lunes, 6 de enero de 2014

Al niño que huele envelesado una flor

AL NIÑO QUE HUELE EMBELESADO UNA FLOR


Al niño que huele embelesado una flor

le queda la luz entre las hojas de los árboles

el eco de una voz llamándole papá

el tacto de una mano que pierde fuerza

el gusto por tocar pieles y oler perfumes

el abrazo de la toalla de baño que lo seca

unas palabras que le llegan inesperadamente

el balanceo de las olas del mar

el sabor de las cerezas frías en verano

la entrega de unos ojos sobre sus rodillas

la canción del agua contra las piedras del río

la sonrisa que le ayuda a salvar obstáculos

la conversación frente al paisaje que se desvanece

el sol tras los párpados fundiéndole con la arena

unos caminos mojados por la lluvia

el sudor que produce el orgullo de alcanzar la cima

la noche de dolor que le apuñala el corazón

la cabeza que golpea las paredes con desesperación

la foto del niño que huele embelesado una flor.


Pedro Casas Serra (05-09-2000)

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