viernes, 14 de mayo de 2021

Sobre la poesía, mis poemas y otras cosas 002 (mis comentarios en airesdelibertad.com)

Frente a la realidad, la poesía.

Nos movemos entre objetos cuyo funcionamiento ignoramos y que a veces se nos antoja cosa de brujería: ¿Realmente existes? ¿Te llegará mi mensaje? ¿Cómo? Al final, todo es cuestión de fe.

Ingenioso y escatológico, François Villon, poeta truhán, habitual de las tabernas, pedigüeño sin suerte en diversas cortes, asesino y místico, amigo de las prostitutas... Uno de los poetas que más aprecio.

Sólo uno mismo puede responder a sus preguntas.

Absorbemos y rebosamos.

Para amar no hacen falta palabras, para hablar del amor, si.

Aún no hemos alcanzado el grado de desarrollo moral que extienda al mundo animal los límites que con tantas dificultades (y retrocesos) vamos alcanzando entre humanos (abusos a niños, a enfermos, a enfermos mentales, a ancianos, a mujeres, a personas por su orientación sexual, a extranjeros, a presos, a los pobres, a los atrasados, a los de otra raza, religión, costumbres... nos demuestran que el camino es largo aún). Por otra parte nuestra cultura es antropomórfica, el hombre es medida y modelo. Pero desde un punto de vista ético se tiene que incluir a los animales, porque los humanos somos tan animales como ellos y por tanto debemos evitar su sufrimiento innecesario.

Sobrecogedora y enigmática resulta la contemplación de las estrellas fugaces en la noche, una pirotecnia que nos llega regalada cada verano.

De la vida cotidiana se extrae la mejor poesía.

Muchos son infelices porque se esfuerzan en parecerse a lo mayoría, otros hallan la felicidad buscando a quienes se les parecen.

Los animales sirven para hablar de las personas porque en ellos nos proyectamos y descubrimos nuestros gestos y expresiones, nuestro carácter.

La maestría permite jugar con los versos como niños.

En lo más íntimo hay un desnudamiento, un regreso al lenguaje de la infancia, al lenguaje de los cuerpos, al balbuceo.

Gran parte de nuestra poesía se fragua en nuestra infancia, lo que recibimos en ella nos alimenta toda la vida, por eso hay que hacer que todos los niños tengan una infancia.

Sobrecoge ver como, más de 70 años después, se siguen desenterrando huesos que así se ocultaron de la historia.

Mejor que acercarse a un ideal es acercarlo.

Su imaginación protege la intimidad del poeta.

Todo artista es hijo de un artesano.

El cuerpo amado es la única patria y la única religión.

Me encanta que el mismo poema sea un juego amable, una divertida travesura, un ingenioso rompecabezas.

Un buen poema: una bala que da en el blanco.

He alcanzado ese momento en que empezamos a girarnos hacia atrás con inquietud. Leo a bastantes poetas jóvenes (veinteañeros) que se sienten viejos y me pregunto cómo se sentirán cuando de verdad lo sean. ¿Será que la poesía envejece?

Un poema se escribe por necesidad, cuando el corazón rebosa.

La pasión enciende el paisaje.

Es mejor ser un buen lector que un mal poeta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario