Creo que la imprudencia, la tontería, la inconsciencia y la ignorancia, ocasionan la mayoría de los males.
Los poetas somos los últimos optimistas.
Hacer lo que a uno le da la gana no es fácil, supone mucho esfuerzo previo.
El
tiempo todo lo cambia y no siempre para bien. Por eso yo no quiero
volver al Lloret de mi infancia, porque sé que ya no lo encontraré, que solo pervive
en mi recuerdo. Ocurre con los lugares como con las personas.
La existencia de lo maravilloso no precisa de demostración, podemos encontrarlo a poco que giremos la cabeza.
Perder la memoria, olvidar las palabras, en un camino hacia atrás, hacia la nada.
La maldad en estado puro existe.
Tengo oído que con las cenizas de un difunto se puede hacer un diamante. No deja de ser un consuelo.
Buscar la persona ideal nos impida ver a la buena persona que tenemos al lado.
En el desamor la atracción se transforma en repulsión.
En el lenguaje todo es polisemia; en la vida, contradicción.
jueves, 1 de diciembre de 2022
Sobre la poesía, mis poemas y otras cosas 242 (mis comentarios en airesdelibertad.com)
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