MI JORNADA
Me despierto,
a veces son las seis, otras las siete,
pero de forma brusca, como al ruido de un gong.
Y mis ideas, aunque confusas,
no suelen ser agradables.
Leo en la cama hasta las ocho,
me levanto,
digo hola a mi perra y me ducho.
Voy a la calle, desayuno,
voy al despacho
-allí dejo a mi perra y recojo el trabajo.
Voy a la Compañía, al Juzgado…
hasta la una. Vuelvo al despacho,
luego voy a comer y a casa a hacer la siesta.
A las cuatro, otra vez al despacho… hasta las siete.
Vuelvo a casa, veo un rato la tele,
voy a cenar con mi perra,
vuelvo a casa, veo otro vez la tele
y me acuesto a las doce.
Lo que temo son los días de fiesta
porque tengo que llenar las horas
y me cuestan más de pasar.
Pedro Casas Serra (11-05-1992,02)
Cada día puede ser diferente si logramos añadir unas gotas de magia a la cotidianidad y algún que otro sueño ante nuestros ojos.
ResponderEliminarAbrazos.
Desde luego... pero hay circunstancias... Un abrazo, Candela.
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