COCÓ
A mi loro, Cocó.
Yo tengo un amigo con mucha pluma,
la mayoría verdes
pero también rojas, amarillas y azules.
Ahora está enfermo
y no quiere que le demos la medicación.
Cuando lo intentamos
hecha a volar
y chilla como un condenado.
- Cocó, no te enfades.
Si Juan Ramón y yo
te enrollamos en una toalla
y te metemos una cánula por el pico
no es por fastidiarte,
es porque el veterinario
nos ha dicho
que si no, te mueres.
Por favor, no nos des la espalda
y dejes de hablarnos,
que te queremos.
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