¡MI NIÑO BONITO!
Niño, ¡cómo me gustas
cuando vas de bonito
con zapatos brillantes,
pantalones tejanos,
camisa blanca
y bien peinadito!
Niño, ¡cómo me llamas
al bailar sevillanas
con tu porte torero,
taconeo marcial,
andares de gacela
y manos de gitana!
Niño, ¡cómo me enganchas
cuando me miras
con tus cejas-peinetas,
pestañas-abanicos
y ojos-claveles
que riegas con esmero de jardinero!
Niño, ¡cómo me embrujas
cuando me hablas
con dulzura de esclava
y gracejo de moro,
nieto de constructores
de la Torre del Oro!
Niño, ¡mi niño bonito!,
¡el más bonito del mundo!,
¡qué guapo eres!,
¡pastelillo de crema!,
¡azúcar candi!,
¡envidia de la tropa de churumbeles!
No conocía esta faceta flamenca, que me ha puesto una sonrisa en los labios.
ResponderEliminarUn abrazo
En general mi poesía es una poesía amable, Fany, y me alegro que te haya hecho sonreír.
ResponderEliminarUn abrazo.