La belleza consuela, la solidaridad también.
El mejor poema es el
propio poeta. Bien, ser poeta es tener delicadeza de espíritu. (Gil de
Biedma dijo en una ocasión “Yo creía que quería ser poeta, pero en el
fondo quería ser poema…”.)
Aunque el recuerdo del pasado
permanece, el pasado no vuelve. Hay que mirar al presente, procurarse
una vida lo más feliz posible disfrutando de todo lo que nos rodea.
Cada día hay un mundo a estrenar.
¿Y si fuera el amor y no el alma lo que subsistiera tras la muerte? Seguramente tendría más sentido.
Ante un abandono se acumulan las preguntas sin respuesta. Mejor no buscar culpables: "No pudo ser."
El
miedo, como instinto de supervivencia, nos ayuda a evitar el peligro,
pero el miedo irracional, sin justificación – a veces incluso cuando la
vida nos sonríe-, puede acabar con cualquier atisbo de felicidad.
Más
que para descargar las culpas, pienso yo que el hombre ha inventado sus
dioses para tranquilizarse frente a cuestiones sobre las que no tiene
respuesta, y que, quizá, fuera mejor aceptar nuestras limitaciones sin
forjarse historias.
domingo, 9 de abril de 2023
Sobre la poesía, mis poemas y otras cosas 371 (mis comentarios en airesdelibertad.com)
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