domingo, 24 de marzo de 2013

"O homem do botão" de Mario Quintana


Quando esta velha nave espacial do mundo for um dia a pique
Não haverá iceberg nenhum que o explique... Apenas
Um de nós, em desespero
- como quem se livra de terrível dor de cabeça com uma bala rápida no ouvido -
Vai apertar primeiro o botão:
Clic!
Tão simples... E os mais espertos venderão,
A preços populares, arquibancadas na Lua
Ou caríssimos camarotes de luxo
Para que possam todos assistir à nossa ÚLTIMA FUNÇÃO.
O perigo
É que a arquibancada desabe
Ou que a própria Lua venha a cair no caldeirão fervente.
Enquanto isso, Deus, que afinal é clemente,
Põe-se a agitar na criação, em outro mundo,
De uma nova humanidade
- sem livre-arbítrio -
Principalmente sem livre-arbítrio...
Mas com esse puro instinto animal
Que o homem do botão atribuía apenas às espécies inferiores.

Mario Quintana (Baú de Espantos, 1986)


El hombre del botón

Cuando un día esta vieja nave espacial del mundo se vaya a pique
No habrá iceberg alguno que lo explique... Sólo
Uno de nosotros, con la desesperación
- como quién se libra de un terrible dolor de cabeza con una rápida bala en el oído -
Va a apretar primero el botón:
¡Clic!
Así de sencillo... Y los más hábiles venderán,
A precios populares, graderías en la Luna
O carísimos camarotes de lujo
Para que puedan todos asistir a nuestra ÚLTIMA FUNCIÓN.
El peligro
Es que la gradería caiga
O que la propia Luna vaya a caer a la olla hirviente.
Mientras tanto, Dios, que al final es clemente,
Se pone a trabajar en la creación, en otro mundo,
De una nueva humanidad
- sin libre albedrío -
Sobre todo sin libre albedrío...
Pero con ese puro instinto animal
Que el hombre del botón atribuía sólo a las especies inferiores.

Mario Quintana (Baú de Espantos, 1986)
(versión de Pedro Casas Serra)

No hay comentarios:

Publicar un comentario