NO SE PUEDE DESPRECIAR NINGÚN COCIDO*
Envidio a los potrillos
que no saben de drones ni trincheras
y trotadores superan los obstáculos
por más altos que sean
y alimentados con kiwis y membrillos
sortean el capote de Venus
y las banderillas de Saturno
No fue igual para mí. Condenado
a guisos sin sustancia
banderilleado con lavativas
vigilado por drones con sotana
y bombardeado con responsos
hasta en el burladero
Pero no odio a nadie. A punto
de recibir la última estocada
y convertirme en caldo de otro guiso
sin marcapasos amo a todo el mundo
aunque venga de Marte con capote
y en el costado me clave un termómetro
En la vida no se puede despreciar
ningún cocido y mi alma
revolotea revolotea revolotea
Pedro Casas Serra (Inspirados, 24-03-2023)
* Inspirado en el poema DICEN QUE HOY LA
LUNA APRENDIÓ A LLORAR ARPEGIOS,
de Marian Ramèntol
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