Frente a la realidad, la poesía.
Nos movemos entre objetos
cuyo funcionamiento ignoramos y que a veces se nos antoja cosa de
brujería: ¿Realmente existes? ¿Te llegará mi mensaje? ¿Cómo? Al final,
todo es cuestión de fe.
Ingenioso y escatológico, François
Villon, poeta truhán, habitual de las tabernas, pedigüeño sin suerte en
diversas cortes, asesino y místico, amigo de las prostitutas... Uno de
los poetas que más aprecio.
Sólo uno mismo puede responder a sus preguntas.
Absorbemos y rebosamos.
Para amar no hacen falta palabras, para hablar del amor, si.
Aún
no hemos alcanzado el grado de desarrollo moral que extienda al mundo
animal los límites que con tantas dificultades (y retrocesos) vamos
alcanzando entre humanos (abusos a niños, a enfermos, a enfermos
mentales, a ancianos, a mujeres, a personas por su orientación sexual, a
extranjeros, a presos, a los pobres, a los atrasados, a los de otra
raza, religión, costumbres... nos demuestran que el camino es largo
aún). Por otra parte nuestra cultura es antropomórfica, el hombre es
medida y modelo. Pero desde un punto de vista ético se tiene que incluir
a los animales, porque los humanos somos tan animales como ellos y por
tanto debemos evitar su sufrimiento innecesario.
Sobrecogedora y
enigmática resulta la contemplación de las estrellas fugaces en la
noche, una pirotecnia que nos llega regalada cada verano.
De la vida cotidiana se extrae la mejor poesía.
Muchos
son infelices porque se esfuerzan en parecerse a lo mayoría, otros
hallan la felicidad buscando a quienes se les parecen.
Los
animales sirven para hablar de las personas porque en ellos nos
proyectamos y descubrimos nuestros gestos y expresiones, nuestro
carácter.
La maestría permite jugar con los versos como niños.
En lo más íntimo hay un desnudamiento, un regreso al lenguaje de la infancia, al lenguaje de los cuerpos, al balbuceo.
Gran
parte de nuestra poesía se fragua en nuestra infancia, lo que recibimos
en ella nos alimenta toda la vida, por eso hay que hacer que todos los
niños tengan una infancia.
Sobrecoge ver como, más de 70 años después, se siguen desenterrando huesos que así se ocultaron de la historia.
Mejor que acercarse a un ideal es acercarlo.
Su imaginación protege la intimidad del poeta.
Todo artista es hijo de un artesano.
El cuerpo amado es la única patria y la única religión.
Me encanta que el mismo poema sea un juego amable, una divertida travesura, un ingenioso rompecabezas.
Un buen poema: una bala que da en el blanco.
He
alcanzado ese momento en que empezamos a girarnos hacia atrás con
inquietud. Leo a bastantes poetas jóvenes (veinteañeros) que se sienten
viejos y me pregunto cómo se sentirán cuando de verdad lo sean. ¿Será
que la poesía envejece?
Un poema se escribe por necesidad, cuando el corazón rebosa.
La pasión enciende el paisaje.
Es mejor ser un buen lector que un mal poeta.
viernes, 14 de mayo de 2021
Sobre la poesía, mis poemas y otras cosas 002 (mis comentarios en airesdelibertad.com)
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