¿QUE ENTENDEMOS POR UN POEMA?
Un poema bien
escrito o un poema que perdure?
Un poema que se venda o que
sorprenda?
Un poema que guste o que nos guste?
Un poema que
suene bien o que emocione?
Un poema que diga cosas o que cambie
las cosas?
Un poema que escandalice o que moralice?
Un
poema dulce o agrio?
Un poema ligero o sentencioso?
Un
poema comprensible o difícil?
Un poema que ría o que llore?
Un
poema romántico o práctico?
Un poema metafórico o
prosaico?
Un poema íntimo o narrativo?
Un poema tierno o
sarcástico?
Un poema apasionado o resignado?
Un poema para
la mesa o para la cama?
Un poema para recordar o que nos haga
recordar?
Un poema sugeridor o explicativo?
Un poema
revolucionario o conformista?
Un poema para entender o para que
nos entiendan?
Un poema de lenguaje sencillo o cultivado?
Un
poema que hable a muchos o que hable de muchos?
Un poema de
sentimientos o de reflexiones?
Un poema imaginativo o de
recuerdos?
Un poema optimista o pesimista?
Un poema que nos
cambie o que nos reafirme?
Un poema de dudas o de certezas?
Un
poema que alague o que incomode?
Un poema que descubra o que
oculte?
Un poema crudo o sutil?
Un poema para dormir o para
despertar?
Un poema que ayude a vivir o a morir?
Un poema
crítico o conciliador?
Un poema sobre nosotros o sobre los
otros?
Un poema sobre el presente o sobre el pasado?
Un
poema que llegue a muchos o que llegue mucho?
Un poema para
salvar al mundo o para salvarnos del mundo?
Un poema para hacer
pensar o para hacer caminar?
Un poema como un lamento o como una
canción?
Un poema como un río o como un beso?
Un poema
estremecedor o mocador?
Un poema como un regalo o como una
trampa?
Un poema para vivir o para sobrevivir?
Un poema que
no haya escrito nadie o que todo el mundo querría escribir?
Un
poema hecho de palabras o de silencios?
Un poema que pregunte o
que responda?
Un poema que consuele o que indigne?
Un poema
emocional o racional?
Un poema como una oración o como una
prisión?
Un poema redondo o puntiagudo?
Entonces,
¡pongámonos a escribirlo!
Pedro Casas Serra (11-03-2011)
¿Qué entendemos por un poema? A veces uno se pregunta... sobre lo que está haciendo o sobre lo que querría hacer e intenta encontrar la respuesta, y muchas veces la respuesta se la dan los demás. La única forma de aprender es preguntar(se). Uno lee -lo ajeno, lo propio- y se pregunta... No se trata de respuestas antagónicas sino múltiples, todas ellas posibles. Un poema es una creación muy compleja, que reúne muchos recursos distintos de forma instintiva o reflexiva, pero hay un motor que dirige todo y se trata de distinguir cual es. Somos infinitos poemas, de los que sólo llegamos a escribir algunos, aquellos que llaman a nuestra puerta con más insistencia o cuando estamos más receptivos a oírlos. Un poema es puente entre corazones. Desde el punto de vista del autor, es aquella obra suya que logra su propósito.
A MI AMIGO
un instante y se apagan,
mientras otras reflejan
su brillo mortecino;
entre sordos rumores
y estridentes chirridos,
que nos dejan sus notas
marcadas en asfalto;
entre voces que lanzan
su cascada argentina
y otras, secas, que escupen
palabras como látigos;
entre rutas marcadas
con cartabón y escuadra,
repletas de una masa
que se mueve, que anda;
entre muros que se alzan
hacia la bóveda alta
y esconden en sus senos
madrigueras de ratas;
entre tanto gentío...
muevo mis pies, cansado
de seres que me espantan,
sin que sienta si me andan.
...
A mi amigo, ¿lo has visto?
Si es así, dime donde.
¿Es en la noche oscura
con esfera de plata?
¿Es en sombra leñosa
tras la dulce mañana?
¿Es en torre cruzada
que nos marca lo eterno?
¿Es que quizás lo apresan
blanquecinos tentáculos,
o es libre como azul
inmenso entre dos techos?
¡Providencia divina!
seme viento
que soplando lo arrastre,
te lo ruego.
¡Providencia divina!
hazte sol
que lo infunda en mi rostro
con su aliento.
¡Providencia divina!
se torrente
que hasta mí me lo traiga
sobre llanto.
Lo necesito ahora.
Lo necesito ahora, este momento.
Lo necesito aquí, junto a mí, adentro.
Sin él noto vacío
todo cuanto era lleno.
Sin él siento temblar
cuanto de firme tengo.
Sin él estoy perdido
y ya ni a mí me encuentro.
No quiero oír palabras
con un extraño acento,
ni ver otra mirada
que la suya, lo siento.
Palpar quiero su zurda
en apretón sincero,
mientras lanzan los labios
las risas del encuentro.
Y sentirme inquirido
con palabra serena,
sobre cuanto ha ocurrido
de una escena a otra escena.
Y notar el reflejo
de un corazón gemelo,
sin temor de tipejo,
con valor, sin recelo.
La dirección es una,
uno sólo el anhelo,
dos para conquistarlo,
tres, por mayor esfuerzo.
No murmuréis sus faltas,
porque no os lo consiento.
Bastante las conozco...
bastante las recuerdo.
...
¡He visto a mi amigo!
¡Que sí, que lo he visto!
¡Que sí, que se ha ido!
Pero me ha dejado...
Pedro Casas Serra (05-1965)
Para los compañeros de Lima: A mi amigo
Lo escribí en mayo del año 1965; yo tenía entonces 17 años y fue mi
participación en un concurso de poesía que se celebró en mi colegio con
motivo de las fiestas de Santa Cecilia, patrona de la música y la
poesía. Al pensar en los compañeros reunidos en Lima (2011), en lo bien
que se lo estarán pasado y en lo mucho que me gustaría estar con ellos,
he querido unirme a ellos de algún modo y se me ha ocurrido hacerlo con
un poema; y he elegido éste porque le tengo un cariño especial, quizá
porque habla de amistad y me recuerda circunstancias felices.
La ironía, en poesía, es un arma de lo más eficaz.
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