lunes, 19 de noviembre de 2018

Con ocasión de la muerte de un amigo

CON OCASIÓN DE LA MUERTE DE UN AMIGO


Primero llega la noticia y, por esperada que sea, siempre nos sorprende. ¿Por qué no unos días más, unos meses más, unos años más? Después nos comunicamos, nos agrupamos, intercambiamos recuerdos de su vida - la última, la primera vez que lo vimos, qué dijo, qué hizo, cómo nos quería. Pero al final llega la soledad y con ella la ausencia... y la queja. Yo te necesitaba. ¿Por qué te has ido? ¿Qué voy a hacer ahora? Sin atender que no se ha ido por su voluntad, que ha resistido cuanto ha podido y que hacía tiempo que ya se estaba despidiendo. Entonces llega el llanto - el llanto por nosotros mismos.


Pedro Casas Serra (27-12-2016)

No hay comentarios:

Publicar un comentario