CARAMELITO
Caramelito
corto
de sabor
bendito.
Quisiera que fueras como un niño
para así sentarte en mis rodillas
y explicarte un cuento de piratas
en el que siempre ganarían los buenos.
Sueños
felices,
dulces
sueños.
¡Cómo me gustaría besuquearte,
pellizcar tus mejillas mofletudas,
levantarte en volandas
y hacerte dar vueltas en molinillo!
Pastelillo
sabroso
color
membrillo.
Y ver tus ojos abiertos como platos,
y oír tu risa explotar atropellada,
y pedirme insaciable: ¡más!, ¡más!
cuando agotado fuera a bajarte al suelo.
Buñuelo
grande
relleno
de cielo.
Me gustaría ser ese tío amable
cuya llegada se espera alborozado,
pues siempre trae una sorpresa
y ganas de llevarte al parque.
La barca
ligera
cruza
Pedro Casas Serra (20-07-1992,02)
Precioso poema Pedro, entrañable y haciéndonos sentir cerca de ese niño, es una belleza de poema. Un abrazo, Inés
ResponderEliminarGracias, Inés, por tus amables palabras. Me alegro de que te haya gustado.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Pedro