domingo, 18 de diciembre de 2022

Sobre la poesía, mis poemas y otras cosas 259 (mis comentarios en airesdelibertad.com)

Covid-19 El poeta es testigo y narrador de la pandemia, cumpliendo una misión de la poesía: dejar constancia y denunciar. Frente a la pandemia, las situaciones son distintas (niños, jóvenes, adultos, ancianos) y lógicamente distintas las reacciones. Sin dejar de pedir solidaridad a todos para con los más afectados, hemos de intentar comprenderlas: no es lo mismo tener 5, 25, 45 ó 75 años ante a la pandemia. Hay que buscar el “justo medio”, las necesidades de socialización son distintas en las diferentes edades, pero procurarse compañía ha de hacerse sin poner en peligro a otros. (Recuerdo haber presenciado hace años cómo un niño pequeño impedía salir a una mujer anciana de un coche cerrándole la puerta. Intervine llamándole la atención, apartándolo y abriendo la puerta a la mujer. Esta me lo agradeció y me dijo: Es que sus padres le consienten todo, le dejan hacer lo que quiere. Yo pensé: menudo futuro nos espera. Pues ya estamos en ese futuro.)

A mí lo decadente me encanta, con su tristeza, con toda su apariencia de anciana arruinada, de glorias pretéritas, de presente no digerido, de orgullosa dignidad; de ahí que me encanten las ciudades con arcadas que aman la lluvia, las piedras mohosas y los hoteles decadentes,  donde por doquier se refleja vida, vida vivida: historia.

Con los años, cada vez hay más motivos para la nostalgia; los de alegría hay que buscarlos más, pero también existen.

Recuerdo que en la mili, tenía un compañero, agricultor, que los fines de semana que libraba nos contaba que se iba con su novia al cabo de Creus, se bañaban, comían y luego hacían la siesta entre las rocas... la espuma como pétalos.

Covid-19: Eso hemos de hacer nosotros: pensar algo nuevo. Ser capaces de adaptarnos a los nuevos tiempos, la nueva normalidad.

Es bueno ser capaces de pararse un momento a reflexionar sobre todo lo bueno que tenemos. La oscuridad nos ha de hacer apreciar la luz.

El paisaje y el paisanaje: las personas impregnan de su color las cosas.

La evocación nos devuelve lo que más queremos.

La poesía debe quemarnos antes de salir.

Paloma que vas volando... https://sientopasareltiempo.blogspot.com/2019/08/1991-1101-paloma-que-va-volando.html Este poema lo escribí durante un prolongado ingreso hospitalario, en el que veía a las palomas desde mi ventana. Me gusta la conjunción de las artes y al unir dibujos y poemas míos tomo como ejemplo y modelo (dentro de mis muchas limitaciones en ambas artes) las maravillosas obras del extraordinario poeta inglés William Blake. El poema está escrito desde el obligado encierro a causa de la enfermedad. El deteriorado soy yo. La paloma es el símbolo y la esperanza de recuperar la libertad. La pintura está hecha con ceras. Corresponde a una época próxima a la del texto y entonces pintaba así. Lo popular y lo auténtico acostumbran a ir unidos. Que no dejen de volar, porque de lo contrario querría decir que ya no quedan a causa de la polución ambiental. El pensamiento que es atropellado. Al escribir o hablar lo ordenamos. Pero en poesía se puede emplear. Algo parecido a la poesía automática. Volar vale la pena siempre aunque a veces nos falten alas.

 

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