2005-12-31 VOCES DE SALAMANCA
Salamanca es una isla
que quisiera ser jardín,
espíritus blasonados
nunca acaban de morir.
Si ríe es una bengala
y si llora es un rubí,
cosidas sus cresterías
con hilos de oro y orín.
Campanas de sus iglesias
que a mí me hacen tilín
me invitan a ir de paseo
montado en un calesín.
...
Cuando veo a mi niño
quedo desnudo,
y de comer limones
tartamudo.
Que si me bebe el agua
deja contento,
y si pasa de largo
deja sediento.
¡Niño de los melones,
ven a mi vera!,
¡si una vez resucito
ocho me muera!
...
Si me dices que sí
te dejo vivir,
si me dices que no
te condeno yo.
Como antes los conventos
eran más grandes
o había más penitentes
o había más hambres.
Franco y la Inquisición
con sus prisiones...
si primero marranos,
luego masones.
...
¿Dónde paran las piedras
de los salones
que levantaron?
¿Dónde los estandartes
y los pendones
que arrebataron?
Las piedras de palacio
de una en una
se las llevaron.
Las naciones vencidas
una tras otra
se rebelaron.
Que si el vivir es morir
y el morir es el vivir,
si hoy ayudo a la santa
en sus fundaciones,
me ganaré de muerto
sus bendiciones.
...
Por no despertar pasiones
no me asomo a mis balcones,
solo en fastas ocasiones
entreabro mis calzones.
"Quoque natura donat,
Santus Petrus benedicat".
Pedro Casas Serra
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