A mí soñar con la muerte me recuerda un ataque de pánico que tuve hace
muchos años soñando que me moría. Fue terrible. (Creo que influyó que
días antes, regresando en avión desde Bucarest, el avión se averió y
hubo problemas de presurización en la cabina que me afectaron
especialmente: llegué a Barcelona con la cara de color verde.)
Déjate llevar por el viento.
Las ciudades viven a través de quienes las habitan.
Covid-19: Como Alicia en el País de las Maravillas, pisamos un mundo nuevo cuyas normas ignoramos.
Si de verdad quieres marcharte… https://sientopasareltiempo.blogspot.com/2019/12/1994-02-04-si-de-verdad-quieres.html Las palabras son frágiles, hay que tratarlas con cariño. La poesía
siempre ha de ser ambigua, tener varias lecturas. El amor es una cárcel
de la que solo uno mismo debe tener la llave. Al amor no se le puede
encadenar, es un don gratuito. La distancia de la realidad al sueño es
muy pequeña, apenas un suspiro. De ahí que digamos: ¡esto es como un
bello sueño, (para algo bueno), o ¡qué mal sueño! (para algo malo).
Ternura y dureza no andan reñidas en el sincero amor. Malo o bueno,
cuando no puede ser, no puede ser. Los sueños son el refugio de la
sensibilidad.
domingo, 25 de diciembre de 2022
Sobre la poesía, mis poemas y otras cosas 266 (mis comentarios en airesdelibertad.com)
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