,
Que me sostiene, y mata, y que va segregando el pensamiento
Como tejen las arañas sus telas.
¿A que mundo
Pertenezco?
En el mundo hay piedras, baobabs, panteras,
Aguas cantarinas, el viento que sopla
Y en lo alto las nubes improvisando sin cesar.
Pero nada, de todo eso, dice: "existo".
Porque sólo existen...
Mientras tanto,
El tiempo engendra la muerte, y la muerte genera los dioses
Y, llenos de esperanza y miedo,
Oficiamos rituales, inventamos
Palabras mágicas,
Hacemos
Poemas, pobres poemas
Que el viento
Mezcla, confunde y dispersa en el aire...
¡Ni para la estrella del cielo ni para la estrella de mar
Fue éste el objetivo de la Creación!
Pero, entonces,
¿Quién urde eternamente la trama de tan viejos sueños?
¿Quién pone - en mí - esta pregunta?

Mario Quintana (Apontamentos de História Sobrenatural, 1976)
(Versión de Pedro Casas Serra)

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