Las casas https://sientopasareltiempo.blogspot.com/2021/03/las-casas-sombras-adormecidas.html Cuando yo era pequeño, las familias eran más amplias -yo tenía multitud
de primos y tíos- y, sobre todo en verano, iba de casa en casa
-entonces, las vacaciones de verano duraban más de tres meses. Y me
acuerdo de todas esas casas y de todos sus rincones, guardados como
fotografías en color en mi memoria. Desde niño, siempre he tenido mucha
memoria visual; si vuelvo a un lugar que visité, aunque haga años, lo
reconozco fácilmente; los nombres se me olvidan pero los paisajes no. De
las películas recuerdo más las imágenes que las historias, y las
películas de Walt Disney, tan vivas de colores, me impactaban muchísimo.
Que tristeza, ¿no?, ver la casa de tu infancia en ruinas. Pero, al
menos, aún no la han convertido en un edificio de pisos o un almacén. No
solo mueren las personas, también desaparecen los edificios, los
comercios, los paisajes de nuestra infancia. Son esos lugares a donde
siempre nos gusta regresar con la memoria. Quizá miraba tanto porque
tenía muchas cosas que entender. Uno recuerda la infancia como un sueño.
El dolor formula preguntas sin respuesta.
La tierra es un ser vivo que sigue su propio curso y nosotros los humanos, sus pobladores, insignificantes a su lado.
El
tiempo, una sucesión de instantes -unos felices, otros tristes- que
transcurren inexorablemente. Después quedan los recuerdos, que también
desaparecen con la muerte. Para luchar contra el tiempo y la muerte,
tenemos la poesía. Y en el foro compartimos nuestros tiempos a través de
nuestras poesías buscando así consolarnos mutuamente.
En la
poesía lo primero que cuenta es el sonido. Sin sonido no hay poesía.
Luego le sigue en importancia el sentido. ¡Claro que es importante lo
que se dice, pero aún lo es más decirlo musicalmente!
Cada objeto guarda su historia como un precioso tesoro.
Disponemos del idioma para comunicarnos pero a veces el idioma es insuficiente, entonces comienza la poesía.
¡Basta
ya de políticos que ocultan realidades sangrientas con engaños! ¡Más
honestidad, por favor, en la vida pública! ¡Más control de la ciudadanía
sobre los cargos electos! La indignación ha de tener un cauce de
expresión a través de espacios de libertad.
El lenguaje poético lleva directo al corazón.
Parece
que las catástrofes naturales nos saluden cada día a través de los
noticiarios, hoy aquí, mañana allí. Cuando afectan a familiares, amigos,
conocidos o personas a las que nos unen lengua o cultura, las noticias
nos alcanzan más. Esta vez en México. Supongo que está bien acudir a
auxiliar aquí o allá según las circunstancias y las necesidades, pero
confío más en la prevención, sobre todo teniendo en cuenta que estas
catástrofes naturales estadísticamente son previsibles. Los organismos
públicos -organizaciones internacionales, estados, municipios,
organizaciones asistenciales públicas y privadas- han de protegernos de
estas catástrofes, si no ¿para qué están? ¿para qué las mantenemos?
¿para qué sirven nuestros impuestos?
En nuestro interior tenemos todas las respuestas y si no están es porque no existen.
jueves, 29 de septiembre de 2022
Sobre la poesía, mis poemas y otras cosas 179 (mis comentarios en airesdelibertad.com)
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