A MIGUEL HERNÁNDEZ
A quien oído aguza, de Miguel
suena la voz en los campos que amaba,
que fueron suyos mientras los andaba,
pastoreando rimas como él.
Miguel de los amores y Miguel
que ante tanto dolor se rebelaba,
corazón de cristal que tintineaba
con dulzura guiándonos tras él.
Miguel, que deja un rastro de azucenas,
de claveles y rosas, de verbenas
que deshojadas llevan hasta él.
Miguel: te fuiste lejos, pero dejas
tus versos, que zumbando como abejas
nos recuerdan: Miguel, Miguel, Miguel...
Pedro, un soneto muy hermoso en recuerdo al gran poeta Miguel Hernández, bucólico y pleno de sensibilidad y buen hacer poético.
ResponderEliminarTe dejo mi admirado aplauso.
Candela
Agradezco mucho tu comentario, Candela.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Pedro