EL OCÉANO DE LA SOLEDAD
He naufragado
y voy a la deriva
por el océano
de la soledad.
¡Quién encontrara
una tabla amiga
a la que asirse
para descansar!
Unido a ella
quizás alcanzaría
la tierra
de la compañía.
Donde todo animal
tiene pareja
y todo pájaro
hace su nido.
*
Querido amigo:
No te pido otra cosa
que algo de compañía
de la que andas sobrado.
Porque estoy perdido
en un laberinto
que crece
con el tiempo.
Mis palabras
chocan en sus paredes,
retumban
y me vuelven.
Necesito alguien
en quien confiar,
con quien hablar,
a quien amar.
De lo contrario,
voy replegándome
en mí mismo
como un feto.
Pedro Casas Serra (26-06-1992)
Bueno, menos mal que la fecha en que está escrito este poema, me hace suponer que ya has superado ese bache. Y admiro el que muestres esas cicatrices del alma. Señal de que cerraron ya esas heridas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues sí, Fany, así es. El tiempo, o te mata o te cura. Gracias.
EliminarUn abrazo.
Pedro