Hay circunstancias que nos cortocircuitan.
Covid-19:
Ayer, en que salí de casa por primera vez en tres días, me encontré con
una ciudad desierta: todo cerrado, los pocos comercios abiertos estaban
vacíos, sin coches circulando, muy pocas personas y todas con máscaras
por la calle... Pero los árboles, en estos tres días, habían empezado a
abrir sus hojas y un manto de tenue verdor los cubría. ¡Alegría!
Esa es mi esperanza de vida eterna: la primavera.
Covid
19: Gracias al personal sanitario que están soportando peligros y
fatigas para salvar vidas. También a todos cuantos permiten con su
trabajo, en condiciones de riesgo, que la sociedad siga funcionando. Y
también a cuantos, de una u otra forma, muestran su solidaridad con los
demás en estos momentos de confusión y angustia. (Pienso especialmente
en cuantos viven hacinados y desasistidos. Me indignan algunas
situaciones.)
Covid 19: Es la humanidad y sus obras lo que está
en crisis, la naturaleza sigue su ritmo y hasta me parece que sonríe
aliviada. (Veo flores, veo árboles, veo nubes, ríos y mares, veo el
sol... indiferentes a nuestros problemas.)
El niño pequeño https://sientopasareltiempo.blogspot.com/2019/08/1991-1105-el-nino-pequeno.html La ternura es el tono general de mi poesía (a veces pienso que incluso
un poema dedicado a mi peor enemigo la tendría). Poesía y pintura están
muy relacionadas. Se dice que "la pintura es una poesía muda y la poesía
es una pintura que habla" (ut pictura poesis) En este sentido,
aquí se reúnen dos poemas y dos pinturas, porque la pintura encierra un
poema y el poema una pintura. Pintura y poema no los hice a la vez sino
que los he reunido ahora porque tienen en común que su personaje es un
niño y una cuestión de tamaños. El poema produce una representación
visual de un niño pequeño sentado al borde de un gran sombrero: ¡Cuidado, que se cae el niño! ¡Ese niño es tan pequeño, ese sombrero tan grande! La pintura (que acompaña al poema en su publicación del foro) produce un relato de sorpresa: ¡Qué ha pasado! ¡Qué hace ese pajarito sobre mi cabeza!
Son dos construcciones alegóricas. La pintura expresa sorpresa, el
poema preocupación. Aunque hayan sido hechos por separado, dibujo y
poema tienen cosas en común: yo creo que son surrealistas y posiblemente
oníricos. Eso permite que se les de distintas interpretaciones. En un
niño nos vemos representados todos. Mensaje subliminal: Esa es la
ventaja de la poesía respecto a la prosa, que utiliza un lenguaje
connotativo y no denotativo.
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