2012-11-24 UN HECHO CHUSCO
Hacía mucho calor. Iba en el coche de su amigo José María, cuando este le propuso ir a ducharse a su gimnasio. Aceptó. Llegaron y se entretuvo en el vestuario, de modo que salió después de él. Le pareció verle a lo lejos cerrar una puerta, se acercó y entró. Era una habitación grande y en su centro
había una enorme bañera. Se quitó la toalla y se metió. Estaba empezando a enjabonarse, cuando advirtió que, en el suelo, cerca de él, había un niño pequeño jugando. ¿Qué haces aquí? ¿Dónde está tu madre? ¿Se han olvidado de ti? Diez ojos le miraron bajo sus turbantes de toalla. ¡Estaba en un baño para señoras! Por fortuna, advirtieron su confusión y excusaron su bochorno, iniciando, muy amables, una conversación.
Pedro Casas Serra
No hay comentarios:
Publicar un comentario