¿RECUERDAS MARRAKECH, LA DE LA KOUTOUBIA?
¿La que en verano muere al mediodía y resucita al ponerse el sol?
¿la de las inmensas murallas de adobe rojo?
¿la que solo tiene hombres en las terrazas de sus cafés?
¿la de los dulces apilados y las comidas especiadas?
¿la de los vergeles tras las tapias?
¿la de los jóvenes que te miran y dicen “ça va?”
¿la de las motocicletas que hay que sortear para cruzar las calles?
¿la de las calesas para turistas y los camellos para hacerse una fotografía?
¿la de la inmensa plaza Djamâa El Fna abarrotada de diversas gentes?
¿la que no permite a los infieles visitar sus mezquitas?
¿la de los zocos de enrevesadas calles e infinitos productos?
¿la de las noches frescas y sosegadas y los días calientes y bulliciosos?
¿la que cuida y protege sus palmeras hasta cuando levanta un muro?
¿la de las carpas doradas que llenan a rebosar el estanque de la Menara?
¿la que escucha la voz de sus muecines cinco veces al día?
¿la de las bellas mujeres, de caras blanquísimas, vestidas con sus túnicas?
¿la de las fuentes en que juegan niños y las torres con cigüeñas?
¿la que huele a jazmín junto a sus muros y a boñiga en su asfalto?
¿la del cielo casi blanco y los edificios color salmón?
¿la de las grandes puertas y junto a ellas los cementerios?
¿la de los gatos enmascarados que recorren por la noche sus murallas?
¿la de los vendedores que te llaman y te tocan?
¿la del té a la menta y el regateo?
¿la que llenaba con multitudes sus jardines al atardecer?
¿la que acogió nuestros pasos y nuestro amor?
Sí, la recuerdo.
Muy completa y poética evocación.Llegan esos días plenos de emociones que compartiste con alguien.
ResponderEliminarY yo he recordado mi estancia, en 2010 y he visualizado todos los lugares y situaciones que nombras, por lo que felicito tu poder evocador a través de las interrogaciones retóricas.
Un abrazo.
Celebro que te haya gustado el poema y también Marrakech. Esta fue mi segunda visita. Antes, había estado en 1976 o 77. Me gustó mucho y desearía poder volver algún día.
ResponderEliminarUn abrazo, Fany.