Por acaso, surpreendo-me no espelho: quem é esse
Que me olha e é tão mais velho do que eu?
Porém, seu rosto...é cada vez menos estranho...
Meu Deus, Meu Deus...Parece
Meu velho pai - que já morreu!
Como pude ficarmos assim?
Nosso olhar - duro - interroga:
"O que fizeste de mim?!"
Eu, Pai?! Tu é que me invadiste,
Lentamente, ruga a ruga...Que importa? Eu sou, ainda,
Aquele mesmo menino teimoso de sempre
E os teus planos enfim lá se foram por terra.
Mas sei que vi, um dia - a longa, a inútil guerra!-
Vi sorrir, nesses cansados olhos, um orgulho triste...
Mario Quintana
El viejo del espejo
Por casualidad, me sorprendo ante el espejo: ¿quién es ese
Que me mira y es más viejo que yo?
Sin embargo, su rostro... me resulta cada vez menos extraño...
¡Dios mío, Dios mío... Parece
Mi viejo papá - ya muerto!
¿Como podemos quedarnos así?
Nuestra mirada - dura - pregunta:
"¡¿Qué hiciste de mí?!"
¡¿Yo, papá?! Fuiste tú quien me invadiste,
Lentamente, arruga a arruga... ¿Qué importa? Aun soy yo,
El mismo niño ostinado de siempre
Y tus planes finalmente se fueron a pique.
Pero sé que vi, un día - ¡la larga, la inútil guerra!-
Vi sonreír, esos ojos cansados, con un orgullo triste...
Mario Quintana
(versión de Pedro Casas Serra)
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