Sobre la poesía, mis poemas y otras cosas 134 (mis comentarios en airesdelibertad.com)

¡Es tan complicada hoy la climatología que las hojas ya no saben cuando caer!

Avión https://sientopasareltiempo.blogspot.com/2021/01/avion-bestiario-en-decimas.html Coger un avión es un poco como volar. El poema más que al momento presente (en que Barcelona está siempre llena de turistas), se refiere a un momento pasado, anterior a las olimpíadas de 1992. Entonces el turismo era principalmente turismo de sol y playa, y a Barcelona sólo se acercaba cuando hacía nublado. Gaudí vivía en la Sagrada Familia, a pie de su obra más famosa, y no cuidaba demasiado de su aspecto personal, por eso, cuando fue atropellado por un tranvía cerca de donde yo vivo actualmente, nadie lo reconoció, fue tomado por un vagabundo, y no recibió la rápida atención que precisaba, falleciendo a las hpocas oras. Te diré que si la Sagrada Familia tiene un exterior monumental y muy llamativo en su estilo, el espacio interior impresiona por su altura, dimensiones y luminosidad. Según dicen, se acabará su construcción en el año 2026. Es el conjunto de nuestras experiencias, pasando por nuestra memoria, recreado por nuestra imaginación, lo que después aflora en el poema. Sencillez y claridad son dos cosas que aprecio en poesía. El avión nos ha cambiado la vida. Entre otras cosas ha permitido que nos conociéramos miembros del foro que vivimos tan lejos, nos ha acercado a familiares y amigos. No hay tema ni vocabulario que sea ajeno a la poesía. La ironía me parece un buen recurso a emplear, pero una ironía cariñosa por así decirlo. Vivimos en el siglo de los aviones y de tantas otras cosas que nos acercan y benefician (al menos a una parte de la población).

Yo, cuando hice la primera comunión, no vestí de blanco sino un traje Eton, y cuando el sacerdote en la homilía dijo que habíamos de guardar tan puras nuestras almas como nuestros blancos trajes, a mí, claro, me sonó raro.

Como dijo Jaime Gil de Biedma: "La mejor poesía / es el verbo hecho tango".

Hace años visite en Bulgaria el valle de las rosas.

Que los versos no sean leídos no importa tanto como que se escriban con el alma.

Hay que aceptar la muerte, pero vivir como si no existiese.

Dicen que el juego del ajedrez es una representación de la vida: Igmar Bergman en El séptimo sello hace jugar al caballero con la muerte.